Mercadería hallada en las dependencias de los ancianos. Foto: La Prensa Austral
La escarcha todavía no comenzaba a derretirse sobre la maleza a eso de las 9:30 de la mañana en Puerto Natales. Por las calles igual de heladas rodaron a esa hora los neumáticos de los vehículos de la policía y del Servicio de Aduanas.
Habían estado vigilando el domicilio en cuestión por orden de la Fiscalía, y ya contaban con una orden de entrada y registro emitida por el fiscal de turno.
Revisaron las dependencias y encontraron 900 cartones de cigarrillos procedentes de Argentina, amontonados unos sobre otros, de varias marcas, listos e intactos para ser comercializados a su tan fiel público a un precio seguramente menor.
Los sospechosos: un matrimonio compuesto por E.M. y O.G., dos ancianos de 78 y 77 años, respectivamente. Así lo informó La Prensa Austral en su edición de este viernes.
Los heptagenarios fueron trasladados dentro de un carro policial hasta la Segunda Comisaría de Carabineros. Desde allí serán llevados al Juzgado de Letras y Garantía de Puerto Natales esta mañana para pasar por la respectiva formalización. El cargo: contrabando. La pena que arriesgan: tres años de presidio.
El fiscal Álvaro Pérez Astorga declaró lo siguiente al medio citado: «se incautaron 900 cartones de cigarrillos de procedencia argentina que habían sido ingresados al país sin el pago del impuesto correspondiente por lo cual corresponden a un delito de contrabando. Se trata de especies sujetas a impuesto específico y su avaluación comercial supera los $16 millones».
Ahora queda por investigar también si es que los ancianos trabajan para alguien y si es que contaron con alguna complicidad por parte de alguna autoridad para haber pasado los rigurosos mecanismos de control fronterizo.
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