Durante la semana pasada, el Equipo de Investigación de El Ciudadano reveló la declaración ante la Fiscalía Oriente de Luis Japaz, quien fue considerado la mano derecha de Cathy Barriga en la Municipalidad de Maipú. Incluso, por su rol en el municipio, en enero de 2024 fue formalizado junto a la exalcaldesa por los delitos de fraude al Fisco y falsificación de instrumento público.
Recordemos que en la primera parte de esta serie de reportajes, Japaz relató que Barriga habría contratado niñeras pagadas con fondos municipales, la creación de una unidad para «ayudarla» con sus problemas domésticos (Departamento de Urgencia Social), y desaparición de documentos a manos de la exalcaldesa.
Sin embargo, estos no fueron los únicos antecedentes que expuso el exfuncionario ante el Ministerio Público, puesto que, también se refirió a los detalles sobre el modus operandi de los Barriga-Lavín al interior del municipio, afirmando que entre ambos existía una importante pelea de egos, debido a que Joaquín Lavín León siempre quiso ser alcalde de la comuna.
«Todos los funcionarios más cercanos a Joaquín Lavín. Ellos tenían siempre interés en que esos eventos (Maipeluza) y cosas se hicieran. Yo en ese momento jamás pensé que lo que estaban haciendo para lograrlo era hacer certificados de disponibilidad presupuestaria falsos o modificarlos fraudulentamente, porque eso todos saben que no se puede, pero es verdad que Ana María Cortés iba constantemente a decir que no había presupuesto para determinados gastos y ella (Barriga) pedía hacerlo igualmente (…) Ella en un principio estaba bien con esa intervención de Joaquín Lavín, tiempo después le empieza a molestar que le hagan más caso a él, que a ella», dijo.
Es más, como se ha mencionado en artículos anteriores, Lavín ha sido sindicado como quien decidía las desvinculaciones en Maipú, dejando constancia en un listado de Excel. De hecho, Japaz le manifestó a la exalcaldesa que era absurdo desvincular a tanta gente, ya que, después habría que recontratar a esas personas.
«Cuando yo le dije eso a la alcaldesa, ella me indicó que los abogados de Lavín le habían dicho que iban a ganar en tribunales. Ahí empezaron a salir los fallos del tribunal que obligaban al municipio a pagar indemnizaciones millonarias. Estos juicios perdidos se lo ocultaron durante algún tiempo a la alcaldesa, los del área jurídicos de la Municipalidad estaban controlados por Joaquín Lavín, quienes para envalentonarla le dijeron que iban a ganar y en un principio no informaron las pérdidas de esas demandas. Ella se enteró al principio por la tele que estaba perdiendo juicios (…) estaban desvinculando personas que llevaban 15 años en el municipio, todos sabían que eso era un problema», comentó el exfuncionario.
Respecto a esto, Japaz fue enfático en precisar que Joaquín Lavín León se aprovechó y usó a Barriga para poder dirigir el municipio.
«(Sobre Barriga) yo le tenía un cariño real. Inicialmente me compré el personaje y la defendí, antes de que me diera cuenta de que había una máquina atrás que era Joaquín Lavín (…) En La Moneda ella saludaba a todos con propiedad, al Presidente Sebastián Piñera, su señora, porque era su peak. Ahí hay un mini episodio en que la fila de saludos estaba la suegra, Estela León. Ella se da vuelta cuando venía Cathy Barriga para no saludarla. Como veo que eso iba a generar un problema, yo le digo: oiga señora Estela, ¿no va a saludar a su nuera? Y ahí se saludaron, y creo que con ese acto Cathy Barriga me tomó cariño real porque se sintió protegida», comentó.
Luis Japaz insistió en su declaración su cariño a Barriga, pero dejó de creerle al percatarse que ella
y su marido eran cómplices, puesto que, se dio cuenta que la exalcaldesa le pasaba el acta del Concejo Municipal a Lavín, por lo que entendió cómo funcionaban realmente las cosas.
Sin embargo, Japaz también se refirió a la familia Lavín-León ante la Fiscalía Oriente.
«Ellos son una familia poderosa, y aunque es odiada dentro de esa familia (Barriga), igualmente es poderosa. Yo perdí el miedo, ahora que tengo mi propio emprendimiento e ingresos. Le perdí miedo al balazo, aunque es un temor que hay que tener porque son maleteros, pero tengo menos temor y ya no trabajo en la administración pública», declaró Luis Japaz.
Tras estas nuevas relevaciones, El Ciudadano conversó con el abogado de Japaz, Miguel Yáñez, quien sostuvo que había un miedo reverencial al interior de la Municipalidad de Maipú. Un temor hacía la dupla Lavín-Barriga, por el poder político de los partidos que amparaban a dicha administración.
-Cualquier tipo de denuncia que se hacía en su momento, podía estar en peligro la seguridad de los trabajadores, por eso muchos guardaron silencio durante mucho tiempo, porque tenían miedo no solamente de perder su trabajo, sino en cuanto a su seguridad personal. Eso se puede desprender de la declaración y de los documentos que se acompañan-, dijo Yáñez.