Se trata del profesor Roger Vallejos, quien recibió un balazo en la cabeza hecho por militares durante la jornada de protesta que vivió hoy Tegucigalpa. Hubo otra decena de heridos y 250 personas detenidas. Fuentes no confirmadas sostienen que el profesor habría muerto.
Al menos una docena de heridos y unos 250 detenidos es el saldo de la violenta represión que fueron objeto los seguidores del derrocado presidente Manuel Zelaya en una nueva jornada de movilización ocurrida este jueves en Honduras.
Se trata de la trigésima tercera jornada de resistencia popular al golpe militar perpetrado el 28 de junio pasado en Tegucigalpa, cuando los militares detuvieron al presidente constitucional y lo expulsaron del país, mientras el Congreso nombraba en su lugar al legislador Roberto Micheletti.
Un profesor que participaba de las protestas, identificado como Roger Vallejos (38 años), resultó herido de gravedad al recibir un disparo en la cabeza de parte de policías mientras se efectuaba una protesta en las afueras de Tegucigalpa. Versiones aún no confirmadas señalan que el maestro habría muerto, lo que lo convierte en la cuarta víctima de la represión del ejército y policías golpistas en Honduras desde que se produjo el golpe de estado.
MASIVAS PROTESTAS
Miles de manifestantes salieron este jueves a las calles de Tegucigalpa y otros puntos de Honduras para proseguir las protestas contra el gobierno de facto de Roberto Micheletti, convocados por el Frente Nacional de Resistencia.
Más de dos mil manifestantes llegaron alrededor de las 8 de la mañana al lugar conocido como la posta El Durazno, a 20 kilómetros de Tegucigalpa. En su mayoría eran trabajadores de sindicatos estatales y profesores que integran el Bloque Popular, núcleo de la resistencia al golpe de Micheletti.
El objetivo de los manifestantes era cortar la ruta que conecta la capital hacia el norte con la ciudad de San Pedro Sula, segunda ciudad de importancia en Honduras y centro industrial.
Otros bloqueos de ruta se efectuaron en Comayagua, en la zona central, El Amarillo, en la frontera sur con El Salvador, y en San Pedro Sula,
“Tenemos organizada la resistencia contra el golpe de Estado, para ello tenemos decretado un paro de labores, en el sector magisterio, así como también tomas de carreteras en todo el país. Hoy en todo el país no había circulación”- expresó el dirigente social hondureño, Juan Barahona.
A las 11 de la mañana llegaron a El Durazno fuerzas antimotines de la policía y el ejército y antes de dialogar siquiera con los manifestantes, aplicaron a fuego la orden de del Ministerio de Seguridad que minutos antes emitió un comunicado que daba “la orden es desalojar y velar por la libre circulación de personas y vehículos”.
“Los agentes y militares nos dispararon con balas de goma y otras de plomo, lanzaron bombas lacrimógenas desde un helicóptero, impidieron que los heridos recibieran atención médica y nos persiguieron varios kilómetros”- contó el candidato presidencial Carlos Reyes, quien fue detenido junto a otras 250 personas que participaban de las protestas.
La fuerte represión no era esperada por los manifestantes, ya que hasta este jueves la policía vigilaba de cerca sin impedir los cortes de ruta. Según un diplomático extranjero en Tegucigalpa, el gobierno de Micheletti dio la orden de reprimir debido a las quejas de los empresarios, quienes acusan pérdidas millonarias por los cortes de camino.
La multitud que protestaba comenzó a correr hacia el barrio conocido como Zonal Belén, en dirección a la capital, seguidos por la policía que los golpeó con palos y detuvo al menos a 250 personas. Se necesitaron diez patrullas de policía y dos buses para llevarlos presos. Reportes de prensa también consignan que algunos tuvieron que marchar por el borde de la ruta con los pies encadenados.
“Llegaron unos 800 policías y militares. Y ahí nomás nos empezaron a apalear con una brutalidad increíble. Cuando vieron que resistíamos, se empezaron a oír disparos. Nos golpearon como nunca lo habían hecho. Nos trataron como animales. Pero estos oligarcas no van a poder aplastar al pueblo”- contó a Página/12 vía telefónica desde la comisaría 4ª del barrio de Belén en Tegucigalpa Juan Barahona, dirigente del Bloque Popular que fue detenido por la policía.
En la protesta el maestro Roger Vallejos recibió un balazo en la cabeza y fue llevado al Hospital Escuela, en donde habría muerto en el quirófano según informó el periódico argentino citando versiones aún no confirmadas. Los médicos del hospital Escuela, reportaron la tarde del jueves que el profesor estaba en estado grave y que antes de llegar a dicho centro asistencial presentó dos paros cardiacos.
También los manifestantes señalan que hay decenas de heridos, seis de ellos de gravedad. Barahona, manifestó que “la de hoy es la represión más brutal que hayamos vivido. La policía nos cayó como enemigos, como represores del pueblo que son. Nos llevaron a la estación de policía que queda en el barrio Belén. Salimos a las cinco de la tarde por gestiones de organismos de derechos humanos y la presión de la resistencia que se encontraba afuera”.
En Tegucigalpa “ha habido una enorme represión (…), hay heridos, hay golpeados, han tirado bombas lacrimógenas y tengo entendido que hay detenidos”- relató Reyes vía telefónica a la agencia EFE momentos antes de ser detenido.
Reyes agregó que “los militares nos cercaron, recibí un golpe en la oreja, luego me tiré a un barranco y ahí fue que me fracturé la mano. Salimos corriendo y nos agredieron de frente. Fue una cosa salvaje, es gente entrenada para matar”.
Por su parte, el portavoz de la Policía Nacional, Orlin Cerrato, reconoció a la prensa que uno de los heridos recibió un balazo en la cabeza y era atendido en el estatal Hospital Escuela.
Otros manifestantes contaron a Radio Globo que los agentes y militares también dispararon balas de goma, lanzaron las bombas lacrimógenas desde un helicóptero, impidieron que los heridos recibieran atención médica y los persiguieron varios kilómetros.
En Comayagua, 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, el saldo de la jornada era de 42 heridos, 14 de ellos hospitalizados, y varios detenidos.
Los medios locales reportaron varias personas heridas e informaron que los hospitales de la zona no se dan abasto para atender a los pacientes.
“En las inmediaciones del mercado a las 12 del día se reporta un grupo de manifestantes atrapado entre dos filas de policías que están siendo golpeados brutalmente con toletes y patadas en una verdadera masacre. Ahí mismo se siguen reportando disparos de fuego vivo de los policías contra los manifestantes”- informó en un comunicado el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado.
El gobierno de Micheletti durante esta semana reestableció el toque de queda en todo el país entre las 1:00 AM y las 4:30 AM.
PERSECUSIÓN A LA PRENSA
También la represión policial se orientó hacia la prensa extranjera que cubre la crisis en Honduras. Un fotógrafo de Indymedia y un equipo de Venezolana de Televisión (VTV), fueron objeto de agresiones este jueves por parte de las fuerzas represoras del gobierno de facto de Roberto Micheletti mientras realizaban su labor informativa al norte de Tegucigalpa
Además, algunos policías intimidaron y golpearon a un grupo de reporteros, entre ellos un camarógrafo de un canal de televisión local a quien golpearon en el suelo y le quitaron sus cámaras fotográficas y de video, difundió la agencia AFP.
CONGRESO DISCUTE ACUERDO
Mientras la policía reprimía la protesta popular en el Congreso Nacional se esperaba que se presentara durante la tarde el dictamen sobre el Acuerdo de San José, propuesto por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para dar salida a la crisis constitucional que vive el país.
El Congreso pospuso para la próxima semana la aprobación de una amnistía política amplia para depuesto incluida en la propuesta de Arias. Según informaron radios locales, aún no hay acuerdo en decretar la amnistía política para los actos anteriores y posteriores al golpe del 28 de junio.
LOS PASOS DE ZELAYA
También en la jornada de este jueves el destituido presidente Zelaya, quien aloja en el puesto fronterizo de Las Manos, en la frontera de Nicaragua con Honduras, viajó a Managua a una reunión con el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorenz.
Llorenz reiteró en la oportunidad que su país no reconoce el gobierno presidido por Micheletti. La respuesta del presidente golpista no se dejó esperar: durante la tarde calificó como una “intromisión” la reunión entre el embajador estadounidense y Zelaya.
Además Washington revocó durante el día cuatro visas diplomáticas de funcionarios del gobierno de Micheletti como forma de presión al gobierno de facto.
Por su parte, el depuesto presidente anunció que acusará ante la Corte Penal Internacional a Micheletti y al jefe de las FFAA, general Romeo Vásquez, por delitos de lesa humanidad.
También Zelaya agregó que volverá mediante un acuerdo político, pero con la fuerza del pueblo organizado en milicias populares. “La fuerza y la milicia popular que va a apoyar a este presidente en su retorno son ustedes, compañeros”, les dijo a los casi 300 campesinos que lo acompañan en su exilio.
“Este es el ejército popular y pacífico que necesita nuestro país para defender sus conquistas y sus derechos. Nos entrenaremos con las mejores armas, que son la razón y la verdad”- sostuvo el mandatario.
El llamado es parte de la nueva etapa en la crisis hondureña. Si por un lado la resistencia al golpe comienza a entrenarse para poder mantener la resistencia a los golpistas, el gobierno de Micheletti dio cuenta que endureció su posición al ordenar la represión brutal vivida hoy en Honduras.
El Ciudadano