“Es la peor experiencia que he tenido en toda mi vida”. Así relató José Francisco Hernández el ataque armado que sufrieron decenas de estudiantes a manos del ejército mexicano la tarde del 2 de octubre en 1968 en Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas.
En el referido año, Francisco era estudiante de la Escuela de Ingeniería de la entonces Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
Relató que al igual que diversos sectores de la población, muchos de sus compañeros de la UAP se fueron sumando poco a poco a las manifestaciones organizadas en su mayoría por estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Recordó que días antes al 2 de octubre, él y sus compañeros organizaron su viaje a la Ciudad de México para el mitin organizado en la Plaza de las Tres Culturas, sin saber lo que les esperaba.
«Aquí en Puebla los jóvenes poco a poco nos fuimos solidarizando con los compañeros de la UNAM y el Poli, por todo lo que estaba sucediendo en el DF, por eso no dudamos en planear nuestros viajes para estar con ellos»
El contingente de la UAP, según dijo Francisco, llegó aproximadamente a las 10:00 horas a la Ciudad de México para asistir al mitin organizado en Tlatelolco.
Afirmó que minutos antes del mitin, la Plaza ya estaba llena de personas de diferentes puntos del país que se sumaron al llamado del Consejo Nacional de Huelga.
Lo que Francisco, sus compañeros y todos los asistentes no esperaban es que momentos después, un helicóptero lanzaría tres luces de bengala para ordenar el ataque.
«Desde antes de que iniciará (el mitin), la plaza ya estaba repleta de gente de todos lados, era impresionante, todo iba bien, pero de repente, aparece el helicóptero disparando las bengalas y luego luego comenzaron a dispararnos».
De inmediato, todos los asistentes intentaron escapar, pero Francisco mencionó que los militares y los tanques del ejército acorralaron a los estudiantes.
Para su fortuna, Francisco fue uno de los sobrevivientes en Tlatelolco, pero no fue fácil para él esconderse y regresar a Puebla.
«La verdad es que yo tuve mucha suerte, me fui del otro lado de la Plaza, había una esquina a la que todos corrimos, a los que iban atrás les pegaron las balas y a los que iban hasta adelante los fueron agarrando los militares, cuando por fin salimos de ahí, un compañero del Poli (Politécnico), nos dio asilo a varios de nosotros»
Al día siguiente Francisco y dos de sus compañeros regresaron a Puebla, cuando fueron a clases la semana siguiente, se enteraron que algunos de los estudiantes que fueron a la Ciudad de México estaban desaparecidos.
«Nunca me imagine vivir algo así, es la peor experiencia que he tenido en toda mi vida, no lo he podido olvidar, fue algo que a mí en lo particular me dolió mucho y hasta la fecha me sigue doliendo»
“¡Nunca tuvimos justicia!”
Por su parte, Félix Hernández Gamundi, quien en ese entonces era estudiante del Instituto Politécnico Nacional e integrante del Consejo Nacional de Huelga, lamentó que a 54 años de aquella masacre no existan cifras exactas del número total de víctimas.
Incluso, señaló que los medios de comunicación “oficialistas” como Televisa “tuvieron la orden” de “minimizar” lo sucedido en Tlatelolco, con la finalidad de proteger la imagen del gobierno mexicano previo a los juegos olímpicos que comenzarían días después.
Al respecto, Hernández Gamundi acusó al presidente Gustavo Díaz Ordaz y a su secretario de gobernación, Luis Echeverría Álvarez, de “orquestar un genocidio en contra” de la sociedad mexicana, con el argumento de “proteger la soberanía nacional”.
«Ninguno de nosotros nos esperábamos que sucediera algo como eso, lo que pasó el 2 de octubre en Tlatelolco fue un genocidio en contra de todo el pueblo de México orquestado por Díaz Ordaz y Luis Echeverría, fue una demostración de impotencia y de incapacidad política porque no pudieron tener un diálogo con los estudiantes, por eso, ellos nos respondieron con las armas”
A pocos días de cumplirse el primer año de la «Matanza de Tlatelolco», durante su quinto informe de labores presentado el 1 de septiembre de 1969 en el Congreso de la Unión, Gustavo Díaz asumió en su discurso su responsabilidad en los hechos del 2 de octubre de 1968.
«Asumo íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del año pasado”
No obstante, Hernández Gamundi, lamentó que tanto Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez murieran el 15 de julio de 1979 y el 8 de julio de 2022, respectivamente, “sin pagar” por el “crimen de Estado” que ambos cometieron el 2 de octubre de 1968.
“Para mí, lo que ellos hicieron fue un acto de traición brutal en contra de nuestro movimiento estudiantil, en contra de la sociedad, en contra del pueblo, una traición que caló hondo en muchos de nosotros, una traición por la que nunca tuvimos justicia”
Comité 68 convoca a marcha
Como cada año, el Comité 68 convocó a una marcha para este domingo 2 de octubre en la Ciudad de México a fin de conmemorar los 54 años de la Matanza de Tlatelolco.
Este año, la manifestación comenzó a las 12:00 horas en la Plaza de las Tres Culturas, de donde se dirigió al Zócalo de la Cuidad de México, en donde exigieron «verdad y justicia».
El Comité invitó a estudiantes de instituciones de educación superior públicas y privadas de todo el país a sumarse a la movilización.
Foto: Agencia Enfoque