El obispo de la III Región, Gaspar Quintana, ofició la misa “Un valle ora por la vida”, con el principal objetivo de dar una señal clara respecto del interés de la Iglesia por proteger la zona, por la defensa del agua, de la vida y del medioambiente; además de manifestar su desacuerdo con procesos mineros que contaminen el líquido vital.
El lugar para realizar el culto no pudo ser el mejor, junto al río Huasco en el paseo ribereño de Vallenar, donde se habilitaron asientos en la cancha deportiva, los que fueron ocupados por más de 300 fieles y simpatizantes de la causa, que además debieron soportar el intenso calor reinante. En las paredes había una multitud de pancartas con mensajes por la defensa del agua, de la vida,además carteles en contra de Barrick Gold y la contaminación minera.
Quintana celebró la misa junto a 12 sacerdotes provenientes de las diferentes parroquias de todo el valle del Huasco, y además se contó con la participación del pastor de la iglesia presbiteriana de Vallenar.
La presencia del obispo tiene especial importancia, pues sirve para reafirmar la defensa del Huasco, apoyo que se suma al manifestado por sacerdotes y religiosas de todo el valle. Esta señal es para los fieles un claro signo a seguir y, además de ser de ética y moral a autoridades y políticos de la III Región, quienes nunca han querido defender el valle de la contaminación minera y sí han estado sospechosamente de acuerdo con Barrick Gold.
El sacerdote recalcó el valor del agua, al relacionarlo con el mensaje de Jesús, que en su última cena repartió pan y vino como señal de su recuerdo. El obispo dijo que donde existe uva es porque existe agua pura que la hace crecer y de la cual se origina el vino; también dijo que el pan es producto del trigo que crece donde hay agua, dejando muy claro que el agua sin contaminación es un derecho de las personas, que además es un bien y no una mercancía. Señaló que el medioambiente no debe ser tratado como un “algo” sin valor, sino más bien como un “alguien” al que se le debe respeto y cuidado.
La misa concluyó con una caminata en la orilla misma del Huasco, en donde la Sagrada Familia, personificada por un familia religiosa de Vallenar, entró al río para agradecer por el agua, acto que fue seguido por algunos sacerdotes que con sus vestiduras dieron muestra de su compromiso. Al final se entonaron cánticos y consignas como “fuera de Chile, fuera de Argentina, fuera la Barrick de América Latina”.