Querido Madiba (A Nelson Mandela)

Después de este Momento habrá otro lleno de Opciones: el mundo es una Ternura mal explicada

Querido Madiba (A Nelson Mandela)

Autor: Leonel Retamal

Después de este Momento habrá otro lleno

de Opciones: el mundo es una Ternura mal

explicada. El se sentó con su honor purificado,

con su rebeldía y su coraje limpio. Ni en los peores

momentos, perdió la hermosura. Eran Visibles

los Siglos de Esclavitud que no quiso, o pudo Ocultar.

El camarógrafo graba la nube de polvo que se levanta

cuando soplo: el momento crucial de su suspensión.

Es una imagen que deseo- confesó- pero no sé porqué

no me importa registrarla, quizás porque la Fugacidad

debe seguir su camino sin Intervención mía.

Perdimos en el Desierto a las Criaturas aladas.

Estábamos -frente a frente- del Hombre admirado.

Así pasamos de sol a desayuno y de nube a rama

hasta que pudimos consolar el Árbol de la Dicha.

Nuestras propias telarañas están tendidas en el cielo,

secadas al sol de la media tarde. Imponemos rasgos

y figuras de extraños para que otros puedan imitarlas

aunque pierdan el sonido de la aurora boreal.

Allí yo supe que podíamos pertenecer al mismo reino.

La Patria es un habitáculo sin puertas de salida.

¿Sabes una cosa? Yo no hablo Afrikáners. Fuimos,

Winnie, tan hermosos como las Marulas y Ventanas.

Nunca estuve en la Great Trek (Gran Marcha) cazando

jabalíes ni supe de alguien que hubiese estado.

Vivimos vidas separadas (Apartheid). El poder

político y las regalías en manos de los Sí-Blancos.

El País de los colores de Desmond Tutu es una invención

hermosa pero una invención al fin, un poema épico

que ayuda a esperar el Triunfo sin bajar los brazos,

un Lago con Cisnes y el Atardecer fotográfico

de un Turista caza-búfalos. Es el Faro que sostiene

la oscuridad para que caiga de bruces sobre nosotros.

La swart gevaar (amenaza negra) es una consigna

para alinear a los opresores cuando dudan.

Escucha esto y corre la Voz: ninguna Prisión es peor

que la Prisión de la Dignidad rota o que un Libro

incendiado. Veintisiete años mirando el mismo cielo

es tiempo suficiente para aprender que la Libertad

no es un Bien que se Mendiga. Era un No-blanco.

Era un No-blanco que explicaba el Mundo como Hijo

y Nieto de No-Blancos. Era un segregado que jamás

militaría en la sociedad secreta, broederbond

y tampoco aceptaría sus órdenes aún siendo blanco.

Desde el Materialismo histórico, el Black Land Act

nos dejó sin tierras y la única herencia era el Paisaje

soñado. A pesar de los pesares, nunca dejamos

de soñarlo. A veces, en su desolación vuela

una Gaviota. En su silencio habitan miles de Gaviotas

mientras la Organización (ANC) articula sus Redes,

programa sus acciones, ordena sus Campanas.

La tierra se hipoteca -dice- igual que los animales

de Tiro. Por siglos con nuestras muelas molerán los molinos.

Las leyes injustas se hacen para ser infringidas.

Piedad por los postes de alumbrado público.

Piedad por las Torres de alta tensión que -algún día-

serán dinamitadas. Dios de los negros y los pobres,

¡líbranos de la policía política! Para saciar la sed

sólo tenemos Vinagre en la alacena y una Mancha

que no quiere irse y que se recuesta en la Hamaca.

Según Heráclito: la guerra es común, y la injusticia

es discordia, y todo ocurre por la discordia y la necesidad.

Nosotros somos los desencajados del secreto natural,

los torcidos del destino. Si entras conmigo a los camastros

-donde ahora duermen nuestros hijos- mañana

entrarás conmigo al Paraíso. Nuestra casa -recuerda

su mujer- era una extensión de la Estación

de Policía. Sus hijas de Mandela iban a la Escuela

de Mulatos. Las hijas se llaman Zindziswz y Zenani.

Zindzi siempre está en beads y kaftans. También gusta

de la ropa militar. Se consiguió un uniforme kaki y botas

de hombre y boina. Su padre le incrimina: ¿cómo te arriesgas

así? ¿Has olvidado que vives en Soweto? Amarillean

los recuerdos de nuestros Abuelos y para agradecer

sus enseñanzas, se hizo tarde. Sabemos que no habrá

comida y que mañana tomaremos té. Cuidamos el Agua

de Regadío y las Avecitas de Corral. No esperamos

a nadie y sólo nos esperamos a nosotros mismos.

Algunos niños fueron golpeados en la planta de los pies.

¿Sabes si Soweto es una aldea, una tribu, un barrio pobre

o una comarca? Bajo la rueda de los hippos, han sido

apresados, golpeados con sjamboks -látigos de cuero-

y rociados con gas pimienta, los muchachos que aborrecen

de la segregación. Los muchachos saben que no renunciarán

a vivir en libertad. Sus padres han sido des-informados

por la policía. Ahora nadie sabe dónde están. La Policía

sabe que esa duda, en el corazón del padre o la madre,

duele más que Celda de Castigo. Por el País de los colores

los niños negros lanzan piedras a los casspirs y arde Soweto

como si estuviese consumiendo troncos de árboles.

Los ancianos le hemos explicado el Peligro pero ellos

incuban la Libertad en los Ojos. El proceso pues, ahora,

es irrefrenable: la conciencia se esparció en nuestro

pueblo como se esparcen los amaneceres sin que nadie

pueda asustarlos o detenerlos. Re-leo el Pacto Internacional

sobre los Derechos civiles. Toda mi Visión humanista

es complementaria al destino épico de mis hermanos.

En las estructuras de los Puentes se detienen

las Golondrinas que viajan al Sur del Mundo.

Nadie lo advierte, pero gradualmente se han ido

abultando mis pupilas- dijo el camarógrafo.

Hay momentos en que esta dilatación es más profunda.

Siento contracciones -como en un parto- y no es

que el Ojo mío vaya a parir un Ojo-hijo. Las miradas,

que el tiempo almacenó en las Bodegas del Cerebro,

regresan de sus cavernas, posándose de nuevo

sobre las cosas. Eso es todo.

 


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