Resistencia indígena: Marcha del 12 de octubre en Santiago

Hoy el pueblo mapuche y no mapuche, indígena y no indígena, descendientes de originarios, criollos y mestizos se reúnen a protestar. Todos se sienten convocados y con fuerza responden al llamado que año a año, cada 12 de octubre, realiza la Meli Wixan Mapu para marchar por el centro de Santiago.

No se trata del día de la raza ni mucho menos de conmemorar el descubrimiento de América. Se trata de hacer patente el genocidio que han sufrido los pueblos originarios del territorio que posteriormente fue bautizado como América.

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Y si bien en la multitud destacan las banderas mapuche, también flamean muchas Wipala que manifiesta la presencia y unión de los pueblos andinos, así como banderas Rapa Nui y hasta palestinas, transformando de algún modo el 12 de octubre, en el día de la resistencia de todos los pueblos oprimidos del mundo.

Son miles que con todos sus cantos y colores, hacen florecer la Alameda de Santiago con un mensaje de repudio, lucha, hermandad, libertad y amor a la vida, condenando el exterminio de tantos pueblos y la represión como forma permanente del estado para relacionarse con los pueblos que habitan lo que hoy se llama el sur de Chile.

Junto a ellos, alimentan el ambiente de música y bailes una gran cantidad de agrupaciones de muchachos y muchachas que con bellos atuendos, movimientos y sonidos, transmiten pasión y futuro a los cientos de pequeños que gracias a la iniciativa de sus padres y madres, sienten desde temprana edad la energía que fluye entre las miles de personas que por diversos motivos, caminaron como un solo pueblo por las calles de Santiago.

Finalmente, tras ellos y ellas, un reducido grupo de policías escoltan a los barrenderos y máquinas de aseo de la Ilustre Municipalidad de Santiago, que limpia procurando no dejar ni un solo panfleto en el camino, sin saber que no se puede barrer con la conciencia del pueblo.

El Ciudadano