Comisión de Defensa pide explicaciones por extraña muerte de grumete en Isla Quiriquina

Los parlamentarios escucharon el testimonio de los padres del grumete Luciano Fuentes Ovalle (19) y plantearon duras objeciones al Código de Justicia Militar. Ahora es el turno del Ministerio de Defensa responder a la serie de inconsistencias que rodean a este caso.

Comisión de Defensa pide explicaciones por extraña muerte de grumete en Isla Quiriquina

Autor: Matías Rojas

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Por más de media hora, los padres del grumete que falleció en extrañas circunstancias en la Isla Quiriquina a mediados de año, Luciano Fuentes Ovalle, expusieron a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados las inconsistencias que han hecho presumir la participación de terceros en el deceso de su hijo, calificado por la Armada de Chile como un suicidio.

Hace una semana, Luciano Fuentes Román, padre del joven de 19 años oriundo de Los Ángeles, pudo por fin acceder a la investigación que desarrolla la Justicia Militar en torno a este caso, tras lo cual surgieron más preguntas.

Recordemos que el grumete vio por última vez a su familia el 9 de mayo y luego de retornar a Talcahuano en el Día de la Madre, llamó a sus padres desde el interior de la Escuela “Alejandro Navarrete Cisternas” alrededor de las 11 horas. El último contacto lo tuvo con su polola un par de horas después, momento en el que programó con ella su próxima salida de franco.

“Su hijo se suicidó y se murió”, fueron las palabras del director de la Escuela, Jaime Ortega, quien informó de la muerte de Luciano por teléfono.

A cuatro horas de ocurridos los hechos, el fiscal naval – según expuso la familia Fuentes Ovalle ante la Comisión de Defensa de la Cámara Baja – ya estaba encausando la investigación: insistía en que Luciano había tenido problemas con su pareja y que sufría una depresión. Esto pese a no haber realizado entrevistas aún a personas de su entorno familiar.

Luego de escuchar el relato, el diputado independiente Pedro Browne solicitó un proyecto de acuerdo para exigir al ejecutivo que acelere las reformas al Código de Justicia Militar, de manera tal que casos como éste sean llevados por la justicia ordinaria y no estén regidos por el hermetismo característico de las Fuerzas Armadas.

A la petición se sumaron los diputados Guillermo Teillier, Marcelo Schilling y Ricardo Rincón.

Para saber sus expectativas sobre este acuerdo, El Ciudadano conversó con el padre del fallecido grumete Luciano Fuentes, quien también se reunió hace algunos días con el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, para acelerar las diligencias de la Armada en este nuevo puzzle policial.

¿Ustedes plantean derechamente la figura del homicidio?

Sí, hoy tengo la convicción de que hubo participación en la muerte de mi hijo. En la autopsia aparece, entre otras cosas, una lesión grave en la rodilla izquierda. Aparecen otras cosas que están siendo estudiadas por algunos abogados, con quienes finalmente tomaremos la decisión de cómo enfrentar esto.

Entre las incongruencias que mencionó en su relato ante la Comisión, usted señaló que la persona que encontró a su hijo muerto no figura en la carpeta investigativa…

En la carpeta investigativa no sale su nombre. No es el mismo grumete que la Armada nos presentó como la persona que había encontrado a mi hijo, con nombre y apellido. Por el contrario, la investigación dice que lo encontraron dos grumetes distintos y que fueron otros.

¿Qué cuentas saca de su reunión con el ministro de Defensa?

Fue bastante buena. El ministro quedó de responderme a las peticiones que le hice, específicamente que exigiera un sumario interno completo, ya que la Cámara de Diputados solicitó que se les hiciera un informe completo con respecto a la muerte de Luciano, pero no les respondieron.

¿Espera un buen resultado de lo resuelto por la Comisión de Defensa?

Espero ver la posibilidad de que me den todas las facilidades para que la Armada responda cómo murió Luciano. Agradezco haber podido exponer gracias a la gestión del diputado José Pérez. Ojalá esto nunca más ocurra en la forma en que se nos trató como familia, ya que violaron todos nuestros derechos. La Armada es una institución grande que debe tener algún protocolo, porque estos niños son alumnos de la Escuela y les ofrecen un futuro para hacer una carrera y salir adelante.


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