El grupo espiritual dirigido por la ex modelo argentina Paola Olcese y que anteriormente fuera investigado por la muerte de Jocelyn Rivas, joven bailarina fallecida por una supuesta anemia que fue inhumada ilegalmente en Pirque a mediados de 2007, ha vuelto a generar molestia en las cordilleranas alturas de la Región de Atacama, donde se ubica el remoto villorio de Juntas de Valeriano.
A fines de septiembre, la familia de una mujer lesionada por impactar con el vehículo de Nicolás Carrión, ex pareja de Olcese, cuando transitaba por la ruta C-495 en un sector aledaño a la denominada «secta» ecológica, envió una carta al general director de Carabineros, Bruno Villalobos, para solicitar que se investigue a funcionarios policiales del Retén Conay por supuestas irregularidades en un procedimiento.
Según la misiva, el 18 de agosto, la afectada se desplazaba en un automóvil Chevrolet junto a su marido, cuando a la altura del kilómetro 65,6, justo donde habitan los miembros de la comunidad de la rubia trasandina, fueron chocados de frente, a la salida de una curva, por una camioneta Nissan, conducida por Ismael Castillo Yentzen, nieto del ex alcalde de La Reina e histórico militante de la DC, Fernando Castillo Velasco.
Producto de la colisión, la denunciante azotó su cabeza contra el parabrisas y perdió el conocimiento.
«Al instante, desde el interior del sitio, salieron varios miembros de la Secta, los que se preocuparon de sacar su camioneta, en tanto que la nuestra la movieron hacia el interior de su sitio, y otras personas, entre ellas varias mujeres, se dedicaron a limpiar y eliminar las evidencias del choque», detalla el reclamo hacia los uniformados de Conay.
Días después, la familia se enteró que Carabineros acudió al lugar y verificó la existencia del choque, inspeccionando ambas camionetas en el interior de la propiedad que ocupa Olcese. No obstante, los policías «no adoptaron el procedimiento pertinente, sino que se limitaron a cursar infracciones de tránsito a ambos conductores», en iguales términos, ignorando que las lesiones ocasionadas a la mujer eran, por lo menos, de «mediana gravedad».
«Los sujetos de la secta, luego de mover los vehículos y en conocimiento de Carabineros, procedieron a reparar su vehículo, no existiendo a la fecha evidencia en éste de lo sucedido», continúa relatando.
Lo anterior configuraría «negación de auxilio, omisión de denuncia al Ministerio Público, falsedad de los hechos informados por Carabineros al Juez de Policía Local y obstrucción a la acción de la justicia» por parte de los funcionarios, quienes habrían actuado para «beneficiar a los miembros de la Secta liderada por Paola Olcese», concluye el escrito.
VÍNCULOS POLÍTICOS
A través de redes sociales, el suboficial (r) de Carabineros, Esteban Infante, se hizo eco del reclamo presentado contra los funcionarios dependientes de la Tenencia Alto del Carmen.
«Lo anterior, seguramente tiene su explicación en lo publicado por El Ciudadano el 03 de marzo de 2016, donde se informó acerca de las conexiones políticas de la tristemente recordada Secta de Pirque, publicación de la que se deduce que el involucrado y causante del accidente es el hijo de Fernando Castillo Echeverría y Marcela Yentzen Peric», afirmó el ex miembro de la institución verde oliva en Facebook.
En efecto, ambas personas mencionadas tuvieron vínculos con la ex Concertación: mientras Castillo se desempeñó en la Dirección Sociocultural de La Moneda junto a Luisa Durán, esposa del ex presidente Ricardo Lagos, Yentzen trabajó en el mismo período como agregada cultural de la embajada chilena en Canadá.
Infante agregó que el antecedente más llamativo se refleja en las declaraciones que hiciera a este diario la desertora de la comunidad de Olcese, Ana Fernández, en torno a una presunta relación sentimental que una de las aludidas habría tenido «por largos años con el actual Agente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya y ex Ministro del Interior (entre otros cargos), el socialista José Miguel Insulza».
PRESUNTAS AMENAZAS
A comienzos de 2016, El Ciudadano viajó hasta Juntas de Valeriano y pidió entrevistar a la familia Castillo Yentzen. Los miembros de la comunidad se negaron a efectuar declaraciones, por temor a ser «tergiversados».
En dicha ocasión conversamos con Ana del Tránsito Bordones, comunera diaguita con más de 80 años de vida que presentó una demanda para expulsar al grupo de Olcese de un predio que éste ocuparía sin su consentimiento, la cual se sigue tramitando en la Corte Suprema.
Fue en el marco de este conflicto, señaló Bordones, que la propia Olcese habría amenazado a una de sus hijas con un arma de fuego. El incidente fue puesto en conocimiento de los carabineros de Conay, pero a la Fiscalía Local de Vallenar sólo llegaron denuncias que ponen como víctimas a la ex comunidad de Pirque, según manifestó el persecutor adjunto Roberto Robledo en el mes de febrero.