Por ser niños y mapuche

Una vez más podemos constatar que en Chile no todos somos iguales, ni en dignidad ni en derechos, aun cuando la Constitución, la ley interna y los tratados internacionales –ratificados por nuestro país y elevados a rango constitucional– digan otra cosa.

Nuevamente el descriterio y la ignorancia se apoderan de quienes hoy en Chile visten la calidad de autoridad, sin ser acreedores de aquello. Tres niños de la comunidad Coñomil Epuleo de Collipulli comparecieron engrillados de pies y manos a la audiencia de formalización llevada a cabo en el Tribunal de Garantía de dicha localidad.

Son múltiples los cuerpos legales que sancionan el maltrato y la vulneración de derechos sobre cualquier niño o niña que viva en Chile: la Constitución Política, la Convención sobre los Derechos del Niño, la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, además de contar con Reglas mínimas de Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores o Reglas de Beijing y las Directrices de Riad, que orientan al Estado en su quehacer. Sin embargo, todas ellas fueron transgredidas en el caso de los tres niños mapuche de Collipulli.

Aun cuando varias autoridades manifestaron su rechazo a lo ocurrido y anunciaron que iniciarían acciones pertinentes, no podemos dejar de recalcar la necesidad urgente de que se investiguen los hechos y, particularmente, se sancione a los responsables.

No obstante lo anterior, no deja de preocuparnos la evidente falta de capacitación de los actores intervinientes en los derechos humanos de la niñez. Ni al juez del tribunal de garantía ni al abogado defensor parecieron extrañarles los grilletes, así como el fiscal tampoco advirtió vulneración de derecho alguno tras esas esposas. Ni qué decir del accionar de las policías frente a niños y niñas pertenecientes a comunidades mapuche. Desde organizaciones locales hasta UNICEF han denunciado el uso excesivo de fuerza de parte de funcionarios policiales sobre los niños en los allanamientos, llegando a que sistemáticamente distintas Cortes instruyan a Carabineros a detener la violencia sobre la infancia mapuche. En síntesis, el caso devela una vez más la tolerancia y naturalización del sistema judicial chileno y las instituciones policiales hacia el maltrato sobre niños y niñas.

Con este sombrío panorama, queda en evidencia que en Chile, junto con que los niños no son iguales ante la ley, menos lo son cuando se trata de niños mapuche.

Francis Valverde, directora ejecutiva Corporación ACHNU
Paulina Solís, abogada y subdirectora Corporación ACHNU