Así lo reveló un estudio: Metro de Nueva York sembró el COVID-19 en Estados Unidos

Independientemente de que existan o no evidencias contundentes que prueben que este sistema de transporte es un canal activo de expansión del SARS-CoV-2, el temor se ha apoderado de los habitantes

Así lo reveló un estudio: Metro de Nueva York sembró el COVID-19 en Estados Unidos

Autor: Leonardo Buitrago

Nueva York es el epicentro de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, con más de 360.000 casos positivos y 20.000 muertes. Varios analistas advierten que el causante de estas alarmantes cifras podría ser el Metro de la ciudad.

El economista Jeffrey Harris publicó el estudio: ‘El Metro sembró la masiva epidemia de coronavirus en la ciudad de Nueva York’, en el que señaló a este medio de transporte como el claro foco de difusión de la COVID-19 desde que se inició la pandemia y repuntó en la urbe que registra el 25 % de los 1,5 millones de contagiados en Estados Unidos.

Harris sustenta su teoría en el hecho de que antes de la pandemia un promedio de 5,5 millones de personas usaban diariamente el Metro, un sistema que cuenta con 469 estaciones y 1.062 kilómetros de vías primarias en servicio, lo que supondría un soporte para una propagación masiva de la enfermedad.

El economista Jeffrey Harris publicó el estudio: ‘El Metro sembró la masiva epidemia de coronavirus en la ciudad de Nueva York’ . Foto: Reuters.

El analista cotejó los datos de uso del transporte subterráneo con las infecciones de cada barrio de la ciudad y aseguró que éste habría sido un foco de expansión del SARS-CoV-2.

Argumentó que el reciente aplanamiento de la curva tiene que ver con la reducción del uso de este medio de transporte en casi 70 % en Nueva York, una medida básica para poder comenzar a controlar la enfermedad. 

El Metro cierra operaciones entre la 1:00 y las 5:00 de la madrugada para desinfectar los vagones. Foto: Reuters.

De hecho, desde el pasado 6 de mayo el sistema tomó la decisión -por primera vez en 115 años- de interrumpir el servicio de 24 horas y cerrar los túneles cada noche, entre la una y las cinco de la madrugada, para que los operarios limpien los trenes en profundidad. Esta medida, además de afectar el transporte, deja sin refugio a centenares de personas sin hogar.

En 2015, científicos descubrieron en los vagones un gran número de gérmenes de los que hasta entonces se desconocía su existencia. Foto: AP.

Vagones llenos de gérmenes

Harris no es el primero que señala al Metro de Nueva York como un riesgo para la salud de la población. En 2015, científicos descubrieron un gran número de gérmenes de los que hasta entonces no se sabía de su existencia, tras un amplio análisis de las zonas comunes del sistema de transporte subterráneo, talescomo asientos, barras y soportes de los vagones.

Un porcentaje muy alto de estos gérmenes (casi el 30 %) no poseían un sistema de tratamiento descubierto contra ellos.  Además, se encontraron elementos relacionados con el ántrax y la peste bubónica.

“Este vasto ecosistema urbano es un recurso valioso que requiere vigilancia para mantenerlo y asegurarlo contra actos de bioterrorismo, perturbaciones medioambientales y brotes de enfermedad”, advirtió la investigación dirigida por el doctor Christopher E. Mason, de la Universidad de Cornell.

Algunos analistas señalan que no existen datos suficientes para asegurar que fuera el Metro un medio de propagación del COVID-19. Foto: El Universo.

¿La culpa es del metro?

El estudio de Jeffrey Harris causó preocupación en Estados Unidos, pero varios científicos han expresado dudas sobre sus conclusiones y señalan que no se aportan datos suficientes para poder asegurar que haya sido el Metro el medio de propagación de la enfermedad.

«Su estudio argumenta que el aplanamiento de la curva está asociado con la caída en el uso del Metro. Pero la caída en el uso del Metro está asociada con las medidas de distanciamiento social”, indicó Philip Cooley, experto en biología computacional de RTI International, institución científica sin fines de lucro.

“Es difícil separar la causa y efecto en esta situación”, explicó en declaraciones a El Confidencial.

Cooley lleva más de 40 años estudiando la propagación de diferentes patógenos. En 2009, descubrió que, en Nueva York, el 4,4 % de los contagios de la gripe H1N1 se había dado en el sistema Metro.

Sin embargo, aclaró que este cálculo todavía no se puede hacer con el nuevo coronavirus debido a la falta de información. “

«La diferencia más importante entre el patógeno de 2009 y este, es que en 2009 teníamos una estimación de la inmunidad adquirida”, destacó-.

“Los niños no tenían defensas contra esa gripe, pero los adultos tenían una inmunidad sustancial, no se infectaban tanto, de ahí el ratio relativamente bajo de 4,4% en el metro”, acotó. Asimismo, ante la «falta de pruebas», el científico se niega a culpar al metro neoyorquino.

Hay tres sistemas de metro sustancialmente más grandes que el de Nueva York y nunca se han relacionado específicamente con la gripe o el COVID-19. Creo que es una propuesta interesante decir que el Metro jugó un papel en la propagación del coronavirus, pero, en las conversaciones que he visto, ciertamente no se ha probado”.

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Otros investigadores, como el matemático Alon Levy, también se refieren la falta de evidencias científicas para señalar al Metro con una agente propagador del virus. “El Metro probablemente no es la razón por la que Nueva York es una zona de desastre”, señaló.

Levy separó la posible incidencia del virus entre los pasajeros y de contagio entre los empleados del sistema de transporte. “El contagio en el trabajo no es igual que el contagio durante el viaje”, aseguró.

De hecho, al menos un centenar de trabajadores del Metro han perdido la vida y más de 2.500 han dado positivo de COVID-19. Estos índices son superiores a los de los trabajadores de primeros auxilios.

Más de 400.000 personas han abandonado Nueva York durante la pandemia. Foto Telesur.

El miedo se apoderó de Nueva York

Independientemente de que existan o no evidencias contundentes que prueben que el Metro es un foco activo de expansión del SARS-CoV-2, el temor se ha apoderado de los habitantes de Nueva York.

Más de 400. 000 neoyorquinos, sobre todo residentes de los barrios más adinerados, habrían dejado la ciudad durante la pandemia del coronavirus, según un estudio basado en localización de teléfonos móviles publicado por The New York Times.

Las estimaciones del periódico, basadas en datos facilitados por una empresa de análisis de geolocalización, apuntan a que 5 % de los habitantes de la Gran Manzana -alrededor de 420.000 personas- dejaron la urbe entre el 1 de marzo y el 1 de mayo, reseñó EFE.

El estudio, basado en los movimientos de una muestra representativa de la ciudad, muestra además cómo las zonas más pudientes son las que se han vaciado, mientras que en las más humildes muy poca gente ha abandonado la urbe.

A medida que baja la curva de contagios, con las hospitalizaciones de vuelta a los niveles de marzo y cinco veces menos fallecimientos diarios que hace un mes, la ciudad estudia la reapertura.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que espera cumplir los requisitos estatales para comenzar la reapertura de los cinco distritos de la Gran Manzana en la primera quincena de junio.

Sin embargo, adelantó que esta reapertura será imposible sin el sistema de Metro, un motivo por el cual se corre el riesgo inminente de que aumenten los contagios.

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