Sentimientos de indignación, rabia, tristeza e irá recorren las calles estadounidenses, sobre todo en las comunidades afroamericanas y latinas, luego del vil asesinato de George Floyd, un afroamericano de 46 años que fue víctima de represión y abuso policial en la ciudad de Mineápolis, estado de Minesota (norte).
Los hechos ocurrieron el pasado lunes 25 de mayo, cuando las autoridades recibieron una denuncia por el supuesto uso de “dinero falsificado”. La persona que denunció aseguró que el “criminal” se encontraba sentado en la parte de arriba de un coche azul y que aparentemente estaba drogado.
Entonces, dos oficiales identificaron al sujeto y le ordenaron que bajara del coche. Según el parte policial, Floyd puso resistencia y por eso fue sometido. Pero, un video grabado por un testigo revela que un agente presiona su rodilla sobre el cuello del detenido mientras está tirado en el pavimento. Floyd le dijo en varias ocasiones que no podía respirar y le suplicaba: “Me duele el estómago, me duele el cuello, me duele todo. Me vas a matar”.
En el video se escucha a otra persona decirle al policía que a George le sangraba la nariz, mientras que uno más le suplica que se quitara de su cuello. Mientras tanto, la víctima del abuso policial se orinó encima y ya con poca fuerza en su voz exclamó: «No puedo respirar».
El policía presionó por al menos ocho minutos continuos el cuello de Floyd con el peso de su cuerpo. En las imágenes, Floyd parece desmayarse y en ese momento llega una unidad médica que revisa sus signos vitales. Aún en ese momento, el policía seguía con su rodilla encima de su víctima.
Al levantarse se nota que Floyd está muerto, su cuello parece estar roto y mientras tanto otro policía amenaza con arrestar a las personas que están de testigos y rechazan el vil asesinato, que presuntamente es investigado por el FBI.
El video del asesinato de George recorre las redes sociales y en él se aprecia la maldad del policía que lo mató impunemente con su rodilla y el peso de su cuerpo mientras lo presionaba contra el piso.
Previamente, Floyd había sido detenido por presunto “fraude en curso” y durante el arresto el policía se ensañó contra él, a pesar de que estaba esposado y se quejaba de que no podía respirar. Los agentes no mostraron en ningún momento compasión. Floyd fue declarado muerto poco después en un hospital.
La muerte de Floyd ha provocado esta semana una ola de protestas masivas, algunas sumamente violentas, mientras la ciudadanía pide que los agentes involucrados enfrenten cargos criminales.
Derek Chauvin, el agente que asesinó a Floyd, antes de este suceso ya tenía 18 quejas en su contra ante los Asuntos Internos del Departamento de Policía de Mineápolis. Chauvin no había sido encarcelado desde que ocurrió el hecho hasta este viernes cuando fue detenido en su casa, que estaba acordonada por más de 100 efectivos de seguridad.
¿George Floyd forcejeó con la policía?
Las cámaras de seguridad ubicadas en la vía donde fue arrestado Floyd demuestran que la víctima en ningún momento opuso resistencia. Así. esta evidencia echa por tierra la versión de los uniformados, quienes aseguran que Floyd se resistió al procedimiento.
En las imágenes puede verse cómo los policías sacan al hombre de un vehículo, donde se encontraba con otras dos personas, y proceden a esposarlo sin que este opusiera resistencia.
Lo paran contra una pared mientras esperan a que llegue una patrulla. El video no tiene audio, sin embargo, en todo momento se ve a Floyd acceder sin oponerse. En otro video puede verse a Floyd tirado en el suelo, esposado mientras un agente tiene su rodilla en el cuello del hombre.
Protestas masivas
Las protestas no se hicieron esperar en Mineápolis y se han extendido por cinco días. Miles de personas, sin importar la pandemia, han tomado las calles para defender sus derechos ciudadanos, protestar contra el abuso policial y reclamar justicia por Floyd, y por otros casos parecidos que frecuentemente ocurren en ese país, sobre todo cuando se trata de policías blancos contra afroamericanos.
Muchas de las protestas se ha tornado violentas y varios negocios han sido saqueados, a pesar de que sus dueños habían tapado vidrios y puertas con tablas para evitar los destrozos.
La furia colectiva se hizo sentir. Además de saqueos, fueron incendiados varios negocios y algunos vehículos que estaban estacionados cerca de ellos.
El climax de las protestas tuvo lugar este jueves 28 de mayo en St. Paul, escena del crimen, donde la Comisaría de Policía fue incendiada, luego de que su personal fuera evacuado horas antes.
Según información publicada por la agencia AP, “el ambiente nocturno oscilaba entre airadas protestas y una fiesta callejera. En un momento dado, una banda que tocaba en un estacionamiento frente al Tercer Precinto Policial, foco de las movilizaciones, interpretó una versión punk de la canción de Bob Marley ‘Redemption Song’. Cerca de allí, manifestantes cargaban con maniquíes de ropa de una tienda saqueada y los arrojaban a un auto en llamas. Más tarde, hubo un fuego en un inmueble cercano”.
Pero no todo es violencia, en otros puntos de Mineápolis se han desarrollado marchas pacíficas para exigir justicia por Floyd.
«Si tengo que morir por mi color de piel, moriré por ello»
Una afroamericana que participó en las protestas masivas expresó toda su rabia, dolor y angustia por la brutal represión policial que sufre constantemente la comunidad afroamericana en ese país.
«Hemos sido pacíficos durante más de 300 años, hay sangre en estas calles señor, ¿Por qué vamos a seguir siendo pacíficos, si están matando a mis hermanos y a mis hermanas?«, cuestionó la mujer afroamericana frente al cordón de policías que reprimía las protestas.
«Estamos siendo pacíficos, ¿Por qué están aquí? nosotros estamos aquí por ellos (por los que ha matado la policía), ¿Por qué carajos están aquí señor?», recalcó la joven.
Seguidamente agregó: «Estoy cansada de ser pacífica, he perdido tres hermanos por esto, tres, eso no está bien, me duele ¿No ve mis ojos? Me duele, mi gente está siendo lastimada, estoy cansada de esto».
«No me voy a sentar, si tengo que morir por mi color de piel, moriré por ello. Mis hijos detrás de mí van a caminar por estas calles libres como todos los demás pueden caminar por estas calles, libres. No me voy a quedar de brazos cruzados, soy negra, soy fuerte y estoy orgullosa», subrayó.
Luego, en compañía de los presentes, la joven madre gritó: «¡Juntos somos fuertes!, ¡Sin justicia no hay paz!, ¡Con policías racistas no hay paz».
El estallido social se multiplica
Las manifestaciones en Minesota provocaron también que se quemaran negocios de ventas de repuestos para autos, restaurantes de comida rápida y supermercados. Se estima que los daños generalizados incluyen a 170 negocios de la zona.
Las fuertes protestas callejeras también originaron saqueos masivos en tiendas de ropa y calzados. Durante los hechos, Omar Jiménez, un periodista de CNN, hijo de padre colombiano, fue arrestado sólo por ser negro y latino.
El estallido social ahora se hace sentir otras ciudades como Los Ángeles, Denver, Louisville, Chicago, Atlanta, Phoenix, Nueva York, entre otras. La ola de protestas está acompañada por disturbios y saqueos en repudio al abuso policial.
Incluso, en las puertas de la Casa Blanca se concentraron cientos de personas, quienes indignadas por lo que sucede no dudaron en enfrentarse contra oficiales del Servicio Secreto mientras estos últimos armaban un cerco policial alrededor de la casa temporal de Donald Trump.
“En Nueva York, un centenar de personas se manifestaron, lanzaron botellas y forcejearon con algunos policías, con un saldo de al menos 30 detenidos”, citó el portal web de noticias DW. En Los Ángeles fue bloqueada una autopista por los manifestantes.
Por ahora, las calles de varias ciudades se colman de manifestantes exigiendo justicia. El régimen de Donald Trump declaró Estado de Emergencia en Minesota y activó a nivel nacional la Guardia Nacional para repeler las protestas, todo en medio de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
Adelantan investigación sobre el caso de George Floyd
Según medios digitales, este jueves se dio a conocer la transcripción de la llamada efectuada a la Policía y que derivó en el asesinato de Floyd.
En dicha comunicación, el empleado de una tienda denuncia que una persona pagó una compra con un billete de 20 dólares falso y luego varios trabajadores salieron corriendo detrás y lo encontraron en una camioneta borracho y sin control de sí mismo.
La Policía alega que la descripción del sujeto coincidía con la de Floyd, por lo que varios agentes se dirigieron al lugar y procedeieronn a arrestarlo. El agente Derek Chauvin, en una evidente violación de derechos humanos, lo inmoviliza colocándole la rodilla en el cuello. A pesar de que la víctima en varias ocasiones le señala que no puede respirar, este hace caso omiso.
Varias personas que se encontraban en el lugar alertaron de la situación a Chauvin. Uno de ellos grabó el hecho y al ser subido a las redes sociales, inmediatamente se volvió viral.
Floyd clamó por su vida. A medida que pasan los minutos y la rodilla del agente se mantiene presionando su garganta, este deja poco a poco de hablar y moverse.
El presidente Donald Trump se pronunció en Twitter pero en apoyo a las autoridades, no al pueblo: “Acabo de hablar con el gobernador Tim Walz y le dije que el Ejército está con él. Cualquier dificultad y asumiremos el control pero, cuando comience el saqueo, comienza los tiroteos”.
Continuado abuso policial
No es la primera vez que un policía blanco actúa con violencia o asesina a un afroamericano en Estados Unidos. Ya se han producido varios casos similares al de Floyd y que también han producido airadas protestas en ese país.
El más reciente se produjo en febrero pasado, cuando un exagente y su hijo asesinaron en Georgia a Ahmaud Arbery, quien estaba desarmado y trotaba por una zona residencial.
El hecho se conoció a comienzos de mayo cuando la grabación del hecho fue difundido. Las protestas no se hicieron esperar debido, entre cosas, a que los asesinos se encontraban libres. La presión popular generó el arresto de ambos y la debida investigación del hecho.
En marzo de este año fue acribillada por agentes policiales Breonna Taylor, técnico en emergencias médicas de 26 años. El hecho ocurrió en Louisville, Kentucky, cuando varios policías ingresaron a su vivienda, supuestamente en un operativo antidrogas.
Familiares de la joven denunciaron el exceso policíal y el ingreso ilegal a la vivienda de Taylor, debido a que los sujetos a los que buscaban ni eran conocido por ella, ni vivían en la zona.
FInalmente, la Policía informó que en la residencia de la víctima no se encontraron estupefacientes.
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