Jair Bolsonaro es uno de los líderes mundiales que no reconoce la victoria de Joe Biden en las elecciones estadounidenses. El mandatario brasileño es un confeso admirador y creyente de su homólogo norteamericano, Donald Trump. Por eso, asumir que este perdió es prácticamente una derrota para el sistema de gobierno que ambos defienden y ejecutan.
En medio de ese resentimiento por la derrota de su “ídolo”, sufrió una más directa y certera en su propio país. Brasil celebró elecciones municipales este domingo 15 de noviembre. En el proceso, los candidatos que Bolsonaro defendió desempeñaron un papel lamentable.
Precisamente, estos comicios ofrecieron una oportunidad electoral para evaluar el apoyo del movimiento antisistema de Bolsonaro. Recordemos que desde su victoria en 2018, su popularidad va de mal en peor, agravándose tras la pandemia.
Por un lado, los electores propinaron dolorosas derrotas a los candidatos de Bolsonaro en ciudades clave. Por el otro, hicieron resurgir a importantes políticos de los partidos tradicionalmente dominantes.
Medios brasileños replicaron unas palabras del comentarista político Josias de Souza, quien trató de explicar los resultados. “La ola de extrema derecha que llevó a Bolsonaro a la presidencia se convirtió en una onda expansiva en 2020”.
El polémico jefe de Estado había respaldado a candidatos de ultraderecha en seis capitales estatales. Al final, cuatro de ellos sufrieron fuertes derrotas.
Cuatro derrotas dolorosas en estas elecciones
En la ciudad amazónica de Manaus, un amigo de cuatro décadas llamado Alfredo Menezes terminó quinto. Luego, en Recife, Patrícia Domingos, a quien Bolsonaro había prometido libraría del «comunismo» esa región, quedó en cuarto lugar.
En Belo Horizonte, la tercera ciudad más importante del país, un amigo y activista conservador de 23 años llamado Bruno Engler, fue derrotado por Alexandre Kalil, quien obtuvo más del 63 % de los votos.
Pero, su peor derrota la vivió en São Paulo, la ciudad más grande y económicamente poderosa de Brasil. Allí, Celso Russomanno fue derrotada por el titular de centro derecha, Bruno Covas, y el candidato de la izquierda, Guilherme Boulos. Ambos se enfrentarán en una segunda vuelta el 29 de noviembre.
“Hemos vencido a Bolsonaro. Hemos vencido su proyecto de odio, atraso y mentiras que pretendía echar raíces en São Paulo”. Así celebró Boulos la aplastante derrota del elegido por el presidente. Por su parte, el vigente gobernador de São Paulo, João Doria, afirmó: «La democracia ganó y Bolsonaro perdió».
Ahora, en la segunda ciudad más importante, Río de Janeiro, el alcalde evangélico, Marcelo Crivella, irá a segunda vuelta. Sin embargo, medios como Brasil de Fato auguran su derrota.
Los brasileños dicen: No más Bolsonaro
En otras ciudades de menor tamaño e importancia económica también hubo derrotas humillantes o contratiempos para candidatos vinculados a Bolsonaro.
El primo del presidente, Marcos Bolsonaro, logró solo 1.340 votos, el 4 % del total, en su intento por convertirse en alcalde de la localidad de Jaboticabal. La exesposa del presidente, Rogéria Nantes Braga, no logró convertirse en concejal de Río, después de recibir solo 2.033 votos.
El hijo de Bolsonaro, Carlos, consiguió un segundo mandato en el ayuntamiento de Río. Sin embargo, recibió 36.000 votos menos que en las últimas elecciones y perdió su título de concejal más votado ante un socialista.
En la ciudad sureña de Brusque sucedió algo que rayó en lo ridículo. Un aspirante a concejal trató de aumentar sus posibilidades al postularse bajo el nombre de “Donald Trump Bolsonaro”. Al final solo obtuvo 107 votos, el 0,7 % del total, y terminó en el puesto 128.
Qué dijo el presidente
Al igual que Trump, Bolsonaro intentó cambiar la narrativa y dar vuelta a la realidad. Alegó que los resultados eran “un buen augurio” para sus posibilidades de reelección en 2022 y, además, “una derrota histórica” para la izquierda. Los medios brasileños se preguntaron de forma retórica: ¿qué elecciones vio el mandatario?
En tanto, la mayoría de los analistas políticos entrevistados por la prensa coincide -reseña The Guardian- en que sucedió todo lo contrario a lo expresado por Bolsonaro. Por ejemplo, destacan que en estos comicios surgió una nueva generación de políticos de izquierda que se desempeñaban correctamente.
Además de Boulos, de 38 años, también destacaron otras figuras de la izquierda. Manuela D’Ávila (39) avanzó a segunda vuelta por la alcaldía de Porto Alegre como candidata del Partido Comunista.
Marília Arraes (36) avanzó a segunda vuelta en la prefectura de Recife, como candidata del Partido de los Trabajadores. Competirá contra João Campos (26), candidato por el Partido Socialista Brasileño.
Asimismo, Monica Benício, de 34 años, fue elegida para el ayuntamiento de Río por el partido Socialismo y Libertad. Se trata de la viuda de la concejal de izquierda asesinada Marielle Franco.
Con la victoria de tantos candidatos jóvenes, el diario O Globo tituló así en su portada esta semana: “La izquierda rejuveneció el domingo”.
Momento clave para Bolsonaro
Estos resultados llegan en un momento de prueba para Bolsonaro. La derrota de Trump le robó a su proyecto populista una fuente clave de legitimidad. Todo sucede justo cuando la justicia investiga por presunta corrupción a sus hijos políticos.
Además, las encuestas muestran que su apoyo popular sigue disminuyendo en varias ciudades importantes. ¿Por qué se fue en picada este año? La respuesta a esa pregunta es muy sencilla: su pésimo manejo de la pandemia del COVID-19.
A la fecha, más de 165 mil brasileños han muerto debido al coronavirus. Días atrás, con indicios de que el brote de Brasil estaba empeorando nuevamente, el presidente de Brasil rechazó las advertencias de una «segunda ola». Incluso, se atrevió a decir: «Todos vamos a morir algún día. Dejemos de ser un país de maricas».
El epílogo de la derrota
El portal Brasil de Fato define los resultados de las elecciones del domingo así: “Se fortalecieron los partidos de izquierda entre las 100 ciudades más grandes del país. Fracasaron la mayoría de las candidaturas ultraderechistas o apoyadas por el presidente Bolsonaro”, actualmente sin partido político.
“A la vez -prosiguen- la derecha tradicional ganó terreno y mantendrá su hegemonía electoral en diversas capitales del país suramericano”.
En seis capitales, la derecha y centroderecha ganó en primera vuelta: Belo Horizonte (estado de Minas Gerais), Curitiba (Paraná), Natal (Rio Grande do Norte), Palmas (Tocantins), Florianópolis (Santa Catarina) y Campo Grande (Mato Grosso do Sul). En las otras 19 capitales, habrá una segunda vuelta el próximo 29 de noviembre.
Solo dos capitales, Fortaleza, (Ceará) y Rio de Janeiro, contarán con dos candidatos bolsonaristas: Capitán Wagner y Marcelo Crivella, respectivamente.
Asimismo, en las cien ciudades más grandes, el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) ganaron terreno. Incluso, tienen grandes posibilidades de ganar en al menos 12.
Recife, en Pernambuco, será la única capital con una segunda vuelta entre dos candidatos progresistas: los primos João Campos (PSB) y Marília Arraes (PT).
En Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, Manuela D’Ávila (Partido Comunista) disputará la alcaldía contra Sebastião Melo (MDB). D’Ávila fue candidata a la vicepresidencia en la coalición con Fernando Haddad (PT) en las elecciones presidenciales de 2018.
Para Katia Marko, periodista de Brasil de Fato en Rio Grande do Sul, el resultado expresa el «fastidio» de los electores hacia el bolsonarismo y la derecha liberal.
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