Chaitén, todo un pueblo a la deriva

Con sorpresa recibimos en Chaitén la noticia de que esta mañana la Presidenta Michelle Bachelet nombró a Paula Forttes como la nueva Directora Sociocultural de la Presidencia, en reemplazo Sebastián Dávalos, luego de que el hijo de la Mandataria renunciara al cargo tras la polémica por el caso Caval, y de la debacle pública por los casos de corrupción, los que a mi juicio, muy lejos de ser “casos puntuales” demuestran la paulatina salida a la luz de una verdad preocupante, y que es la instalación de un sistema completo corrupto, asociado al poder económico y que entre otras consecuencias y antecedentes develan un alto nivel de nepotispo “apitutamiento de familiares y cercanos”, barriendo con ello todo principio de meritocracia en la asignación de cargos públicos.

Forttes asumirá la cartera a cargo de la red de fundaciones conformada por Integra; Promoción y Desarrollo de la Mujer, Prodemu; Fundación de la Familia; Tiempos Nuevos, MIM; Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile; Artesanías de Chile y Todo Chilenter, todos servicios y programas de Estado de alto impacto en la comunidad chilena y que deberían presumir una cabeza administrativa competente no sólo en sus papeles académicos, sino que en su trayectoria profesional, particularmente respecto del cargo que hasta ayer lucía como Delegada Presidencial para la Reconstrucción.

En Chaitén sabemos y hemos hecho público no sólo la deficiente gestión, las constantes contradicciones y la ignorancia e inoperancia de Paula Forttes sobre muchos temas directamente relacionados con la reconstrucción, sino que también hemos hecho público lo que siempre ha sido de conocimiento general: la arrogancia, mal trato y abuso de poder de la Delegada tanto con los pobladores como con los funcionarios públicos locales, así como con dirigentes sociales. Ella misma se encargó de subrayar reiteradas veces que su voz era la de la Presidenta de la República, de quien se jacta ser su amiga personal y muy cercana.

A casi siete años de la erupción del volcán, y a un año de que Forttes asumiera el desafío de la reconstrucción en el actual gobierno, y sólo enfocándonos en lo que ella ha comprometido desde su primera aparición en Chaitén en mayo pasado, podemos demostrar no sólo los evidentes atrasos y en muchos aspectos, nulo desarrollo de proyectos y programas, de soluciones habitacionales y de otro tipo asegurados por ella a nombre de la Presidenta, de plazos no cumplidos, sino que además, podemos demostrar fácilmente su enorme ignorancia sobre asuntos básicos que debió manejar al dedillo, tales como la Ley Chaitén, cuyas premisas  le tuvieron que ser aclaradas en público muchas veces por funcionarios de la Seremi regional de Bienes Nacionales, o como la factibilidad real según varios ministerios de la Nación para lograr cursar los compromisos que micrófono en mano tantas veces ella asumió y que finalmente resultaron inviables y que son de inmediato y enorme impacto en nuestra población.

Me atrevería a aventurar que, si se consulta a la ciudadanía, organizada o no, en los otros lugares del país en donde Forttes tuvo injerencia directa y responsabilidad administrativa respeto de los procesos de reconstrucción, es muy probable de que coincidan con lo que desde Chaitén tenemos claro, esto es, ineficiencia, desconocimiento, liviandad para realizar compromisos públicos luego inviables, incumplimientos reiterados, fala de credibilidad, conflictos con las autoridades regionales y locales, despotismo, etc.

Si como a cualquier nuevo empleado en el país le solicitaran las recomendaciones de su trabajo anterior, y considerando que ella ostentaba un cargo en que, se supone, “trabaja para el pueblo y su causa”, el cual le paga el sueldo, entonces nuestra recomendación es clara: Paula Forttes está reprobada, y ella lo sabe. ¿Botón de muestra?, la mitad de Chaitén, toda la zona sur, donde vive más de la mitad de la población, la mayoría de nuestros niños, familias a las que Forttes intentó desplazar por casi un año, no sólo ha aumentado su número de personas y casas, sino que siguen abandonados a su suerte, sin administración estatal, abandonados de los más básicos derechos constitucionales y sin obras de mitigación frente a cualquier catástrofe relacionada con el río que partió nuestra ciudad en dos.

Pero como este se ha convertido en el país de los pitutos, el nepotismo y la mediocridad a toda prueba, con escándalos de corrupción que todos los días presentan una nueva arista o un nuevo apellido de “los de siempre”, finalmente todos relacionados entre sí y repartiéndose nuestro Estado, el legado de todo un pueblo y su historia, entonces “la gran amiga” de la Presidenta Bachelet ostenta desde hoy el cetro que dejara el hijo de la mandataria, cuestionado de capitán a paje en un Chile que ya despierta y se moviliza, que ya no aguanta, y da lo mismo el pésimo desempeño que la ex Delegada para la Reconstrucción haya dejado como reguero más que demostrable. Pobre país.

Esta provincia no posee ningún Prodemu ni servicio ni programa de la nueva “cartera” de Paula Forttes, así es que asumimos que a Forttes no la veremos más por aquí. Bien por ella, pues nuestra gente no duda de que con nosotros no quería más guerra. Ya no se quejará del frío como cuando debía estar un día con la comunidad y las autoridades dándonos “bolitas de dulce”.

Pero si para la Presidenta todos estos hechos dan lo mismo al punto de poner a Forttes en un cargo de tan alto impacto social, ella, su amiga, entonces no nos podemos esperar otra cosa que no sea que el proceso de reconstrucción de Chaitén, que en lo poco que ha avanzado y mucho gracias al constante alegato y presión pública de su gente, va a quedar a la deriva y a lo sumo, contará con una nueva “cabeza amiga” que como Forttes, borrará con el codo lo que escribió con la mano.