El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, expresó que los pueblos indígenas juegan un papel importante para acabar con el hambre.
Son los custodios de la biodiversidad del mundo, son los defensores de las tierras y territorios que cuidan, para las generaciones futuras, aseguró en un mensaje en vídeo divulgado en vísperas del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el 9 de agosto.
Sin embargo, con demasiada frecuencia no han visto respetados sus derechos colectivos sobre sus tierras, territorios y recursos ancestrales, señaló Graziano da Silva al apuntar que los pueblos indígenas comprenden unos 400 millones de personas en el mundo y que cerca de la mitad son mujeres.
Las mujeres indígenas crían ganado, cultivan, pescan y cazan para recolectar alimentos para sus comunidades. También son consideradas los custodios de semillas y plantas medicinales, destacó.
A pesar de estas contribuciones, no participan en los procesos de formulación de políticas y toma de decisiones que afectan sus vidas. A menudo, las políticas de protección social no incluyen sus puntos de vista y necesidades. Y, a pesar de su cúmulo de experiencia, su trabajo, conocimiento y necesidades no se reflejan en las estadísticas, agregó.
El funcionario instó a los países a sumarse a una campaña para promover los derechos de las mujeres indígenas y alentar su participación en las discusiones sobre políticas, para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible del Hambre Cero.
Sin ellas, no podemos lograr el objetivo del Hambre Cero y no lograremos el desarrollo sostenible, afirmó.
En enero último, la FAO lanzó la Campaña global para el empoderamiento de las mujeres indígenas para el Hambre Cero con el Foro Internacional de Mujeres Indígenas y la Agencia de Noticias de Mujeres Indígenas y Afrodescendientes.
La iniciativa de la ‘Silla violeta’ es considerada un punto destacado de la campaña al tratarse de un llamamiento a las autoridades, responsables de las políticas, organizaciones, comunidad internacional, mundo académico y sociedad civil para garantizar la participación plena y efectiva de las mujeres indígenas en los debates sobre políticas y procesos de toma de decisiones que les afectan a ellas y a sus comunidades.
Para hacerlas visibles, se coloca una silla violeta en cada reunión para resaltar que participa una mujer indígena, o -con demasiada frecuencia- denunciar su ausencia cuando la silla está vacía.
La ONU celebra cada año el Día Internacional de los Pueblos Indígenas el 9 de agosto para conmemorar el día de la primera reunión, en 1982, del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas.
El tema de la jornada se centra este año en la migración y los movimientos de esos pueblos.