Cinco años de impunidad se cumplen este martes con relación al caso del doble homicidio que aún conmociona a Brasil y en el que fueron vilmente asesinados y a sangre fría la defensora de derechos humanos y concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Marielle Franco, y su chofer Anderson Gomes.
En medio de los reclamos de justicia para Marielle y Anderson, y las demandas de activistas, políticos y movimientos sociales para que el caso no quede en la impunidad, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró su compromiso de averiguar quién mandó a matarlos.
«Hoy, al lado de la compañera Anielle Franco (hermana de Marielle y actual ministra de Igualdad Racial de Brasil), reforcé el compromiso ya firmado por el ministro (de Justicia y Seguridad Pública), Flávio Dino, de sumar todos nuestros esfuerzos para descubrir quién mandó a matar a Marielle Franco. Justicia por Marielle y Anderson», expresó Lula a través de Twitter.
Por su parte, Anielle Franco agradeció al Gobierno de Lula por el interés que ha mostrado en hacer justicia sobre el doble homicidio, ya que, a su juicio, resolver el caso de Marielle «es un deber de la democracia».
«Creo que mientras no podamos responder quién ordenó el asesinato de mi hermana, seguiremos en ésta frágil democracia«, dijo la ministra, citada por RT.
«Es muy importante y muy significativo para nosotros como familia, tener un Gobierno que, de hecho, se preocupa por el caso, y que cada vez se ha mostrado más dispuesto a colaborar para que podamos averiguar quién ordenó el asesinato de mi hermana», agregó la también educadora y fundadora del Instituto Marielle Franco.
Además del compromiso de Lula y del propio ministro de Justicia para esclarecer el doble homicidio, el Gobierno de Brasil declaró el 14 de marzo, fecha en que fueron asesinados Marielle y Anderson en el año 2018, como el Día Nacional contra la Violencia Política por Raza y Género.
¿Cómo asesinaron a Marielle y a su chofer?
Marielle, quien también era madre, feminista, LGBT+, negra y de favela, fue acribillada a balazos el 14 de marzo de 2018 junto a su chófer Gomes cuando regresaban a casa tras un acto político. La activista tenía 38 años y el conductor 39.
En el vehículo también se encontraba la asistente de prensa de la concejala, quien en medio de la balacera logró salvarse. La muerte de Marielle causó una profunda conmoción en la sociedad brasileña, y desde entonces su figura, ideas y acciones la han convertido en icono y ejemplo de lucha de los sectores históricamente marginados.
Tras cinco años de su muerte, aún la sociedad brasileña se pregunta: ¿Quién mandó a matar a Marielle?, y sobre todo, ¿por qué?. Esas interrogantes han sido claves para las investigaciones que buscan hacer justicia, sobre todo en un caso que se presume podría tener motivaciones políticas.
Desde que fueron asesinados Marielle y Anderson, el caso lo han manejado diversos inspectores de la Policía Civil y fiscales del Ministerio Público de Río de Janeiro, que juntos suman por lo menos 15 funcionarios que dirigieron las investigaciones sin resultados, una situación que causa angustia en los familiares de las víctimas y el resto de la sociedad.
A inicios de enero pasado, el ministro Dino se comprometió con Anielle y su madre a que el crimen sería «definitivamente esclarecido», porque se ha convertido en «una cuestión de honor para el Estado brasileño«, que está empeñado en «hacer todos los esfuerzos posibles y apropiados» para resolverlo, apuntó.
¿Qué se sabe del caso de Marielle?
De momento solo hay dos sospechosos de participar en el crimen, ambos expolicías militares que ya fueron detenidos: Ronnie Lessa, de 48 años, presunto francotirador, y Elcio de Queiroz, de 46 años, acusado de conducir el vehículo que persiguió a la concejala.
La semana pasada, la Policía Militar de Río de Janeiro expulsó a Ronnie Lessa de sus filas, el exagente acusado del asesinato. Según un boletín interno que difundió la prensa local, Lessa, preso desde marzo de 2019, incumplió los «preceptos éticos y legales» que los funcionarios deben desempeñar.
«Las aludidas conductas cometidas suponen un desprecio al servicio policial militar y a sus compañeros, que mancha de manera irreparable la imagen de la corporación», dice el texto. Lessa, además, fue condenado en 2021 a cuatro años y medio de cárcel por ocultar pruebas que estarían relacionadas al caso.
En 2022, el expolicía fue condenado en otro proceso a 13 años y seis meses más de prisión por comercio ilegal de armas. Según el Ministerio Público de Río de Janeiro, Lessa y otros acusados —entre ellos, el también expolicía militar Elcio de Queiroz— arrojaron al mar las armas que se utilizaron en los asesinatos y que nunca llegaron a encontrarse.
Reclamos de justicia
Además de las actividades de calle realizadas en Brasil, sobre todo en Río de Janeiro, donde elevaron una estatua en su honor, los reclamos por justicia también se hicieron presentes en las redes, donde recuerdan a Marielle por su lucha y legado.
Organizaciones sociales, políticos, activistas, medios alternativos, así como ciudadanos de Brasil, Latinoamérica y el mundo recuerdan la lamentable fecha de su muerte y coinciden en que ya es tiempo de esclarecer el crimen.
«¡5 años es demasiado tiempo! Los cambios en las investigaciones por las muertes de Marielle y Anderson denuncian la indiferencia del gobierno hacia la delincuencia. ¡Basta!», expresó la oficina de Amnistía Internacional en Brasil.
El Movimiento Anticapitalista de Chile también exigió justicia para Marielle y señaló que su asesinato se produjo por investigar la intervención militar en las favelas de Río, y sobre todo, «por ser de izquierda, socialista, mujer, negra y lesbiana».
De igual forma el Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medio Ambiente en Chile señaló que Franco fue asesinada durante el Gobierno de Jair Bolsonaro tras denunciar la militarización de las favelas. «Nos sumamos a la demanda por justicia y verdad en su caso, que se mantiene impune».
Una venezolana llamada Carmín, que se define como «negra» y «cimarrona», recordó que la activista brasileña fue «criada en uno de los barrios más emblemáticos de Río de Janeiro» y que «su potencia y carisma indicaban que era una de las políticas más prometedoras de Brasil, enfrentándose a mafias y políticos corruptos».
Otros apoyos a la lucha de Marielle y demandas por justicia se hicieron desde países como Argentina, donde se reportaron homenajes para recordar su legado.
En las múltiples manifestaciones contra la impunidad en este caso, sobresale la pregunta: ¿Habrá justicia para Marielle Franco y Anderson Gomes?
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