Un extrabajador de Twitter que usa silla de ruedas al sufrir de distrofia muscular, Haraldur Thorleifsson, envió un mensaje en la misma red social dirigido al ahora dueño de la plataforma, Elon Musk, para confrontarlo sobre su despido.
El hombre había iniciado sesión en su computadora el domingo pasado para trabajar, pero se encontró bloqueado, junto con otras 200 personas, por lo que nueve días después sin obtener una respuesta clara sobre su estatus laboral con la empresa, decidió tuitear a Musk.
“¿Tal vez si suficientes personas retuitean, me responderás aquí?”, escribió el lunes para ver si podía llamar la atención del multimillonario, quien procedió a interrogarlo sobre su trabajo, cuestionó su discapacidad y la necesidad de adaptaciones y tuiteó que Thorleifsson es “rico” y la “razón por la que me confrontó en público fue para obtener un gran pago”.
Después de un intercambio de mensajes, Thorleifsson dijo que recibió un correo electrónico informándole que ya no estaba empleado.
No obstante, el martes por la noche, Musk tuiteó una disculpa justificando que su malentendido se “basó en cosas que me dijeron que no eran ciertas”.
Thorleifsson tuiteó a Musk que “la razón por la que te pregunté en público es porque tú (o cualquier otra persona en Twitter) no respondiste a mis mensajes privados” y agregó que “tenías todo el derecho de despedirme. ¡Pero hubiera sido bueno hacérmelo saber!”.
Thorleifsson, vive en Islandia, y su startup Ueno fue adquirida por Twitter en 2021 bajo la administración anterior, por la que decidió recibir el precio de compra en forma de salarios en lugar de un pago global.