Más de 10 años han pasado desde que el empresario Claudio Spiniak Vilensky fue detenido por Carabineros, iniciándose un proceso por estupro, narcotráfico y almacenamiento de pornografía infantil que hizo desfilar a figuras emblemáticas del mundo político en calidad de denunciantes, testigos y acusados.
Hoy se siguen conociendo aristas insospechadas del caso porque Rina Montt Marchant, ex funcionaria del Servicio Nacional de Menores que fue involucrada por la UDI y el senador Nelson Ávila como supuesta inductora de las acusaciones de algunos menores a políticos, interpuso una querella ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago para que se investigue la supuesta adulteración de un testimonio prestado por ella en la causa del empresario pederasta, quien terminó de cumplir su condena en 2013.
Montt asegura que agentes del Estado redactaron como suya una confesión falsa en el expediente, que permitió condenarla por el delito de ejercicio ilegal de la profesión de psicóloga en 2012.
El libelo señala que la perito, radicada actualmente en México, fue interrogada el 15 de octubre de 2005 «bajo la ausencia de las más mínimas condiciones y garantías de un debido proceso», ya que en la diligencia participó personal de inteligencia de Carabineros de Chile en momentos en que la jueza Eleonora Domínguez no estaba presente.
Fue entonces cuando el oficial de Dipolcar Gonzalo Alveal Antonucci habría ejercido presionado a Montt para que reconociera su participación en un supuesto montaje para incriminar a Jovino Novoa y a otros parlamentarios mencionados en el caso por la testigo Gemita Bueno, cosa que ella negó tajantemente. A raíz de aquello se habría adulterado su testimonio para hacerla parecer culpable.
La querella, patrocinada por el abogado Guillermo Ibacache, afirma que «Montt jamás reconoció haber ejercido la profesión de psicóloga sin serlo, esto es, antes de titularse como tal el 11 de junio de 2002».
Se indica que Montt nunca declaró haberse desempeñado en el Sename como profesional de la psicología desde 1997, y que es falso que haya firmado informes como psicóloga porque «en la escuela le habían dicho que podía hacerlo», según aparece en el expediente. De esto pudo percatarse Montt cuando la causa fue archivada, ya que antes no tuvo acceso, afirma la querella.
Lo que además se cuestiona es la legitimidad de un conjunto de supuestos informes del Sename entregados por la Dirección de Inteligencia de Carabineros a la magistrada Domínguez, que corresponden a simples fotocopias con dudosas firmas de Rina Montt presentándose como psicóloga en fechas anteriores a su titulación.
Con todo lo anterior se configuraría el delito de presentación de pruebas falsas en juicio.
El tribunal resolvió derivar los antecedentes al Ministerio Público para que investigue la denuncia, quedando en manos de la fiscal Giovanna Herrera. El Ciudadano solicitó una entrevista con la persecutora de la Fiscalía Centro Norte, pero ésta declinó referirse al tema aludiendo al carácter reservado de la investigación, la que estaría todavía en curso y con diligencias decretadas.
Consultado por este medio, el ahora mayor en retiro Gonzalo Alveal, que hace algunos años también fue involucrado en el caso de supuestas escuchas telefónicas ilegales, del cual terminó absuelto por la Corte Marcial, dijo ser inocente de cualquier adulteración de informes remitidos al tribunal, asegurando al mismo tiempo que la jueza Eleonora Domínguez estaba presente cuando se interrogó a Rina Montt.
El Ciudadano también intentó conversar con Delia del Gatto, quien estuvo al mando del Sename cuando reventó el caso Spiniak. Hace meses nos comunicamos con Fundación Mi Casa para obtener un pronunciamiento de su parte, pero todavía esperamos un llamado de vuelta.
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