120 trabajadores de la construcción son despedidos tras el cierre de la inconclusa obra de soluciones habitacionales de Los Morritos, en la población Centinelas de Talcahuano, por incumplimientos en el contrato sobre los plazos fijados junto a los comités de vivienda beneficiados constituidos post terremoto.
El hecho ocurrió luego de que la constructora EDIFIKA S.A. no se presentara durante 14 días a firmar su tercer adendum de contrato para fijar los nuevos plazos en que las casas debían estar terminadas, los comités decidieran cortar definitivamente la relación contractual con la empresa.
Las faenas que habían comenzado en octubre de 2012 han mantenido retrasos e irregularidades desde un comienzo. Anteriormente ya se le había multado por el incumplimiento de los plazos en marzo de 2014, castigo que se le fue rebajado de 200 a 100 millones de pesos por no concretar ni el 30% de la obra, lo que se fue repitiendo durante el transcurso de su actuar en el espacio y que jamás canceló. De hecho, Edifika S.A. exigía que para continuar se le diera un plazo de un año, nuevamente, y que se le eliminaran las nuevas multas que había acumulado.
En cuanto a esto último, es que los trabajadores de agrupados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción -SINTEC-, ya venían denunciando la rápida disminución de personal y la extracción de la maquinaria que operaba en el lugar, por lo que asumían la huida de la empresa. De la misma manera tuvieron que soportar tratos indignos, en cuanto a la inexistencia de materiales para higiene y seguridad, el no pago de bonos y horas extra, la polifuncionalidad y múltiples irregularidades en sus contratos, lo que les llevó en mayo de 2014 a tomarse la construcción durante cinco días.
Recordemos que Edifika S.A. se adjudicó cuatro proyectos habitacionales en la región después del terremoto de 2010, en los cuales ha tenido el mismo proceder, tal cual sucedió con la obra de Lo Mendez en Concepción, cuyas irregularidades, entre recorte de fondos de los materiales y problemas con el terreno y las estructuras erigidas, llevó a dos de los comités beneficiados a tomarse las obras de sus futuras casas a fines de 2013, y que luego de su desalojo hasta el día de hoy se mantienen sin avance.
Para algunos de los trabajadores no queda más que esperar el pago de sus finiquitos y para otros simplemente retirarse con su última paga y beneficios, gracias a las leyes de subcontrato vigentes en nuestro país. Pero la empresa no podrá retirarse tranquila mientras no concluyan las causas legales que mantiene con sus trabajadores por sueldos impagos desde octubre de 2014 hasta la fecha.
Por Daniel Erbo.
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