La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este jueves de un «crecimiento exponencial» de la pandemia de la COVID-19 en Europa. Esta situación causa «preocupación» en la región, aunque el virus actualmente provoque menos muertes que en la primera ola.
El organismo recuerda todos los días a los millones de europeos que deben vivir nuevamente bajo estrictas medidas de distanciamiento. Todo eso mientras los gobiernos luchan contra una segunda ola de la que científicos advertían desde hace meses.
Uno de los países más afectados es Francia, que registra un gran aumento en los nuevos casos positivos. El jueves 15 de octubre confirmaron 30.621 infecciones, frente a las 22.591 del día anterior, reportó la agencia BBC Mundo. Este lunes 19, el Ministerio de Sanidad reportó 13.243 nuevos casos y con ello el país superó los 900.000 contagios.
Por ello, el Gobierno decidió imponer un toque de queda nocturno en París y otras ocho ciudades, que comenzó a regir el sábado 17 de octubre.
Ese mismo día, en Reino Unido la socialización en espacios interiores quedó prohibida en Londres. Resulta que esta ciudad y otras áreas de Inglaterra están ahora bajo una alerta por COVID-19 más alta.
Igualmente, países como Italia, Polonia, Hungría y Alemania también registraron su mayor aumento diario de casos nuevos desde que comenzaron las pruebas masivas. En República Checa, que actualmente tiene la tasa de infección más alta de Europa, los contagios casi se duplican en octubre, para superar los 140 mil.
En el caso de Rusia, registró en un día su mayor número de muertes diarias desde el inicio de la pandemia: 286 personas, según datos oficiales.
La OMS instó a los gobiernos europeos a «dar un paso al frente» y actuar, mientras el continente supera el umbral de las 1.000 muertes diarias. Además, reafirmó que las estrictas restricciones son «absolutamente necesarias» para salvar vidas.
¿Qué sucede en Francia?
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció días atrás nuevas restricciones para combatir la creciente tasa de infección en el país. Adelantó que su objetivo es reducir el aumento diario de casos a 3.000, reseñó BBC Mundo.
Los residentes de París, sus suburbios y otras ocho ciudades, incluidas Marsella y Lyon, no puedenn abandonar sus hogares sin una razón «válida». Así ucede entre las 21:00 y las 06:00 horas, durante al menos cuatro semanas.
Por su parte, el primer ministro, Jean Castex, informó que se desplegó a la policía para hacer cumplir el toque de queda. Sin embargo, resaltó que la población aún puede ir a trabajar, a los hospitales y farmacias.
En contraparte, esta semana la policía francesa allanó casas de altos funcionarios del Gobierno y del sector Salud. Todo forma parte de una investigación sobre su manejo de la pandemia del COVID-19. Desde hace meses, el Gobierno enfrenta críticas por la escasez de equipos y los lentos tiempos de respuesta.
¿Qué tan mala es la situación en Europa?
El director europeo de la OMS, Hans Kluge, ofreció declaraciones a la prensa. Reportó que en este periodo el número de muertes por COVID-19 es actualmente cinco veces más bajo que en marzo y abril, cuando la primera ola golpeó el continente.
¿Por qué ocurre eso? Resulta que una de las razones del aumento de casos en las últimas semanas es que más personas jóvenes dan positivo por el virus. Entonces, la tasa de mortalidad más baja se debe a que ese grupo demográfico tiene menos probabilidades de morir que los adultos mayores.
A pesar del bajo indicador, Kluge aseguró que las proyecciones sobre el curso de la enfermedad en Europa «no son optimistas». Por tando, advirtió que si los gobiernos europeos relajan sus restricciones, el curso del virus indica que para enero de 2021 la tasa de mortalidad diaria podría ser cuatro a cinco veces mayor que en abril.
En cambio, si el 95 % de las personas usa máscarillas y se aplican otras medidas de distanciamiento social, Europa podría evitar hasta 281.000 muertes para febrero, según las declaraciones recogidas por BBC Mundo.
Mientras tanto, la Comisión Europea solicitó a los gobiernos intensificar las medidas de restricción y las jornadas de despistaje. Igualmente, les recomendó coordinar el rastreo de posibles casos positivos y el eventual despliegue de vacunas.
Un ejemplo de buena voluntad lo dio la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, abandonó una cumbre de la Unión Europea para entrar en autoaislamiento. Lo hizo después de que un miembro de su oficina diera positivo, aunque ella salió negativo en la prueba que se realizó. No obstante, decidió aislarse «como medida de precaución».
Nuevas restricciones impuestas en Europa
En Polonia se delimitaron zonas rojas donde cerrarán las escuelas y los gimnasios, incluida la capital, Varsovia.
En la región de Campania, al sur de Italia, incluida Nápoles, las escuelas cerrarán durante dos semanas. Esto porque el país registró su mayor aumento diario de casos desde que comenzaron las pruebas masivas.
En República Checa cerraron escuelas y bares, pero las infecciones siguen en aumento. El Gobierno anunció la construcción del primer hospital de campaña para pacientes con coronavirus. Asimismo, solicitó a los médicos que trabajan en el extranjero que regresen a casa.
En Alemania, bares y restaurantes en zonas de mayor riesgo deben cerrar temprano. El país registró 6.638 nuevos casos el jueves, la cifra diaria más alta desde el inicio de la pandemia del COVID-19.
En Portugal, el Gobierno limitó las reuniones a cinco personas. Sin embargo, a las bodas y bautizos pueden asistir hasta 50 personas, mientras las fiestas universitarias están prohibidas.
En la región de Cataluña, los restaurantes solo podrán servir comida para llevar. Se permitirá que los gimnasios y especios culturales operen al 50 % de su capacidad. Mientras, las tiendas y grandes centros comerciales están limitados al 30 % de su capacidad.
En Países Bajos, los bares, restaurantes y cafeterías cerraron el 14 de octubre, excepto para llevar. Además, en los hostales el máximo de huéspedes por día quedó en tres personas.
En la capital rusa, Moscú, el movimiento es limitado y a partir del lunes 19 de octubre las escuelas superiores (para niños de 13 a 18 años) estarán cerradas.
¿Llegó la fase oscura de la pandemia?
Ante la cruda realidad europea, Hans Kluge aseguró que el incremento de casos en varios países no significa el inicio de la denominada «fase oscura» en la curva epidemiológica. Incluso se atrevió a afirmar que aún hay tiempo para actuar.
«El virus no ha cambiado, no es ni más ni menos peligroso» que cuando se registraron los mayores aumentos de casos el pasado marzo, comunicó Kluge. Pero, sí señaló que la situación ahora es diferente a la vivida es primavera, por los contagios jóvenes en Europa.
Por todo ello recomendó «un aumento escalonado de medidas puntuales y temporales y tratando de minimizar los daños colaterales para la economía y la sociedad».
Y en este contexto, recordó a los gobiernos que las medidas que tomen deben valorar efectos colaterales, para evitar que se reproduzcan problemas de salud mental o de violencia doméstica.
“El mensaje a los gobiernos es que hay que tomar medidas concretas para evitar tener que volver a recorrer el doloroso camino de primavera», manifestó. Al mismo tiempo, recordó que la transmisión y las fuentes de contagio están en los hogares y en sitios públicos cerrados.
Europa pasó de seis a siete millones de contagios en solo diez días, alcanzado esta semana nuevos récord, al superar los 120.000 casos en un solo día, los días 9 y 10 de octubre.
Por último, el directivo de la OMS en Europa cuestionó que se generalizara la creencia de que la solución a la pandemia está en una vacuna. “Ni siquiera sabemos si la vacuna será eficaz para todos los sectores de la población» y, además, «encargar vacunas diferentes será una pesadilla logística».
“El fin de esta pandemia seré el momento en que, como comunidad, hayamos aprendido a vivir con ella. Y eso depende de nosotros», concluyó Kluge, en declaraciones recogidas por Telesur.