¿Cuál es el plan de Alberto Fernández «contra el hambre» en Argentina?

Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos, Mauricio Macri dejó un índice de pobreza de 35,4 %, alrededor de 14,4 millones de personas

¿Cuál es el plan de Alberto Fernández  «contra el hambre» en Argentina?

Autor: Leonardo Buitrago

Al cumplir un mes en la presidencia, Alberto Fernández oficializó esta semana la creación del Plan Nacional «Argentina contra el Hambre», el cual tiene como objetivo «garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de la población, especialmente de las familias más castigadas por la política económica neoliberal aplicada durante la administración de Mauricio Macri (2015-2019).

El Plan fue una de las propuestas presentadas por el Mandatario durante su campaña, y ahora se puso en marcha mediante la resolución 8/2020 del Ministerio de Desarrollo Social.

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En la resolución se indica que, en virtud de la emergencia alimentaria y nutricional que está atravesando la nación suramericana, «es esencial comprender que todas las acciones y las estrategias que lleva adelante» el Ministerio de Desarrollo Social, «a través de sus diversos programas, tienen como objetivo final responder a esta situación así angustiante».

Además plantea que «para responder al problema del hambre en la República Argentina, es necesario un enfoque global, dado que la seguridad alimentaria está asociada con el bienestar social y a su expresión en diferentes dimensiones: economía, cuidado, salud y educación, entre otros».

Durante el gobierno del derechista Mauricio Macri aumentó la pobreza, el hambre y el desempleo en Argentina. Foto: Web.

La pobreza heredada

Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), la pobreza se ubica en 35,4 %, y afecta a unos 14,4 millones de personas. Además, el 7,7 % de la población vive en la indigencia y el 40 % de los niños que se alimentan en comedores comunitarios sufren de malnutrición.

Sin embargo, los datos del estudio recogen los primeros seis meses de 2019, por lo que no incluye la devaluación y aumento de la crisis económica que se generó en los últimos meses de la administración de Macri, por lo que varias organizaciones estiman que la cifra actual de pobreza supera el 40 %.

Adicionalmente, todos los indicadores dan cuenta del desastre del macrismo.

La tasa de desempleo se ubicó 9,7 % durante el tercer trimestre de 2019, lo que supone un alza de 0,7 puntos porcentuales por encima de la registrada en el mismo período de 2018. Esta cifra revela que hay más de dos millones de desocupados en el país suramericano.

El informe oficial muestra que en el último año creció casi dos puntos la población ocupada que es demandante de empleo, lo que marca la necesidad de buscar ingresos adicionales ante la caída del poder adquisitivo.

Otro informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) reveló que entre 2015 y 2019 la inflación se incrementó al doble, tras pasar de 27,5 % a 54 %, con una reducción importante del salario mínimo, que pasó de 580 dólares en 2015 a 266 en 2019.

El Plan Argentina contra el Hambre convoca a todos los sectores de la sociedad. Foto: Foco 21.

Mecanismos de participación

El Plan Argentina contra el Hambre es una convocatoria abierta y plural a todos los actores políticos, sociales, productivos, sindicales, eclesiales, académicos y científicos para que trabajen en conjunto sobre la meta de que las familias deban tener acceso a la alimentación.

Bajo esa premisa, el Ejecutivo creó diversos mecanismos de participación, como el Consejo Federal Argentina Contra el Hambre, que articula la gestión del Estado con organizaciones, la Iglesia, los sindicatos y sectores económicos-productivos. Su principal tarea es lograr la concertación de acuerdos sectoriales con prioridad en la seguridad alimentaria y nutricional.

Asimismo, constituyó el Observatorio Nacional Argentina Contra el Hambre, que estará integrado por universidades y centros de estudio, el cual estará a cargo del monitoreo, seguimiento y evaluación del Plan, además de promover la aplicación de las ciencias y tecnologías para mejorar la calidad alimentaria y nutricional de la población.

Mientras que las Redes de la Sociedad Civil serán un nuevo espacio de articulación participativo, solidario y creativo de referentes sociales nacionales, provinciales, municipales, y de medios de comunicación, destinado al fortalecimiento del Plan.

“Este plan no es el plan del gobierno, ni el plan de Alberto Fernández, es el plan de la Argentina. Los dueños del plan somos los argentinos de bien que no queremos que ningún argentino pase hambre”, dijo el Presidente durante la primera reunión del Consejo Federal.

El plan implementado por Fernández prevé la promoción y fortalecimiento del acceso a la canasta básica de alimentos de calidad. Foto Notife.

Acceso a la canasta básica

El programa contra el hambre comprende varios instrumentos que apoyan el fortalecimiento de las acciones que lleva adelante el Programa Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, y que implican la promoción y fortalecimiento del acceso a la canasta básica de alimentos de calidad, que el Presidente transformó en uno de los pilares de su gobierno.

Entre estos instrumentos, el Gobierno nacional se puso el objetivo de distribuir 1,4 millones de tarjetas alimentarias con un presupuesto entre los 4.000 y 6.000 pesos al mes (cerca de 69 y 103 dólares a tasa oficial), dependiendo el número de hijos, necesarios para comprar alimentos en supermercados y negocios.

Los beneficiarios del plan serán madres y padres con hijos e hijas de hasta 6 años que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), embarazadas a partir de los tres meses que cobran la Asignación por Embarazo, y personas con discapacidad que reciben un monto mensual fijo para comprar alimentos, a excepción de bebidas alcohólicas.

El tercer viernes de cada mes el saldo la tarjeta se recargará de manera automática. No permitirá extraer dinero en efectivo. Esta política se irá implementando por etapas y no reemplaza ningún programa existente.

El plan impulsará la agricultura familiar y el cooperativismo para garantizar la seguridad alimentaria. Foto: Consumidoresorgánicos

Economía social

La economía popular, el cooperativismo y la agricultura familiar serán actores centrales del programa alimentario. Por tal motivo, se crearán y fortalecerán los mercados populares, que son espacios de comercialización que promueven precio justo y consumo responsable a partir del encuentro entre productores y consumidores, sin la necesidad de intermediarios.

Se incorporará el otorgamiento de créditos a tasas bajas e incentivos a la economía social y agricultura familiar: préstamos a tasas que no superen el 2 % o 3 % y que están destinados a la compra de herramientas y maquinarias.

También se promoverán las compras comunitarias y las redes locales de comercialización para que, de manera solidaria, los consumidores puedan organizarse y realicen sus compras de frutas, verduras, lácteos y carnes de forma directa al productor, en un equilibrio justo entre precio y calidad.

El Gobierno nacional fortalecerá el desarrollo de los comedores escolares y comunitarios. Foto: Notife.

Promotores de Seguridad Alimentaria y Nutricional

El plan resalta la figura de los promotores que tendrán como objetivo controlar la talla y el peso de los niños argentinos, y quienes además facilitarán la articulación de políticas alimentarias con políticas sanitarias, materno infantil, primera infancia, adolescencia, adultos mayores, entre otras.

Este grupo de ciudadanos argentinos contribuirán con el fortalecimiento de  los comedores escolares y comunitarios y con la tarea de promover la educación alimentaria y nutricional.

Participación del sector privado

El plan trazado por Alberto Fernández es una política transversal con una prioridad: acabar con el hambre en Argentina, por lo que requiere de la participación de todos los sectores, y en especial de las empresas y organizaciones.

Hasta el momento, más de 50 empresas y fundaciones han sido llamadas “activar de manera urgente un esquema público-privado para terminar de una vez y para siempre con el hambre en la Argentina”.

El sector privado y las organizaciones se suman al Plan Nacional «Argentina contra el Hambre». Foto: Web.

En apenas 30 días del gobierno del presidente Alberto Fernández hemos logrado adhesiones concretas de Unicef Argentina, Cruz Roja Argentina, Cáritas, universidades, la industria láctea, panaderos y el sector de la carne”, dijo Victoria Tolosa Paz, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.

Señaló que Argentina busca que cada uno pueda empezar a trabajar desde su lugar para erradicar el hambre en el país.

No lo queremos hacer solo con la fuerza del Estado, somos conscientes de que hay muchísima capacidad de organización y voluntad en el sector privado para levantar a estas familias. El acercamiento con empresas y fundaciones es un mensaje de la construcción política que queremos” explicó, citada por medios locales.

Como parte de esta integración se evalúan las contribuciones que estas organizaciones realizan a bancos de alimentos y comedores comunitarios, estudios e investigaciones en nutrición y seguridad alimentaria, como otras contribuciones económicas, en especie y de innovación.

Por su parte, las titular del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE) María Julia Díaz Ardaya, destacó que esta  iniciativa profundiza en el diseño de modelos para el mejor encuentro entre el Estado y el sector privado para un desarrollo integral”.

“Valoramos una propuesta de política de estado que supera todas las grietas y diferencias”, subrayó.

En un mes al frente del Gobierno, Alberto Fernández ha implementado una serie de medidas para mejorar la calidad de vida del pueblo argentino. Foto: EFE.

Medidas para mejorar la vida de los argentinos

Durante su primer mes de gobierno, Alberto Fernández ha implementado una serie de acciones y políticas orientadas a mejorar la calidad de vida de los argentinos.

El Mandatario decretó un aumento salarial de 4.000 pesos para empleados privados y para estatales que cobren hasta 60 mil pesos. Así como una doble indemnización para despidos sin causa por 180 días.

Igualmente, ordenó congelar las tarifas de gas y electricidad por 180 días y suspender los aumentos en trenes y colectivos por 120 días; así como reducir en 8 % el precio de los medicamentos.

Asimismo, el Jefe de Estado implementó un bono de 2.000 pesos para quienes reciben  la asignación universal por hijo (AUH) y también para jubilados.

Al cumplir un mes en la Casa Rosada, Fernández indicó que se comenzó “por los que más lo necesitan para llegar a todos”. “Para prender la economía y volver a crecer. Para poner a la Argentina de pie”.

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