En 36 municipios de la Sierra Norte, en Puebla, existen proyectos de fracking para la extracción de hidrocarburos. Según datos de la Secretaría de Energía de México, se podrían ejecutar 1. 446 pozos en las montañas serranas para extraer gas de lutita.
Gerardo Pérez Muñoz, representante de la Asamblea de Afectados Ambientales – Capítulo Puebla, denunció que aunque los totonacos, otomíes y nahuas han logrado frenar los “proyectos de muerte”, como han llamado a los programas de las mineras internacionales, Pemex ha querido afectar sus tierras con la introducción de gasoductos y para la explotación de minerales.
Las comunidades esperan que, con la salida del Gobierno Federal, la nueva administración de Andrés Manuel López Obrador le ponga fin a los atentados que se pretenden cometer contra la naturaleza en la Sierra Norte.
Activistas e indígenas se opusieron a obras que amenazaban sus comunidades, por eso en Tetela de Ocampo, la minera de Carlos Slim no ha logrado la explotación de la mina.
Pérez agregó que tampoco han podido avanzar en la comunidad totonaca de Zaragoza, donde se echó abajo un proyecto hidroeléctrico de German Larrea, del Grupo México.
Los indígenas totonacos denunciaron que también han logrado parar obras del Gasoducto que va de Tuxpan a Tula Hidalgo y que atraviesa varias localidades de Puebla. Señalaron que han detenido las obras mediante amparos.
El activista señaló que la defensa de la riqueza natural ha sido muy difícil porque son acosados y ejecutados, pero las comunidades originarias continúan su lucha contra los «proyectos de muerte», hidroeléctricas y mineras a cielo abierto.
No sólo están amenazados los recursos naturales, también lo está el futuro de poblaciones enteras y de las tierras consideradas sagradas por los pueblos originarios.