La crisis política en Perú lleva varios años y gran parte de ellos han transcurrido sin una verdadera democracia. Su último presidente electo fue Pedro Pablo Kuczynski, quien goberno del 28 de julio de 2016 al 23 de marzo de 2018.
Kuczynski, para evitar ser depuesto por el Congreso, dimitió al cargo. El mandatario se vio involucrado en el escándalo de corrupción de Odebrecht y en un supuesto intento de soborno.
En las elecciones, Kuczynski derrotó a Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, preso por asesinato, crímenes de lesa humanidad, cohecho, secuestro y desfalco. Keiko también fue removida de su cargo como congresista por estar involucrada también en tramas de sobornos al escándalo Odebrecht.
El sucesor de Kuczynski fue Martín Vizcarra, quien recientemente fue destituido por el mismo Congreso que lo designó. Su mandato duró del 23 de marzo de 2018 al 9 de noviembre de 2020. Ese día, el Parlamento declaró la vacancia de la Presidencia por su «incapacidad moral permanente».
Vizcarra fue acusado de recibir pagos ilícitos de empresas constructoras cuando era gobernador de Moquegua. A Vizcarra lo sucedió Manuel Merino, quien apenas duró cinco días en la presidencia. Tuvo que renunciar tras las protestas masivas registradas en Perú.
El último mandatario proclamado por el Congreso -bastante deslegitimado y sin credibilidad- es Francisco Sagasti. Es el tercer «presidente interino» en Perú en menos de dos años, y el segundo en menos de una semana.
¿Perú se olvidó de hacer elecciones?
Perú tiene una democracia prácticamente perdida. El sistema gira en torno a designaciones de presidentes a dedo que no guardan ninguna relación con sus ciudadanos. Mientras eso sucede, guardan silencio la Organización de los Estados Americanos (OEA) y su secretario general Luis Almagro. Tampoco se pronuncia las Naciones Unidas y mucho menos el Grupo de Lima o Estados Unidos.
Pero, en medio de todo surgen varias interrogantes: ¿cuándo habrá elecciones en Perú?; ¿por qué la comunidad internacional no presiona a Perú para que convoque elecciones?; ¿cómo es el panorama electoral en el país andino?
Al respecto, el corresponsal de Prensa Latina en Perú, Manuel Robles Sosa, escribió un reportaje sobre el eventual proceso electoral que buscará dar orden a la crítica situación de ese país.
El reportaje se titula «Pocos protagonistas y muchos extras en proceso electoral peruano». En él se describe el panorama previo a las elecciones generales pautadas para el 11 de abril de 2021. «Es una película con pocos protagonistas, algunos actores secundarios y muchos extras. Aunque, también lo llaman circo electoral, por lo variopinto de las 25 candidaturas».
Quiénes buscarán la presidencia en 2021
Un debutante y varias figuras que participaron en procesos anteriores se encuentran entre los protagonistas en las encuestas y el despliegue mediático. Tras el cierre de la inscripción de los precandidatos, solo cinco casos se someterán a elecciones internas.
La neoliberal Keiko Fujimori, quien será juzgada por lavado de activos y otros cargos, buscará por tercera vez la presidencia. Representará al partido Fuerza Popular (FP).
Keiko ya fracasó en segunda vuelta en 2011 ante el nacionalista Ollanta Humala, y en 2016 ante el neoliberal Pedro Pablo Kuczynski. A su espalda carga ‘la pesada mochila’ del gobierno de mano dura de su padre. Eso se suma a sus propios problemas judiciales.
La progresista Verónika Mendoza, del bloque Juntos por el Perú (JP), va por su segundo intento. En 2016 fue la sorpresa al ubicarse en tercer lugar, muy por encima del neoliberal Alfredo Barnechea.
Humala y otras candidaturas menores
Prensa Latina precisó que Barnechea competirá con el exlegislador Yonhy Lescano y otros dos aspirantes por la nominación del viejo partido Acción Popular (AP). Se siente alentado por la elección de su postulante Luis Muñoz como alcalde de Lima en 2018. También por el primer lugar entre nueve minorías logrado en los comicios legislativos de 2020.
Aquellos triunfos fueron opacados por el discreto desempeño de Muñoz como alcalde. Se suma la lucha interna entre tendencias de derecha y centroizquierda y la impopular actuación de la bancada de AP en el Congreso.
Ollanta Humala, titular de Partido Nacionalista, es el único exgobernante (2011-16) inscrito para los comicios. Eso, pese a que enfrenta una investigación por lavado de activos y otras imputaciones. Por ello, tiene escasas posibilidades de ganar, según las primeras encuestas.
Otros dos participarán en la carrera por segunda ocasión. Se trata del acaudalado empresario conservador César Acuña (Alianza para el Progreso) y el centroderechista Julio Guzmán (Partido Morado).
Ambos fueron candidatos presidenciales en 2016, pero resultaron eliminados por las autoridades electorales. El caso de Acuña fue por problemas éticos (incurrió en plagio intelectual) y Guzmán por una infracción reglamentaria.
Las sorpresas de cara a las elecciones
Entre los debutantes sobresale con el primer lugar en los sondeos el neoliberal George Forsyth. Se ve favorecido por su inclusión en las encuestas con mucha anticipación y su gran exposición mediática.
El joven exfutbolista y exalcalde es uno de los candidatos que no tiene partido propio ni forma de construirlo. Por ello, utiliza -cual marca de alquiler- el registro del pequeño grupo Restauración Nacional. En la prensa peruana muchos afirman que su primer lugar no durará mucho.
Otro que obtuvo una franquicia electoral similar es el economista neoliberal Hernando de Soto, candidato de Avanza País. Tras asesorar varias veces candidaturas fracasadas, esta vez «prueba suerte como candidato con el autoelogio desbordante como sello personal».
Neoliberales, tradicionales y empresarios
El bronco exgeneral Daniel Urresti, parlamentario del partido Podemos Perú, tiene posiciones que muchos consideran populistas. Además, pronto enfrentará un juicio por su presunta participación en el asesinato de un periodista, cuando era un joven oficial hace 32 años. Aunque proclama su inocencia, de ser condenado no podrá ser candidato.
Los partidos tradicionales Aprista y Popular Cristiano (PPC) fracasaron como aliados en las elecciones generales de 2016. Luego, por separado les fue peor en los legislativos complementarios de enero de 2020. En estos últimos comicios no obtuvieron ninguna de las 130 curules en juego.
El PPC, en crisis terminal desde hace años, intentó una nueva alianza para seguir sobreviviendo con APP de Acuña. Sin embargo, este último terminó la asociación tan solo una semana después.
En cuanto al antiguo Partido Aprista, el suicidio de su líder y expresidente Alan García (1985-1990, 2006-2011) -cuando era solicitado por la justicia por cargos de corrupción- acrecentó la crisis electoral en la que se encuentra.
Qué opciones tienen el aprismo y los cristianos
El aprismo tiene como principal aspirante en una elección interna a Nidia Vílchez, exparlamentaria y exministra de García. Ella propone retomar banderas aurorales reformistas, aunque al mismo tiempo acoge el apoyo del empresario minero derechista Roque Benavides.
Por cierto, Benavides, como el PPC y otros defensores del modelo neoliberal, proclama ser de centro o estar por encima de definiciones ideológicas. El detalle que no menciona es que su cartel de derechista genera rechazo en la ciudadanía.
Entre los candidatos figura también el empresario Rafael López Aliaga. Se presenta como expresión del cristianismo y de las posiciones de conservadores católicos y evangélicos. Entre sus polémicas ideas destaca su posición de rechazo fundamentalista al aborto.
El Frente Popular Agrario del Perú (Frepap) fue una sorpresa en las elecciones legislativas de enero. Es la expresión política de una iglesia evangélica cuyo pastor, Jonás Ataucusi, será candidato a gobernar el país.
Extras en la película electoral de Perú
Otra opción es Unión por el Perú (UPP), una combinación de elementos derechistas y nacionalistas radicales. Próximamente serán cuando celebrarán su elección interna de candidatos.
En el lado izquierdo del espectro político buscan también la presidencia el exsacerdote ambientalista Marco Arana (Frente Amplio) y el maestro Padro Castillo (Perú Libre).
Según las primeras encuestas, entre los extras de la película electoral figuran los postulantes de Frente Esperanza, Fernando Olivera; Somos Perú, Daniel Salaverry; Todos por el Perú, Fernando Cillóniz; Democracia Directa, Andrés Alcántara; Contigo, Máximo San Román; y Perú Nación, Francisco Diez Canseco.
Muchos se preguntan ¿por qué hay tantos candidatos? La explicación está en una reforma legal que busca solucionar el problema de aquellos partidos que aparecían solo en elecciones e hibernaban varios años. Estas toldas, cuando la situación no era propicia en un proceso comicial, no participaban y mantenían sus registros congelados.
Tras esa reforma, muchos de los 25 grupos participan solo para evitar su eliminación legal por ausencia. Además, buscan alcanzar el 5% de los votos y la elección de 6 legisladores, requisitos para mantenerse inscritos. Eso también les permitiría ofrecer su membrete a candidatos de ocasión.
En las elecciones generales de 2016 solo seis partidos superaron la llamada valla electoral del 5%. Lamentablmente para ellos, ahora la reforma les exige también alcanzar al menos seis legisladores electos.
En los comicios legislativos de este año lo lograron nueve partidos. Sin embargo, en la elección presidencial hay mayor concentración de votos en los principales contendientes.
Con las nuevas condiciones, los comicios de abril de 2021 serán también una especie de poda del frondoso árbol del sistema de partidos. En declaraciones Prensa Latina, el analista electoral Fernando Tuesta estima que solo sobrevivirán siete u ocho organizaciones políticas.
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