La Iglesia Católica de Puerto Rico se declaró en quiebra

La Arquidiócesis de San Juan adeuda a sus acreedores más de 16,1 millones de dólares. Con la declaratoria de quiebra eludieron el embargo de sus activos financieros

La Iglesia Católica de Puerto Rico se declaró en quiebra

Autor: Chevige González Marcó

La Arquidiócesis de San Juan, rectora de la Iglesia Católica en Puerto Rico, se declaró en quiebra como último recurso para evadir el embargo de sus cuentas bancarias. Con la acción, lograron que el Tribunal de Primera Instancia de la capital ordenara la paralización del congelamiento de sus activos.

“Se ordena la paralización de los procedimientos y el archivo, sin perjuicio de la demanda de epígrafe para fines estadísticos”, reza la sentencia.

La Arquidiócesis, que buscó este miércoles la protección bajo el Capítulo 11 –reorganización corporativa– de la ley federal de quiebras, adeuda a sus acreedores más de 16,1 millones de dólares.

Para evadir el embargo de sus activos financieros se declararon en quiebra

Docentes adscritos reclaman a la Iglesia sus pensiones

Al menos 184 maestros retirados, que participaron en el plan de pensiones de las escuelas católicas de la Arquidiócesis de San Juan, demandaron a la institución religiosa y reclamaron una deuda de 4,5 millones de dólares por beneficios adquiridos.

El 26 de marzo pasado, el Tribunal de Primera Instancia emitió una orden para embargar las cuentas de la Iglesia, luego de que se venciera el plazo que tenía la institución para depositar $ 4,7 millones, como le había ordenado el juez.

El 20 de agosto, el juez del Tribunal de San Juan, Anthony Cuevas Ramos, ordenó poner en efecto el embargo requerido desde marzo, pero cuya ejecución había sido detenida mientras la controversia se mantenía viva en procesos apelativos.

“Tras el embargo, se paralizó por completo la operación de la Arquidiócesis porque no hay dinero para operar ni para pagarles a los empleados. No nos quedó más alternativa”, dijo la representante legal de la Arquidiócesis, Carmen Conde a El Nuevo Día, al explicar porqué se tuvieron que acoger al proceso de quiebra.

Según Conde, a consecuencia de la decisión del juez Cuevas Ramos, se embargaron 21 cuentas de la Arquidiócesis, con un balance de $ 606.569,13. Otras 12 cuentas, con un balance de $ 341.449,61, fueron congeladas, así como 160 cuentas de parroquias, con un balance de $ 3,8 millones.

Durante el caso, trascendió que, si el Fideicomiso Plan de Pensión de Empleados de Escuelas Católicas no tenía dinero para responder al reclamo de la demanda, la Iglesia católica debería pagar. El Fideicomiso paralizó el pago de las pensiones en 2016 y el 6 de junio de ese año, sus jubilados reclamaron ante la Justicia.

No obstante, la abogada mencionó que la postura de la Iglesia católica en este caso es que la Arquidiócesis tiene personalidad jurídica propia, al igual que las cinco diócesis de la isla y las parroquias.


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