Eran las 19:15 horas del viernes 28 de julio, y algo alertó a uno de los motoristas del equipo de seguridad ciudadana de La Florida. La información preliminar era difícil de creer: Una vecina tenía una bomba en el living de su casa, que la había acompañado como objeto decorativo durante 24 años, y que pertenecía a su esposo fallecido que era militar. El motorista sin dudarlo, tomó el presunto artefacto explosivo, lo metió en una bolsa, encendió su moto y desapareció del lugar con rumbo desconocido. Hasta ese momento todo aparentaba ser un operativo rutinario, sin embargo, luego de aquel errático procedimiento, la vida de este funcionario no volvió a ser la misma. Su nombre: Osmel Leonel Montilla; identidad que hasta ahora, era totalmente una incógnita.
Pero, ¿qué ocurrió realmente esa noche?
“A las 20:30 horas, el querellado Osmel Leonel Montilla, se desplazaba en motocicleta por avenida John Kennedy en la comuna de La Florida, portando una bolsa que en su interior contenía una granada de tipo mortero de uso militar, la que dejó abandonada en la intersección de avenida John Kennedy con avenida Perú”, se lee en la querella criminal interpuesta por la delegada presidencial de la Región Metropolitana, Constanza Martínez.
Sin embargo, esta no fue la primera información oficial que se manejó durante esta emergencia. Según la “Constancia de orden verbal de entrada y registro a un lugar cerrado e incautación”, funcionarios de Carabineros fueron alertados por la base municipal, respecto a que mientras un vehículo de seguridad transitaba por la calle John Kennedy con avenida Perú, una persona en situación de calle arrastraba una bolsa con un objeto pesado en su interior, quien supuestamente al ver al funcionario municipal, abandonó la bolsa en el lugar.
“El funcionario se percata que en el interior portaba una granada tipo mortero. Capitán Martínez oficial de ronda, señala que revisó las cámaras de una distribuidora de gas, donde se puede descartar la versión que entregó en primera instancia el funcionario municipal, por el contrario se ve que viene una pareja caminando por avenida Perú al norte, en este momento según el vídeo se ve que el guardia municipal en una motocicleta, y que sube a la vereda y baja una bolsa al mismo lugar donde se encontró el artefacto”, relata la constancia.
Lo anterior, revela que Osmel Montilla le mintió a Carabineros respecto a la obtención de la granada de tipo mortero. Pero, al observar el mapa sobre la ubicación en donde fue encontrado el artefacto, es posible confirmar que fue a metros de un cuartel de la Policía de Investigaciones, y a un par de cuadras de la central de funcionarios de seguridad ciudadana de la comuna; por lo que no fue un lugar aleatorio.
Debido al operativo policial, el sector vecinal fue evacuado y aislado a 100 metros a la redonda, por lo que la querella criminal de la Delegación Presidencial también es por el delito de “desórdenes públicos”, ya que, con el negligente actuar de Montilla, se alteró gravemente el orden público por la conmoción producida en el lugar.
No obstante, esta no es la única acción judicial que enfrenta Osmel Montilla. El pasado 1 de agosto, el alcalde de La Florida Rodolfo Carter, interpuso una querella en contra de su funcionario municipal, por “el delito de porte ilegal de artefacto de guerra”.
“El mismo trabajador dio cuenta del hallazgo de dicho elemento en la vía pública, a la central municipal, quienes dieron aviso a Carabineros de Chile, activándose los protocolos y dispositivos correspondientes. Posterior a lo expuesto, personal de Carabineros determinó, previo análisis de las cámaras de seguridad de una distribuidora aledaña, que el querellado era quien portaba dicho objeto, no siendo efectivo que lo había encontrado en dicho lugar como había manifestado en primera instancia”, confirmando la mentira dicha por Osmel Montilla a Carabineros.
Luego de finalizado el procedimiento policial, Osmel Montilla fue detenido y formalizado el martes 1 de agosto en el 14 Juzgado de Garantía de Santiago, por los delitos de portación de munición de guerra y desórdenes públicos, quedando con arraigo nacional y firma mensual. Incluso, a Karen Atala -la jueza de la formalización-, le llamó la atención la baja intensidad de las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía Oriente.
“Me hace ruido, como Tribunal, que un funcionario municipal ande portando este tipo de elementos y lo ande dejando en la vía pública, cuando la función de un funcionario municipal, un guardia de seguridad ciudadana, es resguardar el orden público. Es decir, es como que Carabineros ande dejando bombas en el espacio público. ¿Cuál es el objeto de andar dejando una bomba aparentemente real?”, afirmó Atala en dicha instancia.
Según fuentes cercanas al caso -y a quienes se les resguardó su identidad para este artículo-, Montilla mintió respecto a la obtención de la munición de guerra, para “proteger a la vecina que denunció tener una bomba en su casa, y que permaneció en su living debido a que era parte de una colección de su marido, hasta que una persona que visitó el domicilio la alertó de que aquello era una bomba”. El relato anterior, fue corroborado por el alcalde Carter, durante la sesión del Concejo Municipal del miércoles 2 de agosto.
Sin embargo, fuentes internas del municipio -y quienes también solicitaron mantener en reserva sus nombres-, la identidad de Osmel Montilla se mantuvo en anonimato al interior de la Municipalidad de La Florida, generando extrañeza entre las y los funcionarios. Incluso, la prensa que informó sobre el hecho, tampoco reveló el nombre de Montilla. En cuanto a esto, El Ciudadano contactó a Fiscalía Oriente quienes señalaron que no existe ninguna restricción sobre la revelación de la identidad del ahora ex funcionario municipal.
Además, Montilla poseía experiencia en seguridad, puesto que, trabajaba en ello en Venezuela, lo que fue corroborado en un documento del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, en donde se da cuenta que Osmel Montilla incautó armas de fuego durante un patrullaje motorizado. Por lo que, no se explicaría su reacción respecto a la munición.
No obstante, un detalle llama la atención. Durante la sesión del Concejo Municipal del miércoles 2 de agosto, el alcalde Carter afirmó que “este funcionario” tenía una hoja de vida intachable, familia respetable, inmigrante venezolano, y que nunca había cometido un error, hasta lo ocurrido -dando a entender que poseía trayectoria en la entidad edilicia-. Al consultar al municipio sobre Montilla, confirmaron que el ex funcionario era motorista del equipo de seguridad ciudadana, fue desvinculado de sus funciones, y que entró a trabajar a la Corporación Municipal de Fomento al Desarrollo Comunal y Productivo de La Florida, el 10 de junio de este año (lo que fue confirmado en el listado de remuneraciones de Transparencia Activa).
“Simplemente lo que tenemos es un artefacto de práctica, aparentemente de la fuerza aérea de los años 70. Es un marcador de posiciones de los aviones y no tiene riesgo explosivo, lo cual no implica que haya una responsabilidad porque es un artefacto de guerra”, dijo Carter ante el Concejo Municipal, agregando que desde Fiscalía le indicaron que no era una bomba, y que el acto cometido por Osmel Montilla, era un “error administrativo”.
Pero, al buscar los antecedentes del artefacto de guerra encontrado -BDU 33, granada tipo mortero-, se puede confirmar que está lejos de ser un “marcador de posiciones de los aviones”, es más, según información proporcionada por el GOPE a CNN Chile, el artefacto es una munición militar de 10 kilos y que es utilizada para simular lanzamientos de bombas reales.
Para Carlos Gutiérrez, doctor en Ciencias Forenses y ex funcionario del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, lo ocurrido con Montilla más que un “error administrativo”, es un acto altamente irresponsable, ya que, él u otras personas pudieron haber sido lesionadas o podrían haber perdido la vida por esa manipulación descuidada e irresponsable.
-La única forma en que una granada no explote, es cuando está absolutamente neutralizada, es decir, sin mecanismos de activación y elementos explosivos, como por ejemplo la pólvora. Para saber eso hay que periciar el elemento y confirmar que era sólo un “adorno” o que podría ser activada. Debemos esperar los resultados de los análisis forenses. Pero en cualquier caso, siempre se debe tratar este tipo de evidencias con la máxima precaución y siempre pensando que se podría activar. Siempre se deben adoptar las máximas medidas de seguridad. No cualquier persona tiene una granada de tipo mortero en su casa. Es un elemento que sólo son utilizados por las FF.AA-, sostiene Gutiérrez.
Desde Fiscalía Oriente confirmaron que el plazo de investigación será de 90 días, mientras que se solicitó una audiencia de sobreseimiento para el próximo 15 de septiembre.
El Ciudadano intentó obtener una versión del alcalde Rodolfo Carter, pero, desde su equipo de prensa se limitaron a decir que la versión del edil estaba en la transmisión de la sesión del Concejo Municipal.