No se trata de una teoría conspirativa ni de una retórica de las izquierdas latinoamericanas para atacar al imperialismo estadounidense y sus nuevas formas de colonialismo contra la región, simplemente es un hecho. Con la llegada de los nuevos gobiernos conservadores de extrema derecha, la soberanía regional ha sido entregada al régimen de los Estados Unidos y una prueba de ello la protagonizaron generales de Colombia y Brasil en un show de televisión abierta.
Quizá algunos lo pudieran considerar como insólito, aunque no lo sea, pero seguramente -como mínimo- fue indignante ver al jefe del Comando Sur de la fuerza armada estadounidense, Craig Faller, dirigirse a un par de generales latinoamericanos como si fueran inferiores a él y, aún peor, que estuvieran a su completa disposición como un soldado más de sus tropas.
El show televisivo sólo confirma el nivel de servilismo en el que han caído los regímenes de Jair Bolsonaro en Brasil y de Iván Duque en Colombia, quienes ponen a disposición a los jefes militares de sus fuerzas armadas para que se sometan a la autoridad de Washington, haciendo las veces de lacayos a la renovación de la doctrina Monroe y el nuevo conservadurismo que se pretende imponer en el continente americano.
Pararse firmes ante Donald Trump y hacer caso a las órdenes de Faller fue lo que hicieron los que se suponen los mejores soldados, según el jefe del Comando Sur, de Colombia y Brasil, quienes trabajan para él sin tener que pagarles un céntimo por ello.
La misión, sin duda, es dar un mensaje mediático con fines bélicos a Venezuela y el mundo, en el que se advierte que los dos países con los que hace frontera la nación bolivariana son -supuestamente- dominados militarmente por el régimen estadounidense.
Otro mensaje que queda totalmente claro, es la complicidad y entrega soberana del comando de las tropas brasileñas y colombianas a la cúpula militar del Pentágono, un hecho para el que Bolsonaro y Duque no dudan en darse la mano, sobre todo, cuando el argumento es la supuesta lucha contra el narcotráfico, un flagelo en el que ambas naciones son -contradictoriamente- las que permiten el mayor tráfico hacia Europa y Estados Unidos.
Colombia y Brasil pagan por regalar su soberanía
En una conversación televisada entre Faller y Trump, el militar le dice al mandatario que entre sus filas se encuentra el mejor soldado de Colombia trabajando para él y además fue enviado a Estados Unidos pagado por el presidente uribista Iván Duque.
«Póngase de pie», le dice Faller al soldado colombiano identificado como «brigadier general Juan Carlos Correa», quien inmediatamente se puso firme ante Trump.
«El presidente Duque nos envió a su mejor soldado y pagó por eso, entonces vino aquí totalmente pagado por Colombia y trabaja para mí. Es un reconocimiento de que Colombia estuvo con nosotros en el mundo, en la guerra de Corea y están con nosotros hoy», agrega Faller.
Seguidamente, Faller presenta a otro militar, esta vez uno brasileño que también está bajo su mando.
«Y nuestro presidente brasileño, Bolsonaro, nos envió una incorporación muy nueva a nuestros cuarteles, el mayor general David, uno de los hombres más fuertes de las Fuerzas Armadas de Brasil, está en la Organización J5″, dice el jefe del Comando Sur.
«Otra vez, Brasil paga por por él para que venga aquí y trabaja para mí«, resalta Faller, quien agrega que «Brasil ha estado con nosotros desde la segunda guerra mundial y nuestra relación se está fortaleciendo aún más».
Colonialismo humillante
Sobre el incidente, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, expresó su indignación. A través de Twitter, señaló: «Al ver esta escena le hierve a uno la sangre, aquella que corre por las venas abiertas de los pueblos de nuestra América Latina y caribeña. No quiero ni imaginar la indignación que sentirán los pueblos y militares de Colombia y Brasil. ¡Independencia o nada!».
Sobre este espectáculo presentado en televisión como parte de la campaña presidencial de Trump, el embajador de Venezuela ante la Organización para las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, también comentó: «Trump y sus secuaces ven a generales colombianos y brasileños como empleados que le deben obediencia».
«Es el colonialismo humillante que quieren imponer a Venezuela«, agregó el diplomático venezolano.
Moncada acotó también que la lucha de Venezuela «es por la dignidad e independencia nacional» y por eso «¡Los soldados de Venezuela no son empleados de Trump!«.
Desde hace varias semanas el Comando Sur realiza maniobras en el Caribe intentando vulnerar la soberanía marítima venezolana, generando continuas amenazas para provocar una guerra sin precedentes en la región. Lo hace con la excusa de luchar contra el narcotráfico, aunque con ellos solo protegen la red más grande de distribución de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
¿Intimidación o trampa?
Días atrás, el Comando Sur puso a navegar cerca de las aguas territoriales de Venezuela a uno de sus buques de guerra, que además cuenta con armas nuclerares a bordo.
En principio, la embarcación de guerra dijo que se acercó a la zona limítrofe venezolana para hacer supuestas maniobras de «libertad de navegación» y para retar al régimen de Maduro que -según Faller- quería extralimitar sus fronteras marítimas.
Posteriormente, Estados Unidos violó las aguas territoriales venezolanas, en una evidente incursión que busca una respuesta militar de Venezuela, que les permitiría realizar acciones bélicas contra Caracas.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, y el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada, Remigio Ceballos, reiteraron que si Estados Unidos sobrepasa sus acciones belicosas dentro de las aguas territoriales venezolanas, recibirán una respuesta contundente y letal.
Las acciones de Estados Unidos contra Venezuela se han recrudecido en el ámbito militar desde que Colombia en 2018 se sumó como miembro observador de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lobby que administra y gestiona las guerras protagonizadas por Washington y la Unión Europea en Oriente Medio.
En marzo pasado, Bolsonaro firmó un acuerdo con el jefe del Comando Sur, que permite ampliar los lazos de cooperación de defensa entre ambos países y compartir información sobre el desarrollo de nuevas capacidades de defensa, inteligencia, tecnología y cooperación en materia de investigación.
La firma del acuerdo se realizó al clasificar a Brasil como «un aliado preferencial extra» de la OTAN y se concretó en las instalaciones del Comando Sur, en Miami, Florida, desde donde se dirigen las operaciones militares de Estados Unidos en el Caribe, Centro y Suramérica.
El Gobierno de Brasil explicó que el objetivo de la firma del acuerdo de Defensa, denominado RDT & E es allanar el camino para que los dos gobiernos desarrollen “proyectos conjuntos de defensa alineados con el interés mutuo de las partes, cubriendo la posibilidad de mejorar o proporcionar nuevas capacidades militares”.
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