La Dama de Cao, considerada la máxima soberana mujer que reinó en el norte de Perú hace 1.700 años, reveló hoy su rostro gracias a la tecnología 3D desarrollada por empresas privadas, así como una réplica de su cuerpo momificado, tal como se encontró en 2005 en el complejo arqueológico El Brujo.
El rostro de la Dama de Cao, muerta a los 25 años de edad después de dar a luz, presenta una forma ovalada, tez morena y largos cabellos negros peinados en dos trenzas, según la reproducción y el trabajo de investigación realizado por las empresas FARO Technologies, 3D Systems, Grupo Abstract y ARQ 3D.
La soberana que detentaba el poder político y religioso en el valle del río Chicama tenía sobre la cabeza una diadema de oro y una gran corona en forma de «v» con la imagen de un puma en el centro y un collar con grandes cuentas con el mismo rostro felino.
La réplica de su momia reproduce los tatuajes que la lideresa tenía en los brazos y pies de serpientes y animales salvajes de la costa norte del Perú.
El arqueólogo Régulo Franco, que dirigió el hallazgo de la Dama de Cao en 2005 en la región de La Libertad, explicó que su descubrimiento, con el auspicio de la Fundación Wiese, «trasciende mucho más porque nunca se habían encontrado los restos de una mujer que había gobernado un valle de la costa norte de Perú».
«Ahora tenemos la sorpresa, este hallazgo espectacular, de una mujer que tenía todo el poder político y religioso hace 1,700 años atrás en el valle del Chicama», remarcó.
El experto declaró que la señora de Cao tenía las insignias de poder con los diseños e imágenes de la iconografía de la cultura Moche, la más grande desarrollada en el norte peruano antes del Imperio Incaico, conocidas solo en los líderes hombres de ese territorio.
La soberana «tiene una diadema, una corona, collares, aretes, y sobre todo tiene dos porras que son los emblemas de poder, báculos que le dan el poder para manejar una sociedad altamente desarrollada del antigüo Perú», anotó.
Además, la Dama de Cao tenía brazos y pies tatuados con serpientes, arañas, el árbol de la vida, y figuras estelares, consideradas elementos sagrados que también aparecen en los frisos de los templos mayores de la Huaca de Cao Viejo en el complejo arqueológico de El Brujo.
El ministro de Cultura, Salvador del Solar, declaró que era un privilegio anunciar esta «extraña y escasa combinación entre el futuro y el pasado» de poder ver el rostro de una líder política del pasado, durante el acto de presentación en el Museo de la Nación.
«Mostrar el rostro de esta mujer tatuada, dorada, de metro y medio (de estatura), pero de una inmensidad enorme», acotó.
La gerente general de la Fundación Wiese, Ingrid Claudet, explicó que la empresa Faro les propuso el año pasado escanear el cuerpo de la Señora de Cao y llevar a cabo una reconstrucción facial forense, utilizando la tecnología más sofisticada existente que le daba una exactitud por debajo del milímetro.
Los especialistas de esta compañía documentaron en 3D toda la Huaca de Cao, el recinto mausoleo, la momia y su cabeza, indicó Claudet.
Por su parte, un ingeniero forense esculpió, sobre la captura de imagen tridimensional de la cabeza, músculo por músculo de la cara, le puso piel y detalló la caracterización del rostro, haciendo uso además de un archivo fotográfico de mujeres que habitan hoy en la zona donde vivió la soberana.
El representante de Faro Technologies, Luis Graterol, dijo que el rostro de la Dama de Cao representa a los indígenas de Latinoamérica y pidió verse «en ese espejo enterrado de cómo éramos y cómo somos» en la actualidad.
La exhibición del rostro y la réplica de la momia de la Dama de Cao permanecerá dos semanas en el Museo de la Nación en Lima y después serán llevados al museo de sitio del complejo de El Brujo, a más de 570 kilómetros al norte de la capital peruana.