Una investigación sobre el ADN de los chilenos reveló que nuestra composición genética es española e indígena en partes casi iguales.
El estudio, a cargo de investigadores de las universidades de Chile y de Tarapacá, revela que durante las primeras cinco a seis décadas posteriores a la conquista, la mezcla se dio entre soldados españoles y mujeres indígenas y que, en promedio, nuestra población se compone de partes casi iguales de sangre española e indígena.
«Todos los chilenos tenemos un porcentaje alto de sangre amerindia, en algunos hay un poco menos y en otros un poco más”, señala Soledad Berríos, genetista de la U. de Chile y editora del El ADN de los chilenos y sus orígenes genéticos, publicado por Editorial Universitaria.
Para el estudio, los investigadores analizaron el ADN mitocondrial, que se hereda por vía materna. Ahí, la prevalencia de genes amerindios llega casi al 90%. En cambio al analizar el cromosoma Y, heredado por vía paterna a los varones solamente, la presencia del gen europeo alcanza al 90%.
“Los conquistadores españoles que llegaron eran varones, casi no traían mujeres con ellos. Se mezclaron con las amerindias residentes acá”, explica Berríos.
Francisco Rothhammer, genetista de la U. de Tarapacá y premio nacional de ciencias, explica que el componente indígena de los chilenos es heterogéneo, puesto que los pueblos originarios eran variados y, sobre todo al sur de Chile, existió un intercambio importante con Argentina, que también fue canal para que diversos componentes americanos se mezclaran con los nativos de este lado de Los Andes.
El experto también señala que la pequeña fracción africana en los genes chilenos corresponde a habitantes de África Subsahariana, que fueron traídos al continente como esclavos. En un comienzo llegaron al país desde Lima y más tarde desde Buenos Aires.
Según el estudio, el promedio nacional es 53% de genes europeos, 44,3% de genes indígenas y 2,7% de africanos. Esta relación varía de región en región, con un máximo de 63% de ADN indígena y un mínimo de 38%. También hay diferencias entre niveles socioeconómicos, pero éstas son mucho menores.
Acerca de si los chilenos llevamos genes asiáticos, Rothhammer explica que como los indígenas de América son originarios de Asia, compartimos una cantidad significativa de genes con la población de ese continente; algo que se nota en los rasgos faciales de muchas personas.
Además, otro estudio del ADN chileno, realizado por investigadores de la Universidad Católica y publicado en Nature Communications, documenta que un 99% de la población de nuestro país tiene genes indígenas.
El Ciudadano