Estela es madre, hija y hoy ve cumplida su meta de ser enfermera tras años de adversidades económicas y laborales, convencida de que cualquier propósito es posible si actúa con pasión.
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La profesionista de la salud relató a El Ciudadano México que este trabajo la ha ayudado a crecer como persona y en el ámbito familiar, por lo que mantiene la convicción de seguir para sacar adelante a su hija, su principal motivación.
“Yo siento que no hay límites, todo lo que te propongas y lo que quieras en la vida lo vas a poder cumplir, siempre y cuando trabajes y lo que hagas lo hagas con gusto y amor; trabajar como enfermeras no es algo que nos pese, siempre y cuando tengamos esa satisfacción a nuestros pacientes”
Estela
Enfermera poblana de la Cruz Roja
Estela es enfermera en Cruz Roja, a donde llegó luego de tener “problemas” en la clínica donde estaba antes y comenzó a trabajar luego de realizar su licenciatura.
Comentó que desde joven ha estudiado y trabajado a la vez, por su ímpetu de mejorar su vida, pues compartió que inició su vida laboral desde que comenzó sus estudios de Técnica en Enfermería General.
Esta carga no fue menor, pues Estela confesó que estuvo a punto de desertar de sus estudios superiores por distintos “obstáculos familiares”, pero la motivación de su hija y trabajar para ambas evitó que desertara.
La vocación es todo
Estela aconsejó a quienes estén interesados en la enfermería a que “piensen bien” si tienen vocación, pues sostuvo que esta profesión es mucho más que “inyectar y tomar signos vitales”.
Hace falta gran responsabilidad con la profesión, pues también se involucra a pacientes y enfermos que pueden ser afectados, “si no tenemos esa pasión o interés por las cosas vamos a ser infelices y hacemos infelices a los pacientes”
Desde su experiencia, comentó que persisten algunos “tabúes” sobre el rol de género en la enfermería, pues dejó en claro que no es una carrera exclusiva para mujeres y que hay varones que cumplen con su labor de la misma manera.
Descartó haber sufrido alguna agresión por su condición de mujer, al reiterar que esta profesión es igual de importante que la de los médicos y que también son trabajadores de la salud.
Una de las más gratas experiencias de Estela como enfermera, platica, fue cuando estuvo en terapia intensiva del neonatal, donde llegó a ver recién nacidos que apenas pesaban 500 gramos y tenían que recibir oxígeno.
En este largo proceso, conoció “el lado humano de la enfermería” al convivir con los bebés y formar cariño cuando les daban atención.
Comentó que una de las satisfacciones que le dejó este puesto fue la emoción de los padres que veían a sus hijos salir de terapia intensiva, con un peso mayor a los 2 kilos, sin oxígeno y listos para alimentarse.
Estela opinó que los jóvenes deben poner en perspectiva que hay carreras con “importancia a nivel social”, como el caso de la enfermería, pues de no existir estos profesionistas no habría quien atendiera a los pacientes. Lo anterior, ante el auge de trabajos en línea y la polémica de jóvenes que optan por no estudiar una carrera y buscar una forma de vida en las redes sociales.
Ilustración: Iván Rojas
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