En hacinamiento y entre animales muertos vivían los menores tzotziles, víctimas de una red de trata en la modalidad de explotación laboral. Los menores fueron rescatados por la Fiscalía General de Justicia del estado de Oáxaca, en México, el pasado domingo.
En una casa de cinco habitaciones, ubicada en el municipio Santa María Atzompa, un total de 56 menores dormían en grupos de seis, encima de plásticos y se tapaban con una cobija que apenas y les alcanzaba a cubrir los pies.
Según relató uno de los participantes en el operativo, al momento de ser rescatados, los menores lucían en condiciones deplorables. «Lucían sucios, debido a que no se bañaban a diario, y vestían ropa sucia como se les ve en los cruceros. Los cuartos donde descansaban también estaban sucios y olían mal», dijo.
Los menores no iban a la escuela, se la pasaban trabajando, sometidos a jornadas de hasta 12 horas en los cruceros de la capital oaxaqueña vendiendo sus productos o pidiendo limosna a conductores, en medio de altas temperaturas, descalzos y expuestos a peligros.
La vivienda se encontraba en condiciones de insalubridad, pues se aprecia llena de basura y principalmente en el patio, donde además se encontraron algunas gallinas muertas.
En la casa se pudo aprehender a dos de los presuntos responsables de maltratar y explotar a los niños, pero faltan otros, según las autoridades.
Desde el domingo, los menores fueron puestos a disposición de las autoridades quienes les dan atención y también les regalaron juguetes con los que se han entretenido.
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