Finalmente la Corte Suprema desestimó el recurso de casación presentado por el Consejo de Defensa del Estado y ratificó el pago de una indemnización de 100 millones de pesos a la familia de Juan de Dios Gutiérrez Rioseco, de las víctima del tsunami del 27 de febrero de 2010 en la comuna de Talcahuano.
Gutiérrez se desempeñaba como guardia del servicio de Aduanas cuando ocurrió el terremoto. Pese a encontrarse cerca del mar, decidió quedarse en su puesto de trabajo luego de escuchar por la radio, al entonces intendente de la región del Biobío Jaime Tohá González, que no había peligro de tsunami.
Loreto Muñoz, nieta de la víctima, señaló que «nosotros creemos que en parte tenemos un poquito de justicia, la verdad es que no el dinero no devuelve a la persona ni tampoco va a cubrir el dolor que sentimos por la pérdida ni mucho menos por las condiciones en las que él falleció, pero sienta un precedente para todas las familias que están luchando por esta causa porque son muchas las familias que perdieron a sus seres queridos».
La indemnización está dirigida a las hijas de Gutiérrez: Silvia Gutiérrez Sanzana y Gracenari Gutiérrez Sanzana.