Al parecer Rusia encontró la vacuna contra el coronavirus SARS CoV-2. De confirmarse este adelanto científico, el proceso de inmunización de la población podría comenzar en septiembre próximo, pues sólo queda esperar que realicen ensayos oficiales dirigidos por el Ministerio de Salud ruso para que finalmente comience su administración.
El pasado 22 de mayo, el director del estatal Instituto de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, Alexánder Guínzburg, explicó que un grupo de trabajadores del centro se sometió voluntariamente a las pruebas de la vacuna contra el SARS CoV-2, un procedimiento no oficial, y el resultado fue exitoso en todos, pues respondieron positivamente, desarrollaron inmunidad y no se detectaron efectos secundarios.
El microbiólogo resaltó, en declaraciones a la agencia rusa TASS, que «todos» los empleados del centro que probaron esa vacuna «están sanos y alegres y desempeñan plenamente sus funciones, tanto en el trabajo como en el hogar».
En ese sentido, agregó que esta iniciativa será completamente exitosa cuando obtengan «el permiso para realizar ensayos oficiales del Ministerio de Salud» y lleven a cabo esos experimentos, pero estiman que ya se han demostrado a sí mismos que el producto que ofrecen funciona y garantizan que «será exitoso».
El científico no especificó cuántas personas participaron en la iniciativa, pero sí dijo que se trata de un amplio círculo de empleados formado por desarrolladores, organizadores de estudios preclínicos y tecnólogos.
«Los desarrolladores no solo la prueban en sí mismos, sino que también se protegieron para seguir trabajando en su desarrollo en condiciones de pandemia», añadió.
Este proceso fue comunicado con anterioridad por Alexánder Guínzburg, quien dijo que los investigadores que trabajaban en el desarrollo de una vacuna para el COVID-19 estaban dispuestos a inyectarse la solución en sus cuerpos, unos experimentos que no estarán relacionados con las pruebas clínicas.
¿Cuándo realizará Rusia la vacunación masiva?
El científico agregó que la vacunación masiva contra el coronavirus podría comenzar en Rusia a principios de otoño, es decir, en septiembre próximo.
El director del Centro Nacional ruso de Investigación de Epidemiología y Microbiología acotó que el procedimiento será largo porque no toda la población puede recibir la vacuna al mismo tiempo.
«Toda la población no podrá recibir esta vacuna a la vez» y por ello el proceso de vacunación podría extenderse hasta siete o nueve meses. «En el mejor de los casos llevará seis meses», declaró Guínzburg .
Asimismo, el médico ruso explicó que los exámenes hechos a los expertos que participaron en la creación de esta vacuna «constataron su seguridad». «No sólo tenemos los anticuerpos, sino que verificamos la presencia de anticuerpos protectores que neutralizan el virus», aseguró Guínzburg .
Varios equipos rusos trabajan en la vacuna
En el caso del equipo de Gamaleya, estos esperan registrar la vacuna en agosto, si todo va según lo planeado y no hay imprevistos, según confesó Guínzburg.
De momento, el desarrollo de la vacuna está en la etapa de ensayos preclínicos, que durarán alrededor de un mes más para determinar la toxicidad, seguridad y otros criterios.
En Rusia, además del Instituto de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, existe otro equipo de científicos que trata de desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus y trabaja en el Centro de Virología y Biotecnologías Véktor.
Los investigadores de Véktor, por su parte, planean registrar su vacuna contra el nuevo coronavirus en septiembre de este año, tras finalizar los ensayos preclínicos en junio.
El director general del centro, Rinat Maksiútov, declaró en la reunión sobre el desarrollo de la tecnología genética en Rusia, que cuando pasen a los ensayos clínicos podrán probar su invento en un total de 300 voluntarios durante la primera y segunda fase.
En tanto, el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que cuenta mucho con que los científicos registren su vacuna en septiembre y recordó que no se olviden de la debida documentación que garantice sus derechos de propiedad intelectual.
¿Cómo se consigue una vacuna?
A diferencia de los fármacos, cuya eficacia es estimada por sus efectos en las personas que ya tienen cierta enfermedad, las vacunas experimentales se administran a personas sanas que luego se ven expuestas al microorganismo nocivo.
Después de meses o años de observación, los científicos pueden considerar su invento como exitoso si aquellas personas no se contagiaron tras la inyección.
Normalmente, las vacunas experimentales son probadas en miles de personas que residen en zonas de contagio, aunque también es común que estos estudios involucren a decenas de voluntarios que son vigilados por los médicos por si presentan síntomas de la enfermedad tras ser infectados.
De esta manera, los investigadores pueden decidir si merece la pena seguir con el desarrollo de la vacuna probada o si es mejor buscar otro remedio.
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