Vanessa se convirtió en enfermera hace 13 años de manera imprevista, pues no tenía la intención de incursionar en este oficio y únicamente se capacitó en éste como mero pasatiempo, pero al final terminó encantada con la labor de cuidar y ayudar a la recuperación de pacientes.
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Inicialmente estudió una carrera técnica para este oficio, pero más tarde decidió cursar la Licenciatura en Enfermería y hasta realizó una Maestría en Educación y Desarrollo Humano, en la que aprendió a llevar a cabo este trabajo de manera empática y humanista, algo que considera fundamental en este trabajo.
La poblana de 33 años, quien hace unos meses se convirtió en gerente de enfermería, inició como enfermera general y al poco tiempo pasó a brindar sus servicios en el quirófano, donde llegó a ser jefa de área, lo que demuestra que encontró una pasión en el sitio que menos esperaba.
«La realidad es que yo nunca quise estudiar enfermería. Estudiaba Biología y decidí ir a la enfermería como un pasatiempo. Sentía que me sobraba mucho tiempo y decidí meterme a enfermería, entonces estudié una carrera técnica en Cruz Roja, pero me llegó a apasionar mucho el ver cómo entraba un paciente enfermo al quirófano, lo operabas y salía bien, como una fábrica de chocolates»
Vanessa
Enfermera
Oficio con valor humano
Desde su lugar de trabajo en un hospital privado, Vanessa declaró a El Ciudadano México que como enfermera es importante ser empática y ponerse en el lugar de los pacientes, pero también de los familiares, ya que son ellos quienes cargan muchas veces con angustia y preocupación cuando hay personas internadas.
«El paciente va a tener todos los cuidados de nosotros, pero la familia también es fundamental. Es importante ser empáticos», señala Vanessa, quien afirmó que una experiencia personal le ayudó a comprender mejor cómo se sienten las personas cuando su familiar está bajo cuidados médicos.
Aunque mencionó que la enfermería es una carrera noble que otorga muchas oportunidades de crecimiento, destacó que este trabajo te vuelve más humano y sensible, pues eres capaz de ayudar a alguien sin esperar nada a cambio.
«Te vuelve más humano y más sensible, y ves la manera en la que la gente o los pacientes están bien. Con darte las gracias te das por bien servido», expresó la enfermera, quien también mencionó que su papel en el sector de la salud actualmente es más reconocido.
Aseguró que el trabajo de las enfermeras es apreciado y en la actualidad es hasta valorado por las áreas médicas de los hospitales, cosa que asegura antes no pasaba, a pesar de que ellas siempre han tenido una parte importante en la recuperación de los pacientes.
Una carrera muy noble
Vanessa también admite que en este trabajo hay muchas frustraciones, y la peor de ellas es cuando un paciente pierde la vida, ya que es un momento difícil de aceptar, pues es un momento de derrota que se antepone a los esfuerzos de enfermeras y áreas médicas.
«Creo que esa es la parte más difícil, ya que hay momentos en que tú das todo, el área médica da todo y de repente todo va bien y un paciente se te complica, ya no puedes hacer más y fallece, creo que ese es el momento más crítico»
Otra parte complicada son todos esos cumpleaños, celebraciones y fiestas de fin de año que se llegan a perder por estar trabajando, pero también es algo que se acepta como parte de la enfermería.
Además, expresó que su familia está muy orgullosa de lo que ha logrado en el recorrido que ha tenido en esta carrera, así como de su dedicación y profesionalismo en la enfermería.
Ilustración: Iván Rojas
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