La exsenadora colombiana Aída Merlano, quien en octubre de 2019 protagonizó una fuga de película y burló a la justicia de su país, donde cumplía una pena de 15 años de prisión por corrupción electoral, fue arrestada en la ciudad de Maracaibo, al occidente de Venezuela.
«Tras arduas investigaciones realizadas por nuestros funcionarios de las (Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional) FAES, fue detenida la exsenadora Aida Merlano en el sector El Milagro de la ciudad de Maracaibo, estado Zulia», informó el Ministerio de Interior y Justicia de la nación caribeña.
Merlano fue representante a la Cámara entre 2014 y 2018 y su investidura como senadora para el periodo 2018-2022 fue anulada en septiembre de 2018 por el Consejo de Estado colombiano por superar los gastos máximos establecidos por la ley para la financiación de las campañas electorales.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) estableció en 252.800 dólares el máximo permitido para campañas, mientras que Merlano gastó al menos 494.900 dólares en su candidatura, según las pruebas recogidas por la Fiscalía General.
En septiembre de 2019, la Corte Suprema de Justicia la declaró culpable y la condenó a 15 años de prisión. Entre los delitos que se le imputaron destacan corrupción al sufragante en calidad de coautora y tenencia ilegal de armas.
Una fuga de película
El caso de la exsenadora de 43 años pareció sacado de una escena de película de acción el pasado 1 de octubre de 2019, cuando, después de pedir permiso tres meses antes, obtuvo una autorización para ir a una cita médica fuera de la cárcel El Buen Pastor de Bogotá.
Por tal motivo, fue trasladada a un consultorio odontólogico, donde le iban a realizar un tratamiento. Allí llegó acompañada por uno de los escoltas de la prisión, quien la esperó afuera.
Pasadas tres horas, el odontólogo que la atendió, identificado como Javier Cely Barajas, salió del consultorio y le dijo a la guardia que la paciente había quedado dentro. Sin embargo, cuando el funcionario de prisiones entró a buscarla, la excongresista no estaba.
Un vídeo tomado ese día por una cámara de seguridad ubicada en una entrada del consultorio médico muestra una soga que toca el piso y de fondo transeúntes y autos en movimiento. Merlano se descuelga abruptamente y cae acostada ante la sorpresa de quienes pasan por el lugar.
La gente, sorprendida, trató de auxiliarla sin imaginarse el caso, pero la exsenadora se levantó y caminó hacia una moto que la esperaba para emprender la huida.
Desde entonces, Merlano estuvo prófuga de la justicia y el «Plan Candado» emprendido por las autoridades colombianas para recapturarla no había rendido frutos.
Detención en Venezuela
De acuerdo con los datos reseñados por los medios venezolanos, la detención de Merlano se dio en la mañana del lunes 27 de enero en el edificio Costa del Sol, ubicado en la avenida El Milagro de Maracaibo, capital del estado occidental de Zulia.
Junto a Merlano fueron capturadas otras dos mujeres y un hombre que aparece con ella en la foto, de quienes aún se desconocen identidades.
El portal Voz de América reportó que un testigo que pidió no ser identificado reveló que los agentes de las FAES notificaron previamente a los trabajadores del departamento de vigilancia del edificio que necesitaban ingresar al lugar para realizar “un procedimiento”, por lo que se les permitió el acceso y subieron hasta el piso 11.
“Sabían a qué piso iban, fueron directo a donde era”, contó el testigo del procedimiento.
Tres patrullas de la FAES llegaron al lugar para trasladar a Merlano y el resto de los detenidos. Los autoridades se llevaron, además de teléfonos celulares decomisados, el sistema de intercomunicador de la garita de vigilancia del edificio, precisaron las fuentes.
Según el periódico El País, cuando se conoció la noticia de la captura, la hija de la excongresita escribió en su cuenta de Twitter que se trataba de un rumor.
Sin embargo, José Miguel Domínguez, director de FAES, publicó en la cuenta de Instagram de la institución que la captura de Merlano obedeció a una ardua investigación de las autoridades venezolanas.
También explicó que la excongresista ingresó a territorio venezolano «de forma ilegal en compañía de un ciudadano colombiano indocumentado» .
El dilema de Duque
Luego de su captura en Venezuela, la película de Aída Merlano pasó del género de acción al de intriga política y, quizás, comedia de humor negro.
Este hecho dejó en una situación complicada al gobierno de Iván Duque, al tener que tomar la decisión de solicitar a las autoridades venezolanas la extradición de Merlano, para que esta pueda seguir cumpliendo la condena en su país.
El detalle es que Duque rompió relaciones diplomáticas y de cualquier tipo con Caracas, una de sus acciones injerencistas y desestabilizadoras contra el gobierno de Nicolás Maduro, decisión que hoy lo deja en una encrucijada.
En las redes sociales cuestionan el hecho de que Duque decida no pedir la colaboración a Maduro y sí al autoproclamado «presidente interino» Juan Guaidó.
El dilema es que para poder acudir a Maduro, Duque tendría que restablecer relaciones con su Gobierno y, caso aparte, lo estaría reconociendo como Presidente de Venezuela.
Mientras que el solicitar la extradición a Guaidó es un hecho meramente «simbólico» y la petición cae en saco roto, ya que el diputado no ejerce ningún tipo de autoridad o poderes en Venezuela.
Camino largo para el retorno de Merlano
Los medios de comunicación colombianos reseñan que «Duque eligió el camino largo para retorno de Merlano», luego de que el Ministerio de Justicia de ese país anunciara en su cuenta de Twitter que Bogota solicitaría la extradición de la exsenadora a Guaidó.
El Gobierno colombiano defendió su decisión argumentando que “no reconoce y por ende no tiene relaciones diplomáticas con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro”.
Frente a este panorama, es muy poco probable una inminente llegada de Merlano a Colombia. Incluso, su captura no se dio por la condena de 15 años que tiene pendiente, sino por ingresar al Venezuela de manera irregular.
Cada país es soberano, así que Caracas puede decidir entregarla o no a las autoridades colombianas en extradición, seguir con un proceso de deportación o, incluso, darle asilo.
Mientras tanto, la canciller colombiana, Claudia Blum, aseguró a Blu Radio que Bogotá tiene “cero cooperación judicial” con Venezuela, aunque aclaró que el Gobierno espera que Merlano cumpla lo que resta de su condena en Colombia y que agotarían las vías institucionales.
Sin embargo, no explicó cómo se llegaría a ese desenlace, debido a la nulidad de la figura de Guaidó dentro del sistema judicial venezolano.
La Canciller no descartó acudir a un mecanismo de cooperación global como Interpol, que también es manejado por la policía venezolana. “Interpol Colombia solicitó a Interpol Venezuela y no ha recibido ninguna confirmación (…) Venezuela tiene que responder a Interpol”, dijo.
Por su parte, la ministra de Justicia de Colombia, Margarita Cabello, aseguró que no aplica un tratado de extradición con el Gobierno de Nicolás Maduro.
«Como no hay relaciones diplomáticas con Nicolás Maduro y los trámites de extradición son procesos de cooperación entre países, no podríamos expresar a qué se expone Nicolás Maduro (al no cumplir el tratado) porque no tenemos esa relación diplomática y, por lo tanto, no hay comunicación entre uno y otro», explicó en diálogo con La FM.
«El tratado de extradición, como no hay relaciones con Maduro, no se aplica, por lo que no hay cooperación entre países amigos, se mirará qué se hace cuando recibamos confirmación oficial de la captura», señaló Cabello.
Indignación en las redes
Los ciudadanos colombianos han inundado las redes sociales para denunciar y condenar la decisión de Duque, ya que consideran que no conllevará a extraditar a la exsenadora.
Muchos han demostrado su creatividad y humor al referirse a lo insólito del caso y a las constantes decisiones erradas tomadas por la administración de Duque.
Para el pueblo colombiano, es poco probable la extradición, debido a la terquedad de Bogotá de seguir apoyando al «Gobierno» de un «autoproclamado», cuya gobernabilidad es nula y su influencia internacional se limita a los países que siguen los designios de Washington.
Aunque es poco probable que ocurra, en el caso de Merlano podría darse un cambio de tono y de estrategia por parte de Duque, si decide dar su brazo a torcer para conseguir cooperación judicial con el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro.
Mientras tanto, el Mandatario venezolano observa una vez más cómo las malas decisiones de su homólogo colombiano no tienen el efecto deseado y, más bien, juegan en su contra.