Una violación sexual cada siete horas ha registrado en promedio El Salvador entre el 1 de marzo y el 29 de mayo del año en curso, según cifras oficiales de la Policía Nacional Civil (PNC). En ese periodo fueron reportadas 330 violaciones a los cuerpos policiales, periodo que coincide con la estricta cuarentena nacional impuesta por el Gobierno de Nayib Bukele.
A pesar de la lamentable cifra, que no deja de ser alarmante, la comparación que hacen los cuerpos policiales salvadoreños, es que hubo una disminución de 182 casos con respecto al mismo periodo de 2019, cuando se registraron 512 casos.
Al respecto, Ana Graciela Sagastume, coordinadora nacional de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de la Fiscalía General de la República de El Salvador (FGR), explicó recientemente que la baja en este indicador no obedece a una disminución de la violencia de género, sino a “las medidas de restricción de circulación” que imponen la cuarentena colectiva.
Añade Sagastume que las cifras de violación no indican que ese total registrado por la Policía sea el verdadero, pues la misma cuarentena suma impedimentos para que las víctimas denuncien las agresiones sexuales ante las autoridades.
“Me inclinaría a que la disminución está bastante ligada a la limitación de desplazamiento (por la emergencia nacional), porque muchas instituciones han iniciado una campaña de publicidad, pero una cosa son las atenciones o auxilios y no denuncias formales”, dijo la fiscal.
De hecho, la teoría de la fiscal es acompañada también por la Policía, que en su informe agregó que, antes de la cuarentena domiciliaria, del 1 de enero al 29 de febrero, recibieron 360 reportes de violaciones sexuales, cifra que representaba en ese momento un incremento de 10 casos en comparación con 2019.
Es decir, desde el 1 de enero al 29 de mayo de 2020 se han denunciado oficialmente un total de 690 casos de violación.
«En Jaque» sistema de atención a las víctimas de violación
Para Silvia Juárez, de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA), la pandemia ha puesto “en jaque” al sistema de atención a víctimas de violación sexual, pues obligan a la persona a presentar una denuncia, en la mayoría de ocasiones, de forma presencial para activar el protocolo de investigación del delito correspondiente.
“Advirtiendo que no teníamos posibilidad de asistencia remota, por lo tanto han disminuido la asistencia (a víctimas) y las denuncias. El movilizarse, los horarios, el miedo y las condiciones de respuesta son obstáculos que en la emergencia se agudizan”, advirtió Juárez, quien dirige el programa para una vida libre de violencia para las mujeres en ORMUSA.
La fiscal Sagastume, además, detalló que la mayoría de los datos de la Policía han sido capturas en flagrancia y que de todos los casos de violencia sexual, entre 70 % y 80 % de las víctimas conocen a su agresor.
Agregó que otro de los impedimentos para los niños, adolescentes y mujeres en las denuncias de violencia sexual está el posible contagio por el COVID-19 al asistir a una unidad de salud y cumplir con el protocolo respectivo de recolección de pruebas.
“Hay un protocolo de salud que se aplica cuando acaba de suceder (una violación sexual), o dentro de las 72 horas. El sistema de salud está colapsado por la pandemia y están tratando enfermedades graves o crónicas y aunado a eso, una víctima de violencia sexual que llegue podría estar expuesta a contraer el virus dentro de los recintos hospitalarios”, agregó la fiscal.
De todas las víctimas de violencia sexual, de acuerdo con Ima Guirola de Cemujer, el 10 % son hombres. “No hay un abordaje especializado ni en el caso de las mujeres o los hombres, y 8 de cada 10 víctimas están en la adolescencia y niñez”, aclaró la representante de Cemujer.
Los datos reportados de violación sexual en manos de la PNC y la FGR coinciden en su mayoría, pues la corporación policial remite los expedientes a la Fiscalía y viceversa, dijo Sagastume.
No existe una data única y hay subregistro
Durante la cuarentena, la Fiscalía 503 denuncias -entre el 21 de marzo y el 1º de junio-. Estas denuncias son calificadas como “violencia sexual”, y allí se engloban los delitos de violaciones, agresiones y acoso sexual; que en total suman 1.936 denuncias desde el 1 de enero de 2020, cifra que representa una baja de 612 casos con respecto a 2019.
“Esto es un efecto cascada bastante complicado, más allá de que sí quieren hacerlo (interponer la denuncia) presencial, o no, obedece a (las restricciones de) desplazamiento y al estigma que no quieren que sepan que ellas han sido víctimas de violencia sexual”, reiteró la Fiscal.
Juárez, además, aconsejó que toda decisión que tomen las autoridades de Seguridad y que atienden las víctimas de violencia sexual, sobre todo para los niños, adolescentes y mujeres, debe ser desde una “perspectiva diferencial” para superar los obstáculos que enfrentan al momento de poner una denuncia durante el confinamiento obligatorio “un plan en situaciones de emergencia como el que contempla el artículo 22 de la LEIV, que está previsto como responder a situaciones de esta naturaleza”.
De momento, según la representante de ORMUSA, el Gobierno elabora campañas, pero ninguna está enfocada a dar a conocer que los servicios de atención a las mujeres no están interrumpidos.
Sagastume agregó que en los delitos relativos a la violencia sexual “hay muchos subregistros de casos que no llegan a conocimiento de Policía ni de Fiscalía porque por una cuestión cultural a las mujeres, niños y adolescentes; les da pena decir que han sido violados sexualmente porque son estigmatizadas”.
En eso concordó Guirola, quien explicó que hay datos que no salen a la luz; pues aunque los menores de edad lo denuncien a veces, pasan desapercibidas las violaciones sexuales en los adultos.
“La reacción de la sociedad ante el contexto de una fiesta familiar donde es violada una niña no es el mismo a que sea violada una mujer o un hombre. El comportamiento de la sociedad es totalmente distinto, incluso de las autoridades”, relató Guirola.
Entre tanto, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Rogelio Rivas, ha defendido la idea y la propaganda política que asegura que durante el primer año de mandato de Bukele las violaciones sexuales habían disminuido 20 %, planteamiento falso si se toma en cuenta el subregistro de denuncias de violación sexual.
Protestas por feminicidios y cifras reales
Distintas organizaciones defensoras de los derechos de la mujer protestaron vía Twitter contra los feminicidios registrados en El Salvador en los últimos meses y exigen al Gobierno central estadísticas reales de este problema social.
La protesta se hizo de forma virtual debido a la pandemia y en ella participaron diversas entidades no gubernamentales y feministas que utilizaron las etiquetas #NosotrasTenemosOtrosDatosSV y #NiUnaMenos.
La actividad, convocada en Twitter porque los salvadoreños aún no pueden salir a la calle por la cuarentena decretada por la COVID-19, se realizó luego que el inistro de Seguridad informara al presidente Bukele que los feminicidios supuestamente disminuyeron 61 %, en un país considerado uno de los más violentos para las mujeres.
“O sea que las mujeres están 61 % más seguras en este Gobierno de lo que estaban en el Gobierno anterior”, alardeó Bukele tras difundirse la cifra.
El mandatario, señalado por ejecutar prácticas represivas y dictatoriales durante su gestión, también señaló que las organizaciones que dicen que la violencia hacia las mujeres ha aumentado en este Gobierno “no defienden a las mujeres, sino al FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional)”, partido político que gobernó en dos períodos (2009-2014)(2014-2019).
“Están tratando de confundir a la población con los resultados”, acotó el ministro Rivas.
Por su parte, la Red Salvadoreña de Defensoras de Derechos Humanos rechazó los comentarios de Bukele, pues consideran que “deslegitiman y estigmatizan a las organizaciones de mujeres y feministas, que por años han trabajado para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres en El Salvador”.
Mueren más mujeres por violación que por COVID-19
De acuerdo con información de ONUMujeres El Salvador, en el país centroamericano están muriendo más mujeres por la violencia que por la COVID-19, ya que la cifra de los feminicidios, al 29 de mayo pasado, superó en más de 50 % a la cifra de mujeres fallecidas por el coronavirus.
Datos del ORMUSA indican que del 17 de marzo al 2 de junio de 2020 se han registrado 26 feminicidios y 10 de ellos se han ejecutado durante la cuarentena.
De acuerdo con cifras de la PNC, entre el 1 de enero y el 4 de mayo de este año se han registrado 44 muertes violentas de mujeres. El Salvador es considerado por Amnistía Internacional (AI) como uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y Naciones Unidas, El Salvador encabeza la lista de feminicidios en América con un porcentaje de 6,8 asesinatos por cada 100.000 mujeres.
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