El juego de Laura en América

Contrarrestar la influencia de China y controlar las fuentes de recursos naturales, los minerales estratégicos y el agua dulce, son el objetivo del Comando del Sur de Estados Unidos en Latinoamérica. En una agresiva incursión la general al mando, Laura J. Richardson, se pasea por el continente sembrando lealtades entre las fuerzas armadas y los gobernantes afines. En tanto, alianzas como los BRICS+ y el Mercosur, avanzan en dejar el dólar en sus intercambios comerciales.

El juego de Laura en América

Autor: Mauricio Becerra

Desde hace tres años una general de cuatro estrellas se pasea sonriente entre comandantes militares, presidentes o altos cargos ejecutivos de los países latinoamericanos. Arriba de un barco en Brasil, desembarcando con una gran sonrisa en la Patagonia o tomándose una foto con la nieta de Salvador Allende, la general de poco más de sesenta años se ha convertido en una asidua visitante de la región.

Es el juego desplegado por la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), Laura J. Richardson, quien se ha esforzado en delinear una agresiva política para mantener la hegemonía norteamericana en la región y contrarrestar la influencia comercial de China. Fue clara y precisa ya en su audiencia de nominación, cuando se comprometió a fortalecer el enfoque del SOUTHCOM con la cobertura de la “cooperación en materia de seguridad”, con el fin de garantizar a Estados Unidos como “el socio preferido en la región” (1).

Richardson fue nombrada comandante del SOUTHCOM en octubre de 2021 y tiene a su cargo 1.200 militares de las distintas ramas esparcidos en América Central, el Caribe y América del Sur, en lo que describen como el diseño de planes de contingencia, operaciones de intervención militar y la creación de lazos promovidos con el envoltorio de la ‘cooperación en seguridad’ en el continente.

Para ello sus visitas a lo largo del continente se han intensificado en los últimos años y ha endurecido su discurso cargando contra China, país al que atribuye todas las malas prácticas realizadas en las últimas décadas por Estados Unidos -comprobadas por Wikileaks y denunciadas por Edward Snowden– como el espionaje masivo a los ciudadanos, el saqueo de los recursos naturales y violaciones a los derechos humanos.

Así sostuvo a comienzos de mayo de 2024 en la Novena Conferencia de Seguridad Hemisférica, realizada en Miami, dijo que “América Latina no se beneficia de los recursos que China extrae de la región”.

Un mes después, de visita en Honduras aseguró que China era “una gran amenaza para la región y la democracia porque realiza operaciones de espionaje global”, robando datos e información económica. “Ellos están robando los secretos nacionales de los países”-sentenció- para luego advertir sobre “los riesgos del comunismo chino que no respetan los derechos humanos de su propio pueblos, que no va a respetar los derechos humanos de tu pueblo”.

BRICS+ Y MERCOSUR DEJAN EL DÓLAR COMO MONEDA DE INTERCAMBIO

Estados Unidos se enfrenta a reordenamiento global que horada la hegemonía conseguida a lo largo del siglo XX. Su esfuerzo por correr las fronteras de la OTAN hasta tocarle las barbas a Rusia, intervenir en la política ucraniana a través de golpes de Estado y la consecuente respuesta de Putin de invadir Ucrania, aceleraron procesos como el debilitamiento del predominio del norte global y la desdolarización de la economía mundial. Tal como comenta el economista Alejandro Marcó del Pont, “el conflicto se ha convertido en un catalizador para un cambio en el equilibrio global que se aleja del dominio occidental” (2).

En los años recientes los países del sur global comienzan a establecer lazos de cooperación y una agenda propia distante de los intereses de Estados Unidos y Europa. Una de estas instancias es el bloque de los BRICS+, una alianza económica, política y social iniciada por Brasil, Rusia, India y China, a la que luego se sumó Sudáfrica, país que albergó un encuentro del bloque el año pasado, ocasión en la que se sumaron nueve miembros más: Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos. En tanto, otros 30 países esperan participar próximamente.

Las sanciones contra Rusia tras iniciar la invasión de Ucrania, la expropiación de sus activos en bancos europeos y la entrega reciente de estos por un valor de 50 mil millones de dólares en préstamos a Ucrania para continuar la guerra, sembraron incertidumbre sobre la observancia de las reglas económicas de parte de los países europeos, sumado a la desastrosa política impuesta por el norte global denominado ‘el orden basado en reglas’ que ha destruido países como Libia, desmantelado Siria y entregado a los talibanes Afganistán, han empujado cada vez más el carro de la historia que conlleva el declive de la hegemonía occidental en el planeta. Agreguemos el recrudecimiento de la intensa guerra comercial contra China a la sopa y tenemos a los países del sur buscando nuevos acuerdos de cooperación, acelerando su vinculación económica y, lo más preocupante para la hegemonía norteamericana, abandonando el dólar estadounidense como moneda de intercambio comercial.

El ascenso de China en el tablero geopolítico mundial es en la actualidad la mayor preocupación de la dirigencia estadounidense. Un informe de RAND Corporation fechado en 2022 (U.S. Resourcing to National Security Interests in Latin America and the Caribbean in the Context of Adversary Activities in the Region) definió que la competencia de Estados Unidos con China se diferencia de la llevada con Rusia e Irán, países que, según el informe, “carecen de los atributos para respaldar y asegurar su proyección de poder en la región”. En cambio, China tiene tanto los recursos, como la voluntad y la oportunidad para extender su influencia en América latina, lo que la convierte en el enemigo predilecto de Estados Unidos (3).

Al otro lado de la balanza, China y la alianza de los BRICS+ desde el año pasado aceleraron el proceso de vinculación económica, negociando en monedas nacionales para evitar el dólar norteamericano. Para socavar el camino de integración del sur global, Richardson aprovechó la llegada de Javier Milei a la presidencia argentina, acelerando los pasos para instalar una Base Naval estadounidense en la Patagonia, lo que fue anunciado en su visita reciente al presidente ‘anarcolibertario’, ocasión en que la generala anunció la instalación de una nueva base militar en la región para contrarrestar la presencia china en el continente.

Milei fue rápidamente identificado por Estados Unidos como uno de sus gobiernos títeres en la región. Tras realizar una visita en abril de 2022, Richardson volvió a la Patagonia argentina el 2 y 17 de abril pasados. En esta última ocasión se reunió en la Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien posteriormente abandonó el gabinete; y con el ministro de Defensa, Luis Petri, con quien viajó a Tierra del Fuego, en donde se encontró en un acto con Milei y, posteriormente, visitó las bases en Tierra del Fuego con el objetivo de conocer el resguardo de las rutas marítimas (4).

El presidente argentino no participó en la reciente cumbre 64ª del Mercado Común del Sur (Mercosur) celebrado en Asunción, Paraguay, instancia regional que prontamente reemplazará al dólar en el intercambio comercial por las monedas nacionales. En el encuentro se integró a Bolivia como miembro con derechos plenos, sumándose al bloque creado en 1991 y conformado en la actualidad por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

El fin del dólar es producto del acuerdo CMC 25/07 del Mercosur, que tiende a producir un Sistema de Monedas Locales (SML), lo que fomenta el uso de las propias monedas para realizar operaciones comerciales entre los países integrantes del Mercosur, lo que evita pagar por tasas de cambio a la moneda norteamericana y desincentiva su uso.

En una reciente visita a Bolivia, el presidente brasileño Lula da Silva, comentó que el intercambio entre ambas naciones fue de US$ 3,3 millones en 2023, cifra que aumentará con el ingreso del país altiplánico al bloque. “Con su ingreso en el sistema de pagos en moneda local reduciremos la dependencia del dólar y los costos de transacciones de las operaciones de cambio en nuestros países, esa medida es de gran utilidad para las pequeñas y medianas empresas del continente” -resaltó Lula.

LA VISITA DE RICHARDSON A CHILE

A contrapelo del nuevo marco de alianzas regionales, Richardson intensificó sus contactos en Chile, aprovechando el alineamiento del gobierno de Boric con Estados Unidos en política internacional, lo que la trajo ya en dos oportunidades al país, la primera de ellas en abril de 2023, ocasión en que sobrevoló en helicóptero el Estrecho de Magallanes, y, más recientemente, en junio de este año, cuando se hizo acompañar del portaaviones George Washington, integrante de la Cuarta Flota de Estados Unidos.

La nave pasó por el Estrecho de Magallanes a fines de mayo en un recorrido que antes contempló pasar por Brasil y Argentina y luego partir rumbo a Perú. En su paso por aguas chilenas la flota norteamericana realizó, junto a la Armada de Chile, los ejercicios navales Passex y recaló en el puerto de Valparaíso el 11 de junio, manteniéndose en la bahía hasta el 15 de junio.

En tierra, la general Richardson desplegó una intensa agenda. Acompañada por la embajadora Bernadette Meehan, se reunió con la ministra de Defensa, Maya Fernández Allende, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el contraalmirante Pablo Niemann Figari.

Niemann es un oficial de la Armada chilena fuertemente influenciado por Estados Unidos, en donde se graduó en 2010 en el Naval Command College en la Academia de Guerra de Newport, participando posteriormente como comandante de las fuerzas marítimas de los ejercicios Rimpac 2018, obviamente bajo la supervisión de oficiales de Estados Unidos.

La cobertura del encuentro, difundida tanto por la embajada norteamericana como por el Ministerio de Defensa chileno, sostuvo que “la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, ha realizado una visita a Chile para fortalecer la cooperación en temas de seguridad entre ambos países y discutir la importancia estratégica de la región antártica y la investigación científica internacional”.

Un día después, la generala donó equipos para bomberos de San Bernardo y se reunió con el director espacial de la Fuerza Aérea de Chile, general Luis Sáez Collantes, en un encuentro que fue difundo por las redes del Comando del Sur motivado por la “continua cooperación”.

Meehan resaltó el encuentro, sobre todo cuando se conversó “sobre las diversas formas de profundizar incluso más nuestra fructífera cooperación y asociación militar con Chile”.

La Armada chilena participa entre el 27 de junio y el 2 de agosto de los ejercicios navales Rim of the Pacific (RIMPAC 2024) en Hawaii, el juego de guerra más grande del mundo coordinado por el Comando Indo-Pacífico de la Armada de Estados Unidos (Tercera Flota). Participarán 29 países, entre los que destacan varios miembros de la OTAN y aliados regionales de Estados Unidos. También está convidado Israel.

EL LITIO Y EL AGUA DULCE

Si en sus encuentros con las autoridades políticas y militares de América Latina, la general Richardson ha desplegado una estrategia comunicacional que tiene como envoltorio la ‘cooperación en seguridad’, cuando es invitada a casa se le suelta la lengua y desnuda la tarea a la que fue encomendada.

Así ocurrió en enero de 2023, cuando la generala se fue de lengua en un video grabado, que fue exhibido en una cita del Atlantic Council.

El Atlantic Council es un think tank fundado en 1961, en plena Guerra Fría y con fuertes vínculos con la OTAN. Si bien se declara como no partidistas e independiente del gobierno de turno, aglutina a políticos demócratas y republicanos, además de militares retirados y veteranos de la CIA, quienes se afanan en hacer análisis estratégicos para la mantención de la hegemonía estadounidense. Según un Programa de Negocios difundido en su portal corporativo su objetivo es “construir y fortalecer la ya profunda integración económica entre Europa y los Estados Unidos, así como promover el liderazgo transatlántico en la economía global”(5).

¿Por qué es importante esta región? – fue la pregunta retórica de Richardson, para luego sostener que “con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, está el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60% del litio del mundo se encuentra en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile (…). Esta región importa, tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego”.

Como una de sus preocupaciones centrales en la región es el litio, Richardson dijo en la oportunidad que “el 60 por ciento del litio del mundo se encuentra en ese triángulo y es necesario hoy en día para la tecnología”.

También la jefa del Comando del Sur le echó el ojo a los recursos de Venezuela, señalando como importantes “el petróleo, cobre y oro”. En relación al crudo, sostuvo que se trata de “las reservas de petróleo más grandes” del mundo.

También se refirió a la importancia del Amazonas, espacio que describió como el pulmón del mundo.

“Tenemos el 31 por ciento del agua dulce del mundo en esta región”- sentenció Richardson, evidenciando el sentido de propiedad que tienen de los recursos de otros países, por lo que concluyó que a Estados Unidos “le queda mucho por hacer”.

“Tenemos que empezar nuestro juego”- sentenció.

Un año después, la generala volvió a irse de lenguas. La ocasión fue en una audiencia de un comité del Senado norteamericano que revisaba el presupuesto en defensa de Estados Unidos para el año 2024, cuando además de poner el foco estratégico en evitar la influencia de China y Rusia en el continente latinoamericano, mostró a su vez preocupación por los medios de comunicación rusos, como Rusia Today y Sputnik, los que en la última década han emergido como una alternativa informativa a los grandes medios norteamericanos y europeos, cosechando millones de seguidores en América latina.

“El mundo está en un punto de inflexión. Nuestros partners en el hemisferio oeste con los que estamos unidos por el comercio, valores compartidos, tradiciones democráticas y lazos familiares están sintiendo el impacto de interferencia externa y coerción. La República Popular China continúa expandiendo su influencia económica, diplomática, tecnológica y militar en Latinoamérica y el Caribe” – sostuvo.

Richardson también mostró preocupación por el litio. Así sostuvo que “la República Popular China ha expandido su habilidad para extraer recursos, y conseguir el 36% de su comida a través de importaciones desde esta región, y el 75% de su litio desde Sudamérica”.

Agregó que China “está realizando un juego de largo alcance” en la región, disfrazada de “inversiones pacíficas” que a futuro resultan en “múltiples accesos a pasos navales estratégicos”.

Puso de ejemplo una empresa estatal china que está en Argentina “intentando asegurarse los derechos para construir instalaciones marítimas de uso dual, las cuales apoyarían la proyección de sostenimiento y poder en las cercanías al estrecho de Magallanes, pasaje de Drake y Antártica”.

Su preocupación es que “esto podría mejorar dramáticamente la capacidad y habilidad de acceso de China a la región antártica y a su actividad pesquera e impactar en la estrategia de movilidad estadounidense en un área reservada para la paz y la ciencia”.

Para Richardson la influencia china y rusa son una ‘influencia maligna’ en el continente.

Juan Gabriel Tokatlian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, contabilizó 24 veces el uso de la alocución ‘maligno’ en la intervención de la generala ante la Cámara de Representantes.

Las formas del maligno en la boca de Richardson se multiplicaron, según constato Tokatlian, quien apuntó que la general dijo “actor maligno”, “influencia maligna”, “esfuerzo maligno”, “actividades malignas”, “intención maligna”, “narrativas malignas”, “conducta maligna”, “acción maligna”, “agenda maligna”.

Según el analista argentino, Maligno es “un término que refleja simultáneamente una condición siniestra y permanente -sostiene Tokatlian- y con ello se cubre a China, Rusia e Irán. Ha sido habitual desde hace años que estrategas militares y civiles distingan “ejes”—por lo general tres países—que le producen un peligro inminente a Estados Unidos” (6).

LA REACTIVACIÓN DE LA IVª FLOTA

En julio de 2008 fue reactivada la IVª Flota de la marina de Estados Unidos, la que estaba fuera de operaciones desde 1950. Había sido creada durante la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de perseguir submarinos alemanes en el Caribe y Atlántico Sur.

En la actualidad, la IVª Flota cubre a más de 30 países y 15,6 millones de millas cuadradas en aguas de Centro y Sudamérica y el mar Caribe. La cobertura con que se presenta es la lucha contra el “narcotráfico, el terrorismo y otras actividades ilícitas, además de colaborar en posibles desastres en la zona”.

Sin embargo, su reactivación fue para contrapesar a los gobiernos progresistas que en las primeras décadas del siglo XXI comenzaron a tomar el control de sus recursos naturales, como Venezuela, Argentina, Bolivia o Ecuador. Otro foco es el control de las cuencas de agua dulce, como el Amazonas, la cuenca del Orinoco y el Río de la Plata.

Tokatlian llama la atención en que “de los últimos seis comandantes del Southcom, tres han sido de la armada: el almirante James Stavridis (2006-2009), quien en 2008 reactivó la IV Flota que había sido disuelta en 1950; el almirante Kurt Tidd (2016-2018), quien enfatizó que Estados Unidos debía incrementar la vigilancia en la región; y el almirante Craig Faller (2018-2021), quien insistió en que la presencia de gobiernos malignos en el área debía ser repelida”.

La armada Estados Unidos para asegurar su hegemonía global tiene flotas en todos los océanos del mundo, sobre todo en espacios de interés norteamericano. La Flota en el Atlántico tiene su base en Norfolk, Virginia; la IIª Flota en el Pacifico se concentra en Pearl Harbor; y la IIIª Flota con base en San Diego son las encargadas de asegurar el espacio continental de la potencia del norte.

Mucho más allá de sus fronteras están la Vª Flota con base en Bahrein para operaciones en el Medio Oriente y que en la actualidad es la punta de lanza en la defensa de Israel; la VIª Flota, del Mediterráneo con base en Rota, España; y la VIIª Flota del Pacífico Occidental con base en Yokosuka, Japón, que tiene como objetivo controlar los mares próximos a China.

Cada una de estas flotas está conformada por un portaaviones nuclear, muchos buques de superficie y submarinos atómicos. En el caso de la IVª Flota, está preparada para navegar en los ríos de América del Sur. Si bien su base está en Miami, tiene bases en las islas de Curazao y Aruba.

EL CONTROL DE LOS RECURSOS NATURALES

Los recursos naturales del continente son esenciales para el cambio energético del norte global, proceso que está produciendo presión sobre el sur global y produce una gran demanda de minerales como el litio. La investigadora de la Universidad de Antofagasta, Ingrid Garcés, comenta a partir de datos del 2022, que la mayor demanda corresponde a China (55%), seguida de la Unión Europea (21%) y Estados Unidos (14%).

Según el periodista Pablo Gandolfo la función de los países periféricos y europeos que permanezcan junto a Estados Unidos será la de ser territorios de sacrificio, de entrega de recursos y mercados y de sostenimiento de una hegemonía que se tambalea (7).

Otro de los objetivos centrales de los movimiento del Comando del Sur es el control de la Antártida en un contexto global de cambio climático y aseguramiento de fuentes de agua dulce, así como también el control del Estrecho de Magallanes y el Canal de Beagle, al ser, al igual que el Canal de Panamá, un paso que conecta los océanos Atlántico con el Pacífico. Dicho punto es clave para el despliegue estratégico norteamericano en su disputa comercial con China y resulta clave en caso de un conflicto armado.

Recientemente, a mediados de mayo, la embajadora norteamericana en Chile, Bernadette Meehan, visitó la Antártida. Pese a que su cobertura argumenta que el objetivo de Washington es proteger el medio ambiente y el desarrollo de investigaciones científicas, de fondo está el proyecto colonial sobre el continente blanco. A través de redes sociales, la embajadora dijo que “la Casa Blanca reafirmó el compromiso de Estados Unidos de liderar los esfuerzos internacionales de cooperación a través del Sistema del Tratado Antártico para mantener la Región Antártica con fines pacíficos, proteger su medio ambiente y llevar a cabo investigaciones científicas”.

El juego de Laura ha comenzado. Ya movió sus piezas aprovechando como soportes los estrechos vínculos con los marinos locales, políticos afines y, sobre todo, mostrando su poderío naval y bélico. El envoltorio es el de siempre: cooperación en defensa, aunque no se explicite la defensa contra quién. De fondo, en penumbras, figura la silueta de la República Popular China, el principal socio comercial de la región.

La partida no la está ganando Laura.

Por Mauricio Becerra R.

El Ciudadano

NOTAS

  1. https://www.defense.gov/News/News-Stories/Article/Article/2718065/southcom-commander-nominee-us-must-remain-partner-of-choice-in-western-hemisphe/ ↩︎
  2. https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2024/06/23/ali-baba-y-los-infortunados-del-g7/ ↩︎
  3. https://www.rand.org/pubs/research_reports/RRA847-1.html ↩︎
  4. https://www.eldiarioar.com/politica/medio-preocupacion-ee-uu-china-jefa-comando-sur-visita-casa-rosada_1_11261707.html ↩︎
  5. https://www.atlanticcouncil.org/event/a-conversation-with-general-laura-j-richardson-on-security-across-the-americas/ ↩︎
  6. https://cenital.com/la-preponderancia-militar-de-estados-unidos-en-america-latina/ ↩︎
  7. https://jacobinlat.com/2024/06/13/america-latina-y-la-guerra-por-venir/ ↩︎

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