Sí, leiste bien: se trata de la prisión-restaurante “Fuego” que acaba de abrir en China. Tranquilamente le podrían haber puesto Alcatraz, quizás la prisión más famosa.
Cada grupo de comensales está sentado en su propia celda, adornada para parecer una auténtica prisión china, y se sirve la comida a través de una pequeña rendija. Como en una cárcel.
Aunque la comida está por encima del nivel de la cárcel-estándar, los comensales pueden mirar en las habitaciones de confinamiento aparatos de tortura de agua, aunque también hay bandas de música que tocan desde el interior de una jaula gigante.