A Luis Alberto Arce Catacora se le califica en el ámbito internacional como uno de los principales propulsores del notable crecimiento económico que tuvo Bolivia durante los tres gobiernos del presidente Evo Morales Ayma, quien no pudo culminar su mandato al ser víctima de un golpe de Estado perpetrado por la extrema derecha y las cúpulas militares y policiales. Después de amenazarlo de muerte y hacer que huyera del país, se impuso una dictadura de facto que es referenciada en la figura de Jeanine Áñez.
Luis Arce nació en La Paz el 28 de septiembre de 1963. Es un destacado economista, catedrático universitario y político, con una amplia trayectoria tras ser ministro de Economía y Finanzas en dos ocasiones: la primera, desde el 23 de enero de 2006 hasta el 24 de junio de 2017; y la segunda, desde el 23 de enero de 2019 hasta el 10 de noviembre de 2019.
Las dos ocasiones que estuvo al frente del mencionado despacho abarcaron el primer, segundo y tercer periodo de gobierno de Morales, razón por la que es considerado y reconocido internacionalmente como impulsor y artífice del crecimiento económico de Bolivia entre 2006 y 2019, hasta que llegó el golpe de Estado avalado por la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Tras el golpe, el partido de Morales, Movimiento Al Socialismo (MAS), decidió por consenso elegir en enero de 2020 a Luis Arce como candidato presidencial para las elecciones generales que deben realizarse este año y en las que participará, si la dictadura lo permita, con el excanciller David Choquehuanca como candidato a vicepresidente.
Arce lidera todos los sondeos de intención de voto, pues es el candidato que apoya Evo Morales. Por ello, se ha convertido en objetivo de judicialización política, luego de que la dictadura emitiera una serie de acusaciones en su contra por supuesta corrupción y malversación mientras estuvo en el Gobierno.
La misión de la dictadura de Áñez es sacar del camino a Arce y al MAS, para así convocar a elecciones sin que el pueblo boliviano tenga un verdadero candidato que los represente, y de esa manera formalizar la dictadura con la realización de un proceso electoral amañado que les de el manto de supuesta democracia.
Es así como ya se inició un proceso judicial contra Arce ante una denuncia ejecutada por la dictadura. De esa manera, este lunes -20 de julio-, la Fiscalía boliviana admitió una denuncia gubernamental de presunta corrupción contra el exministro de Economía y candidato presidencial.
«La denuncia ya fue aceptada por el Ministerio Público, por lo que los denunciados tendrán que presentarse en los próximos días para declarar», declaró el gerente de la Gestora Pública de pensiones, Sergio Flores, principal acusador.
La Gestora Pública, respaldada por el Ministerio de Economía, acusa a Arce de un presunto daño económico de hasta 14 millones de dólares por la demora en la estatización de las administradoras de los fondos de pensiones (AFP) que operan en Bolivia desde la década de 1990.
¿Por qué la dictadura de facto quiere judicializar a Luis Arce?
Recientemente, Arce ofreció una entrevista a El Destape, en la que abordó distintos temas esenciales para entender lo que sucede en Bolivia y lo que su candidatura representa para el futuro de los bolivianos, quienes deberán elegir entre dar continuidad a la revolución que inició en 2006, o la perpetuidad de una dictadura de extrema derecha ultracatólica, que en menos de un año ha demostrado ser incompetente, xenófoba, aporofóbica y censuradora.
Las elecciones, ahora fijadas para el próximo 18 de octubre, definirán ese camino de Bolivia, entre el lamento o el desarrollo, en un contexto de crisis sanitaria, social y política provocada por el mal manejo de Áñéz de la coyuntura de la pandemia por la COVID-19.
A continuación la entrevista:
Periodista: ¿Cuál es el panorama del proceso electoral, teniendo en cuenta que es organizado por un gobierno surgido de un golpe político?
Arce: El panorama electoral está muy complicado, no solo políticamente hablando. Los problemas sanitarios y económicos han profundizado la crisis social. Entonces, se hace imperiosa que la solución a esas dos crisis, la sanitaria -precipitada por el mal manejo de la pandemia– y la económica surjan desde un proceso democrático legítimo.
En lo estrictamente electoral es evidente que el gobierno de facto intenta instaurar un clima de proscripción. Primero, han exacerbado los ataques mediáticos y persecuciones judiciales a los principales candidatos del MAS. Todas las semanas, de forma sistemática, la Justicia y la prensa adicta al gobierno, que es la gran mayoría, generan un acto difamatorio contrario a los principales referentes de nuestra fuerza.
Incluso, con el propio compañero Evo (Morales) salió semanas atrás una dura acusación (donde la Fiscalía General le adjudica organizar actos de sedición desde su temprano exilio en México) sin ningún tipo de pruebas ciertas.
Periodista: ¿Verían con buenos ojos un compromiso del Gobierno argentino en el monitoreo del proceso electoral? ¿Qué otros organismos internacionales deberían participar en dicho control, teniendo en cuenta el papel cómplice de la OEA en el golpe?
Arce: Al margen de las delegaciones de la región que puedan venir, estamos interesados en que participe una delegación de la propia Unión Europea, sería bienvenida también una participación de la Fundación Carter, igual pensamos sobre la Fundación del Papa Francisco. Son bienvenidas todas las organizaciones que puedan ayudar a la transparencia del proceso electoral.
Periodista: ¿La fecha del 6 septiembre sigue firme? ¿Considera que, ante el primer puesto del MAS en los sondeos, la derecha buscará articular un frente electoral unido?
Arce: Hay dos tendencias visibles en la derecha boliviana. Un sector entiende en que van a salir derrotados si concurren a elecciones durante el presente año. Ese sector percibe que cuanto más lejos sea la convocatoria electoral mejor para ellos. Esa lectura es liderada por el líder golpista Luis Camacho. Otro sector, sin embargo, confía en ganar las elecciones y quieren realizarlas este año.
Periodista: Es probable que el MAS gane la elección, pero la instancia de balotaje es igualmente cierta. ¿Qué estrategia electoral se debe dar para triunfar en un escenario de segunda vuelta?
Arce: Para nosotros, no sería nada extraño que toda la derecha se una en el balotaje. Defienden el mismo proyecto, ya han estado implicados todos en el golpe político militar de octubre. Nosotros, por supuesto, lo que estamos haciendo es diseñar una propuesta económica fundamental para resolver los problemas de los más humildes. La estrategia que tenemos, en principio, es recordar nuestra gestión económica.
Hoy Bolivia padece una crisis económica, la desocupación y la pobreza han aumentado. Esos datos nos preocupan porque implican un retroceso al camino que hicimos durante 14 años siendo gobierno. La propuesta es generar una Bolivia industrializada, dar valor agregado a los recursos naturales que tenemos, queremos que el Estado se ponga al frente de los recursos naturales.
Todo lo que pueda aportar Evo es bienvenido, pero el que va a tomar las decisiones seré yo.
Periodista: ¿Por dónde pasaría la agenda de cambios en un nuevo gobierno del MAS? ¿La defensa del recurso del litio ocuparía un lugar relevante?
Arce: La industrialización de nuestros naturales será un capítulo central en un nuevo gobierno del MAS. El gobierno de Áñez paralizó todo lo que habíamos hecho en el proceso de nacionalización del litio, buscó en todo momento dejar sin efectos contratos de exploración suscriptos por nosotros, una cuestión que no les compete porque un gobierno en transición no puede tomar esas decisiones. Ahora, evidentemente, cuando seamos gobierno nos tenemos que dar una política de más largo plazo para la explotación de este recurso.
Periodista: La conducción de la derecha es un poliedro. La presidenta interina Jeanine Áñez, el dirigente Carlos Mesa, el líder cívico Luis Camacho, cada uno de perfil e influencia disimiles. ¿Quién lidera el bloque conservador?
Arce: En realidad no existe un liderazgo nítido de la derecha entre las siete u ocho organizaciones que, además del MAS, participarán del proceso electoral. Cada sector está jalando para su propia cuenta, cada referente está divorciado de los intereses del otro. Yo creo que están esperando ver quién obtiene el segundo lugar en los comicios, porque ese resultado le dará a ese candidato el mérito suficiente para liderar al conjunto de los partidos en la instancia del balotaje. Sin embargo, es una especulación, hay que esperar qué tipo de respuesta articula la derecha, sus pasos aún son confusos.
Periodista: ¿Es probable que Añez renuncie a su candidatura para dar su apoyo a Mesa?
Arce: Es una posibilidad. Pero hay que ver, el Gobierno aparece cada vez más envuelto en casos de corrupción, y a la vez han tomado deuda internacional para demostrar capacidad de gestión. Entonces, no veo tan claro que Áñez tenga la voluntad de renunciar a su candidatura.
Periodista: ¿Hasta dónde llega la injerencia de Estados Unidos en la orientación del gobierno golpista?
Arce: La injerencia es notoria, tanto como se daba previo a la llegada de Evo Morales al gobierno. La injerencia se evidencia a partir de la reinstalación operativa de la DEA en el territorio nacional, pero también a través del tutelaje de cooperación internacional. Además, vemos una presencia y una influencia muy notoria del embajador estadounidense.
Periodista: ¿Qué rol juega, y jugará, en un hipotético nuevo gobierno del MAS, el expresidente Evo Morales? ¿Hubo autocrítica sobre lo sucedido en octubre?
Arce: El compañero es el presidente del MAS por designio de un ampliado nacional del partido constituido en Cochabamba, en dicho ampliado además se lo facultó como jefe de campaña del partido para el actual proceso electoral. Sobre la autocrítica de no haber previsto el golpe y el haber insistido en la repostulación presidencial, fue el propio Evo quién reconoció no haber hecho un buen cálculo político en una entrevista reciente dada en Argentina. Todo lo que pueda aportar Evo en la campaña es bienvenido por la experiencia política que tiene, pero también queda claro que cuando mañana nos toque dirigir el país quien va a tomar las decisiones de gobierno soy yo.
Te puede interesar…