La pregunta más formulada en los últimos meses es: ¿cuándo terminará la pandemia? Lamentablemente, no existe una respuesta certera. Ni siquiera los mejores especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pueden asegurarlo. Todo se resuelve con cálculos, estimaciones y hasta fórmulas matemáticas fundamentadas en los números trágicos de este fenómeno sanitario.
Para algunos científicos y expertos, la respuesta puede estar en la efectiva y justa distribución de las vacunas. Pero, precisamente, allí radica el problema de la solución al problema mundial que padecemos. En otras palabras, hay muchas vacunas en desarrollo -cuatro ya superaron las fases clínicas- pero pocos países las acaparan. Esto deja a más de la mitad del mundo desprotegido en plena pandemia.
Por ejemplo, los países más ricos -Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y varios miembros de la Unión Europea- acaparan la mayoría de las dosis. Incluso, tienen asegurados hasta seis veces más los tratamientos médicos para vacunar a su propia población. Es una muestra de la enorme indiferencia ante una humanidad que quizás, se quede sin vacunas para finales del 2021.
La calculadora de Bloomberg
En medio de esta pandemia, la agencia Bloomberg creó una enorme base de datos para registrar las vacunas que se administran en el mundo. Al 5 de febrero contabilizaban 119 millones de dosis, frente a una población aproximada de 7.700.000 de personas. Eso da un porcentaje menor al 2%
Al respecto, científicos estadounidenses como Anthony Fauci -el principal epidemiólogo de ese país- han advertido que se necesitará una cobertura del 70% al 85% de la población para que las cosas vuelvan a la ‘normalidad’. Entonces, tomando en cuenta las desigualdades actuales, ¿en cuánto tiempo será posible lograrlo?
La aplicación Vaccine Tracker de Bloomberg muestra cómo algunos países progresan mucho más rápido que otros. Curiosamente, esos países son aquellos con mayor poder económico e, incluso, acaparan vacunas como comida en tiempos de escasez. Su objetivo es muy egoísta y directo: llegar a esa cobertura del 75% antes que el resto del mundo.
La vacuna y su injusta distribución
Hay casos como Israel, el país con la tasa de vacunación más alta del mundo. En solo dos meses está cerca de llegar a esa cobertura del 75%. Claro está, no son más de nueve millones de habitantes. Por otro lado, tenemos a Estados Unidos, una nación con casi 330 millones de habitantes. Según la aplicación, llegaría al objetivo justo a tiempo para recibir el Año Nuevo 2022.
¿Esto significa que será así en el resto del mundo? La respuesta es: No. El proceso de vacunación se da con mayor rapidez en los países occidentales más ricos. En contradicción, en el resto del mundo se estima llegar al 75% de inmunización en siete años, al ritmo actual. Este último dato lo ofrece la ‘calculadora de Bloomberg’, diseñada para poner en perspectiva las tasas de vacunación actuales.
La aplicación logra ese cálculo utilizando el promedio móvil de vacunas más reciente. Entonces, mientras aumentan los números de vacunación, el tiempo necesario para alcanzar el umbral del 75% disminuirá. La agencia explica, no obstante, que esos cálculos son volátiles y que los números pueden verse distorsionados por interrupciones temporales.
Citan como ejemplo a Nueva York, cuya fecha límite se extendió brevemente a 17 meses esta semana. Esto, después de que una tormenta de nieve invernal impidiera que algunas personas se vacunaran. Sin embargo, días después el periodo máximo se redujo nuevamente a 13 meses.
Otro ejemplo: la tasa de vacunación de Canadá se redujo a la mitad recientemente, debido a retrasos en los envíos de vacunas. Por ello, estiman que se necesitarían más de 10 años para alcanzar el 75%. Pero, eso no implica que será así, pues Canadá tiene contratos para comprar más dosis por persona que cualquier otro país. Por tanto, espera aumentar pronto su tasa de vacunación.
El descaro de Occidente en plena pandemia
Hasta ahora, en el mundo se han vendido más de 8.500 millones de dosis de vacunas, a través de más de 100 acuerdos seguidos por Bloomberg. Eso sería suficiente para vacunar al 100% de la población mundial y luego inmunizar otra vez a 800 millones de personas. El problema es que no hay justicia en la distribución.
Por ejemplo, un reportaje reciente publicado en The New York Times abordó esta temática. Estados Unidos ha garantizado 100 millones de dosis de Pfizer, con la opción de comprar 500 millones más. A ello sumó 200 millones de Moderna, con unos 300 millones adicionales en oferta. También hizo pedidos anticipados por 810 millones de dosis a AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novavax y Novavax.
Al final, Estados Unidos podría disponer de casi 2.000 millones de dosis para una población de 330 millones. En otras palabras: aproximadamente 2% de la población mundial tendrá acceso a vacunas que podrían beneficiar a más del 25% de los habitantes del planeta. El resto de ese reportaje puedes leerlo AQUÍ.
Adicionalmente, Bloomberg también explica que, si solo unas pocas personas en una comunidad se vacunan, el virus puede continuar propagándose sin control. Entonces, mientras más personas reciban la vacuna, más rápido se construirá una inmunidad colectiva. Pero implica beneficiar a la mayoría, no a unos pocos.
El mismo Fauci expone que esa inmunidad colectiva se puede alcanzar mucho antes 75% que mencionó anteriormente. El detalle está en que haya una distribución justa de los antídotos y que la mayoría en cada comunidad este vacunada. Veámoslo así: si hay uno o pocos casos en un área, la inmunidad colectiva evita que se propague y se agrave la pandemia.
Cómo funciona la calculadora
De acuerdo con Bloomberg, las vacunas disponibles actualmente requieren dos dosis para la inmunización completa. Por ello, sus cálculos se basan en dos dosis por persona. Pero, hay casos como la nueva vacuna de Johnson & Johnson en proceso, que necesita de una sola dosis. De llegar al mercado, eso ajustaría nuevamente el número de dosis requeridas para llegar al 75% de la población mundial.
También hay que tomar en consideración que las cuatro vacunas aprobadas por la OMS -Sputnik V, Pfizer, Moderna y AstraZeneca- no han sido autorizadas para su uso en niños, ni en mujeres embarazadas. Sin embargo, dentro de los cálculos estas personas sí se incluyen, porque habitan en el mismo tiempo y espacio que el resto. Además, se incluyen porque la pandemia no excluye a nadie y todos necesitan protección.
Además, debido a la reincidencia del virus, muchas personas padecen la enfermedad por segunda vez. Por tanto, en el cálculo matemático no se puede apartar a nadie por el simple hecho de que ya padeció el virus. La vacuna todavía se recomienda para personas que se han recuperado del COVID-19.
La calculadora Bloomberg se actualiza diariamente y se basa en el promedio de vacunaciones diarias en los datos recopilados de 67 países. Los países pueden ser excluidos cuando se encuentran en las primeras etapas de vacunación o si proporcionan actualizaciones poco frecuentes sobre sus números de vacunación.
Al final, hay un dato concluyente que debe preocupar por encima del resto. Para alcanzar una inmunización justa y equitativa del 75% de la población mundial se necesitarán al menos siete años. Solo después de puede pensar en el fin de la pandemia.