Nacido en Niquinohomo, Nicaragua, el 18 de mayo de 1893, fue miembro de una humilde familia nicaragüense, y , trabajó como minero en Nicaragua, Honduras y México. En 1926 Sandino regresó a su patria, que había sido ocupado desde 1916 por tropas estadounidensesdedicadas a defender los intereses de las compañías fruteras de Estados Unidos y, decidido a luchar en favor de la autonomía nacional, afectada por el convenio Bryan-Chamorro y por la firma del tratado Stimpson-Moncada, reunió un grupo de guerrilleros y se alzó en armas.
Durante seis años combatió contra las tropas de diferentes gobiernos apoyados por Estados Unidos, al término de los cuales había logrado aglutinar a su alrededor a unos tres mil hombres y se había ganado la admiración popular. Organizada bajo su mando, la guerrilla rebelde se refugió en las selvas de Nueva Segovia, donde prácticamente se tornó invencible.
Al no poder derrotarlo, el presidente estadounidense Herbert C. Hoover ordenó la retirada de las tropas desplegadas en Nicaragua.
Aunada a ello, la elección de Franklin D. Roosevelt como presidente de Estados Unidos, movió a Sandino a negociar en 1933 con el gobierno nicaragüense la deposición de las armas y el retorno a la vida civil.
No obstante, como su prestigio político continuaba siendo una amenaza para los dirigentes del país, tras aceptar una invitación para acudir al palacio presidencial, fue emboscado y asesinado por Anastasio Somoza, jefe de la Guardia Nacional y sobrino del expresidente José María Moncada.
La muerte violenta de Sandino no significó la desaparición de su movimiento. Antes bien, su nombre pasó a encarnar la lucha de liberación de Nicaragua, y en 1962 se creó el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que continuaría el ideario de Sandino y centró sus miras en el derrocamiento de los Somoza mediante la lucha armada, objetivo que logró finalmente en 1979.
Augusto César Sandino, a quien también se le llamó “General de Hombres Libres”, es considerado como un Héroe Nacional de Nicaragua y, junto con el poeta Rubén Darío, constituye una de las máximas expresiones de la nacionalidad nicaragüense.
J. Leanez