Syriza acaricia la mayoría absoluta en las elecciones griegas

La coalición de izquierda obtendría entre el 35,5% y el 39,5% de los votos. La Unión Europea está pendiente del resultado de estas elecciones. Si la izquierda llega al gobierno griego las políticas de austeridad serán revisadas. Para superar la crisis económica, Syriza ha prometido realizar una auditoría de la deuda pública. Asimismo, la formación se compromete a renegociar la devolución de la deuda y a suspender los pagos hasta que se haya recuperado la economía nacional y vuelva el aumento del empleo.

Syriza acaricia la mayoría absoluta en las elecciones griegas

Autor: Mauricio Becerra
 syriza

El partido de izquierda Syriza habría conseguido una victoria histórica, este domingo, en las elecciones legislativas griegas que podría repercutir en la carrera por la austeridad en Europa, según los sondeos a pie de urna.

Syriza habría obtenido entre 35,5% y 39,5% según los sondeos, mientras que la Nueva Democracia del actual primer ministro Antonis Samaras entre 23 y 27%, una diferencia de entre 8,5 y 16,5% que llevaría al líder de la izquierda radical Alexis Tsipras, de 40 años, a convertirse en el primer ministro más joven de Grecia en 150 años.

Un total de 9,8 millones de electores estuvieron convocados a votar para elegir a 300 diputados. Los colegios electorales abrieron a las 07:00 locales (05:00 GMT) y cerraron a las 17:00 GMT.

«Nuestro futuro común en Europa no es un futuro de austeridad», subrayó Tsipras tras votar en su barrio de Kypseli, en Atenas.

«Hoy los griegos están llamados a hacer un último paso para recobrar la esperanza», dijo, antes de proseguir: «Mañana decidiremos si la troika (de acreedores) regresará a Grecia para aplicar las medidas que Samaras decidió o si nuestro país se lanza en una negociación difícil para recuperar la dignidad».

Samarás, que votó por su parte en Pylos (sur), se mostró confiado en el resultado de «estas elecciones decisivas para nuestro futuro y el de nuestros hijos». «Hoy decidimos si avanzamos o si nos lanzamos hacia lo desconocido», dijo.

Los observadores daban por descontada la victoria de Syriza, quedando por ver si logrará la mayoría absoluta o tendrá que buscar aliados para formar gobierno.

Durante la campaña, Tsipras prometió aumentar el salario mínimo, abolir determinados impuestos para los más pobres y negociar una disminución de la deuda externa de Grecia, que suma 300.000 millones de euros y representa 175% del PIB.

Tsipras dijo además que no se considera atado a las exigencias de la troika de acreedores – Unión Europea (UE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) -, que a cambio de una ayuda financiera impuso un drástico plan de austeridad económica.

Samarás por su lado defendió la política de austeridad diciendo que era la única posible y advirtió contra el peligro de una victoria de Syriza, que podría, según dijo, aniquilar los esfuerzos realizados por los griegos.

A cambio de un préstamo de 240.000 millones de euros, la troika impuso un plan de austeridad que tuvo graves consecuencias para parte de la población.

Las medidas implicaron una importante bajada de los salarios, en algunos casos a la mitad, y un espectacular aumento del desempleo, actualmente  de más de 25% de la población activa.

El discurso de Samarás de no aflojar en ese esfuerzo que empieza a dar sus frutos tiene sus adeptos.
Sin embargo, a la luz de los sondeos, son más numerosos los que prefieren escuchar a Tsipras cuando afirma que si triunfa el lunes se acaba la troika.

Los electores del barrio de Néa Smyrni, en el sur de Atenas, reflejaban las dudas de muchos griegos en el momento de votar.

Anna, profesora jubilada de 65 años, manifestó que iba a votar por Nueva Democracia debido a que Syriza le «daba miedo».

En cambio, Elli, estudiante de 20 años, votó a Syriza con la esperanza de que «se mejore la situación» en Grecia y Europa.

Pero, antes de decidirse por Syriza lo pensó mucho por temor a que  «una victoria de la izquierda lleve a la suspensión de pagos».

La elección griega da esperanzas a los partidos de la izquierda en Europa, particularmente en España, donde se registró un espectacular aumento del partido Podemos, surgido del movimiento de los indignados.

Los países de la Unión Europea se resignaron al parecer a una victoria de la izquierda.

«La población griega va a elegir de manera libre e independiente el camino a seguir. Estoy segura de que encontraremos soluciones tranquilamente», declaró el viernes la canciller alemana Angela Merkel, poco querida en Grecia por su política en favor de la austeridad.

Syriza espera la mayoría absoluta en el nuevo parlamento -151 diputados sobre 300- gracias al plus de 50 escaños atribuido al partido más votado.

Para lograrlo necesita por lo menos 36% de los votos y que 12% de los sufragios se dispersen en pequeños partidos que no alcancen el mínimo de 3% obligatorio para participar en la distribución de escaños.

Si no obtiene la mayoría absoluta, Tsipras tendrá que formar una alianza.

Como posible aliado figura To Potami (El Río), fundado apenas hace un año, que aspira a ser el tercer partido de Grecia. Los sondeos le atribuyen 6% de los votos.

Otro partido que aspira al tercer lugar es la formación neonazi Amanecer Dorado.

A pesar de tener a siete diputados y decenas de sus militantes presos, acusados de «pertenecer a una organización criminal», Amanecer Dorado mantiene una intención de voto elevada.

En el caso de que ninguno de los tres partidos más votados logre formar gobierno, los griegos tendrán que volver a votar en marzo.

El Telégrafo

INFORMACIÓN EN PROCESO…

LEA ADEMÁS: La campaña del miedo contra Syriza

PARA ENTENDER MÁS SOBRE LA DEUDA GRIEGA: ¿Y si Syriza le toma la palabra a la UE y audita la deuda de Grecia?

¿De dónde sale la deuda griega?


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano