El grupo intercultural Yarandinarte de Quito es una agrupación formada por jóvenes de distintos pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, que buscan difundir sus tradiciones culturales por el mundo.
Esta agrupación, preocupada por la pérdida de las costumbres ancestrales y el deseo de mantener su cultura viva, lleva la danza y la venta de artesanías a donde quiera que se presenta.
Amaru José Guamán Guamán, director general de esta agrupación intercultural de los pueblos y nacionalidades, explica que la iniciativa surgió en 2006 y en la actualidad se ha ido reforzando con la creación de nuevos talleres, foros, presentaciones y encuentros de música andina.
«El Grupo Yarandinarte, o flor andina, es una organización intercultural sin fines de lucro que hace danza tradicional. Están empeñados en trabajar por la reivindicación de los valores culturales», dijo.
Los miembros de Yarandinarte son hijos de la organización de mujeres indígenas residentes en Quito «Sumak Allpa», quienes se dedican a la elaboración de vestimenta tradicional y trajes para los grupos de danza de instituciones educativas.
Este grupo, a partir de la investigación, trabaja con el movimiento, el color y el ritmo, para vigorizar la cultura, y expresar la esencia y la sabiduría ancestral de los pueblos y nacionalidades. Promueven talleres, encuentros y eventos de capacitación con niños y jóvenes.
Entre su bailes se encuentran el Inti Raymi (en quechua ‘fiesta del sol’), antiguamente llamada Wawa Inti Raymi (fiesta del niño sol), el cual es una ceremonia incaica y andina celebrada en honor de Inti (el dios sol), que se realiza cada solsticio de invierno (24 de junio, en el hemisferio sur).
Asimismo, cada 21 de diciembre los pueblos indígenas celebran el nacimiento del sol (Kapak Raymi) como el inicio de un nuevo ciclo, el cual se destaca como un hecho importante, y se celebra con algarabía, bailes, música, comida, poniendo de manifiesto un universo de constelaciones materiales y simbólicas.
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“Vi la necesidad de tener un espacio no solo para practicar la danza, sino para involucrar a otros jóvenes a través de esta práctica”, dice Guamán. La idea de crear Yarandinarte fue inspirada en su propia experiencia. A los 16 años tuvo que abandonar su natal Chimborazo y se instaló en la capital. El baile fue lo que lo impulsó a seguir adelante, cuenta este representante kichwa del pueblo Puruhá.
Actualmente, alrededor de 15 jóvenes conforman esta organización en la capital. La mayoría proviene de las provincias de Imbabura, Chimborazo, Cañar y de Pichincha. Su migración a la ciudad se debe a distintos motivos. Algunos salieron de sus hogares por estudios, mientras que otros decidieron imitar a sus padres y se mudaron a la ciudad en busca de trabajo.
Esta agrupación se ha convertido también en un apoyo para sus integrantes y en una forma de que puedan compartir sus experiencias con otros en la misma situación.
La Agrupación Intercultural Yarandinarte tiene más de 15 trabajos basados en las costumbres y tradiciones de las poblaciones indígenas y ha participado en festivales en Chile, Venezuela y Colombia.
Guamán explica que también se están enfocando en la venta de artesanías, que lo realizan durante sus eventos. La idea ahora es que cada vez más jóvenes se unan a este grupo para impulsar la danza en toda la población.
https://www.elciudadano.cl/latino-america/indigenas-de-ecuador-declaran-a-sus-tierras-como-ser-vivo-para-evitar-explotacion/07/27/