Este sábado 21 de noviembre se realizó una manifestación pacífica frente al Congreso de Guatemala para exigir la renuncia del presidente Alejandro Giammattei. La concentración terminó en una masiva protesta que se enardeció tanto que un grupo de encapuchados decidió incendiar el parlamento.
Pero, ¿cómo llegó Guatemala a esta crisis política y social? ¿Por qué los guatemaltecos acusan al Gobierno de Giammattei de ser un NarcoEstado corrupto? Todo eso ocurre mientras el presidente señalado invoca la Carta Democrática de la Organización de los Estados Americanos (OEA)?
Un trabajo de la cadena RT muestra una serie de claves que ayudan a entender el conflicto. La situación evidencia cómo los guatemaltecos están inconformes con el actual régimen y buscan a toda costa un cambio.
El mencionado trabajo explica que Guatemala está inmersa en una crisis política e institucional desde hace meses. De hecho, el presidente ha perdido la mitad de su popularidad en tan solo dos meses. Además, los poderes Legislativo y Judicial protagonizan un duro enfrentamiento.
En este contexto, la aprobación del presupuesto nacional el miércoles 18 de noviembre fue la mecha que inicio el incendio metafórico en la sociedad. Y este tuvo luego su correlato real en el incendio del Congreso.
1. Guatemala y la deuda pública
La Ley de Presupuestos 2021 que se aprobó es la más cara en la historia de Guatemala. La única salvedad fue el de este 2020, porque fue aumentado excepcionalmente para batallar contra la pandemia de coronavirus.
Para hacer frente a los gastos que contempla el proyecto, el Congreso recurre a préstamos que elevan la deuda pública a cifras históricas. Ahora, cada ciudadano deberá 1.690 dólares, en un país cuya renta per cápita apenas supera los 1.500 dólares, reseña RT.
Además, el presupuesto contempla el recorte de ciertas partidas, algunas de enorme carga social. Así, se reduce el gasto destinado a la oficina del Procurador de los Derechos Humanos y al Organismo Judicial. También a la Universidad de San Carlos, a pacientes oncológicos, recién nacidos, madres lactantes, entre otros sectores vulnerables.
2. ¿Por qué la urgencia?
A la ciudadanía no sólo le indigna el contenido de estas cuentas públicas recién aprobadas, sino también las formas. La oposición denuncia opacidad y la Cámara legislativa recibe críticas relacionadas con el trámite de urgencia que se ha seguido.
Ciertamente, no es la primera vez que la ley se tramita de urgencia nacional, ya sucedió en 2006, 2009, 2013 y 2015. Pero, esta vez el documento final se trasladó a los diputados tan solo unas horas antes de la votación. Entonces, no hubo tiempo para analizarlo y presentaba cambios sustanciales respecto al texto que se debatió con anterioridad.
Además, se denuncia un acuerdo de los bloques legislativos afines al oficialismo –herederos de pasados Gobiernos atravesados por la corrupción–, que habrían dejado fuera a los grupos opositores.
3. ¿Qué ha pasado en las protestas?
Las protestas más grandes se dieron el sábado. Ese día, miles de personas se manifestaron pacíficamente en las calles de Ciudad de Guatemala.
La Policía reprimió duramente las protestas con gases lacrimógenos y terminaron apresando a decenas de manifestantes. Se estima que durante esa jornada se produjeron al menos 37 detenciones y 22 heridos.
Ahora, también se presenciaron varios brotes de violencia. Algunos manifestantes incendiaron tablones y un pequeño monumento. Posteriormente, un grupo encapuchados se dirigió al Congreso y logró entrar en la sede legislativa e incendiar una parte.
Esta semana ya comenzaron los llamados a nuevas manifestaciones e, incluso, a iniciar una huelga general. La idea de quienes convocan es paralizar el país y sacar a Giammattei de la presidencia.
4. ¿Qué pasa en el Gobierno de Guatemala?
El Gobierno no es ajeno a los problemas y hasta el vicepresidente Guillermo Castillo emitió unas duras declaraciones. Públicamente solicitó al presidente Giammattei que ambos renunciaran, debido a que la situación se les escapa de las manos.
Precisamente, Giammattei es el blanco principal de las protestas. A solo once meses de asumir –fue proclamado en enero de 2020– su popularidad ha caído en picado a la mitad.
Sus detractores se multiplicaron después de dar su respaldo a estas polémicas cuentas públicas y a la alianza en el Congreso que las posibilitó. Así, Giammattei no atendió la exigencia generalizada de vetar estos presupuestos, pedido que le llegó incluso de su vicepresidente.
5. ¿Qué dicen los poderes Legislativo y Judicial?
La ciudadanía también se encuentra molesta por las turbias relaciones entre los poderes Legislativo y Judicial. Esta crisis institucional comenzó a mediados de año, cuando la Corte Constitucional ordenó al Congreso elegir a los magistrados.
El Congreso desobedeció y se esto desencadenó denuncias cruzadas entre diputados y magistrados. Ambos colectivos gozan de inmunidad y ahora la Corte Suprema de Justicia (CSJ) debe decidir si abre el trámite para evaluar y retirarles esa protección.
La CSJ no dio trámite a las causas contra los parlamentarios, pero sí lo hizo con cuatro integrantes de la Corte. Estos magistrados, a su vez, podrían tener que decidir sobre los polémicos presupuestos aprobados por el Congreso.
6. El último movimiento del Congreso
El último movimiento lo protagonizó el titular del Congreso, Allan Rodríguez. Durante la madrugada de este lunes, acompañado por 16 diputados de los bloques oficialistas, informó la suspensión de los Presupuestos 2021.
En su discurso, Rodríguez señaló que la suspensión se produce en aras de mantener la gobernabilidad del país y la paz social. Además, trató de rebatir algunas de las acusaciones hacia la tramitación de las cuentas públicas.
Pero, seguidamente la diputada de la bancada Semilla, Lucrecia Hernández Mack, les hizo una advertencia legal. «Ni la Junta Directiva (del Congreso) ni sus bloques aliados tienen la potestad de archivar una ley aprobada por el pleno«.
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