No lleva ni 15 días en la presidencia de Uruguay y Luis Lacalle Pou ya anunció un plan neoliberal de ajustes que incluye el aumento de los servicios de electricidad, agua y telecomunicaciones, con la excusa de reducir el déficit fiscal.
La subida de precios impuesta por el nuevo Gobierno a través del llamado «tarifazo», que entrará en rigor a partir del próximo 1 de abril, representa un incremento de 10,5 % a los servicios de energía, 10,7 % a los servicios sanitarios y 9,78 % a los de comunicaciones.
Se trata de aumentos por sobre la inflación, la cual en los 12 últimos meses fue de 8,32 %, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas de Uruguay (INE).
Para tratar de apaciguar los ánimos, Lacalle Pou manifestó que los aumentos de las tarifas de agua corriente, energía eléctrica y telecomunicaciones se encuentran “por debajo de los costos de las empresas públicas”.
Asimismo, para tratar de justificar la magnitud del incremento argumentó que el anterior gobierno del Frente Amplio no realizó el ajuste de las tarifas correspondiente a enero, tal y como ocurrió entre 2015 y 2018.
“En enero hubo inacción u omisión del gobierno para subirlas”, afirmó.
“Queda claro que no vamos a utilizar el ajuste como forma de tapar el agujero que generaba el Gobierno con su malgasto excesivo”, subrayó el derechista.
No subirá el precio del combustible
Para evitar un mayor impacto negativo en el pueblo uruguayo, Lacalle Pou optó por postergar el aumento del precio de los combustibles.
Indicó que tomó la decisión debido al descenso abrupto del costo del petróleo, por lo que aguardará confirmar nuevas compras de crudo a futuro con el nuevo precio.
Explicó que la estatal Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) “ya había comprado petróleo para el primer semestre del año al precio anterior a la caída”.
“El trabajo de estos días en la compra del mercado futuro que nos permitió adquirir para los próximos seis meses puede llegar a resultar en que la adecuación en el precio sea bastante menor a la que planificábamos”, adelantó.
Asimismo, el Mandatario anunció un incremento en el IVA para las compras con tarjeta de débito -en vez de devolver al consumidor cuatro puntos, ahora serán dos- y en los gastos con tarjetas de crédito en restaurantes, donde se devolvían nueve puntos de IVA y ahora serán cinco.
Por su parte, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, alegó que la llamada “adecuación tarifaria” de ninguna manera es un tarifazo», ya que se realiza “por debajo de la evolución de costos para cada una de las empresas”, y con el objetivo de “reactivar la economía y generar mayores puestos de trabajo”.
El plan de ahorro
El paquete neoliberal de Lacalle Pou incluye también “una serie de decretos con los cuales comenzará un plan de ahorro en el Estado”, con el que espera eliminar en su primer año de gobierno hasta 900 millones de dólares en partidas presupuestadas, sin afectar áreas sensibles, tal y como prometió en su campaña electoral.
Señaló que su administración está decidida a contener el gasto del Estado, ahorrando, al menos, el 15% de los gastos de funcionamiento e inversiones; excluidas las partidas salariales.
El decreto establece que se podrá llenar solo una de cada tres vacantes que se generen en su ejercicio, excluyendo de esta disposición al personal docente, personal técnico y especializado de la salud y al personal del Ministerio del Interior.
Además, se prohíbe la renovación automática de los vínculos de servicios personales de carácter temporal que no sean funcionarios públicos.
«También se solicitará a las instituciones públicas o privadas que reciben subsidios o subvenciones, presentar sus compromisos de gestión a los ministerios correspondientes y a la Comisión de Compromisos de Gestión antes del próximo 30 de abril”, refirió El País de Uruguay.
También acordó con los ministros comenzar a “delinear algunas auditorías”, las cuales serán acotadas en el tiempo por la escasez de recursos.
Rompiendo promesas electorales
Los anuncios dieron inicio a un intenso debate político en el que su Gobierno salió defender el “tarifazo”, argumentando que la decisión es producto del mal manejo del equipo económico de los últimos tres gobiernos del Frente Amplio (FA).
Por su parte, desde la nueva oposición, los dirigentes de la coalición de izquierda, criticaron las medidas neoliberales, argumentando que afectarán el bolsillo de la población, y acusaron a Lacalle Pou de “mentir” en su campaña electoral.
“Quienes prometieron ajustarse el cinturón se lo ajustaron a la inmensa mayoría. Subiendo impuestos, cosa que explícitamente habían negado. Y además, tarifas por encima de la inflación. Así es fácil ahorrar”, señaló en su cuenta de Twitter la senadora y candidata del FA a la Intendencia de Montevideo, Carolina Cosse.
“Están haciendo el más fuerte incumplimiento no sólo de una promesa electoral, sino de un elemento principal de crítica de la oposición (actual Gobierno) por lo menos en los últimos 10 años; cada vez que hubo que ajustar las tarifas, por más que estas evolucionaron por debajo de la inflación y del índice medio de salarios, la postura sistemática de la oposición fue que eso era un tarifazo”, expresó el senador Óscar Andrade, quien fue precandidato por el Frente Amplio.
“¿Alguien cree que vamos a salir de este proceso de cierre de empresas con más carga tributaria? La opción es bien clara: más plata en el Estado, menos plata en la gente; menos plata en el Estado es más plata en la gente. Es simple”, agregó.
En tanto, el senador Charles Carrera, también del Frente Amplio, sostuvo: “Tenían directores en organismos públicos; siempre hacían críticas a la gestión de las empresas públicas; ahora son gobierno, prometieron a la población que iban a bajar las tarifas y ahora lo que están haciendo es subirlas. Por tanto, están contradiciendo su propio discurso de campaña”
El secretario general del Partido Comunista, Juan Castillo, dijo a El País que “duró demasiado poco la promesa electoral” de no subir tarifas. “Uno estaba acostumbrado a que decían una cosa y practicaban otra, pero la disimulaban más en el tiempo. Ahora no disimularon”, indicó.
Por tanto, Castillo lamentó que la carga impositiva la paguen “los más humildes”.
En la misma línea, el senador del Partido Comunista Óscar Andrade preguntó en su cuenta de Twitter: “¿En qué parte de la campaña electoral la coalición planteó subir el IVA?”. “Hablemos por lo claro, le mintieron a la gente”, acotó.
Por su parte, el secretario general del Partido Socialista, Gonzalo Civila, dijo a El País que el Gobierno de Lacalle Pou dio “una gran voltereta”.
“No pasaron dos semanas de gobierno y en un solo anuncio incumplieron dos promesas electorales”, señaló.
Asimismo, denunció que “las tarifas aumentan por encima de la inflación y por la vía de los hechos incrementan un impuesto al consumo”.
“Es un camino regresivo que generará efectos negativos sobre el salario de los trabajadores y tendrá impactos recesivos”, aseguró, al tiempo que cuestionó que el ajuste sea anunciado como “medidas de reactivación” para la economía.
A su vez, el exsubsecretario de Economía Pablo Ferreri planteó que la reducción de la devolución de IVA constituye “una suba de impuestos”.
¿Más tarifazos?
Varios analistas ya han advertido que el aumento de las tarifas y el plan de ahorro son apenas el principio del paquete de medidas neoliberales que prevé aplicar Lacalle Pou como parte de su programa económico.
Para el economista Aldo Lema, con la aplicación de estos ajustes “es poco probable que el rendimiento (para abatir el déficit), en el mejor de los casos, sea mayor al 0,5 % del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a una cifra de 273 millones de dólares, muy por debajo de los 900 que prometió el Mandatario.
Otros analistas advierten que si el ajuste en el gasto de funcionamiento e inversiones fuera lineal de 15 % , algo que consideran “muy difícil” de lograr, impactaría al 0,7 % del PIB, es decir unos 382 millones de dólares.
Para llegar a 900 millones de dólares de ahorro prometidos en la campaña electoral, “habrá más medidas por decretos y en la ley de Presupuesto”, reveló a El País un integrante del Gobierno derechista.
Mientras tanto, Lacalle Pou sostuvo que “el horno no está para bollos”, y en vez de asegurar que no aplicará más medidas neoliberales, se limitó a decir que “si no pasa nada, no habrá otro aumento hasta enero del año próximo”.