Con mucha alegría los invitamos al Encuentro de los Pueblos a realizarse en El Parque Cultural de Valparaíso Ex-Cárcel, los días 7, 8 y 9 de septiembre de 2007.
El pueblo porteño se ha sensibilizado con la situación que viven los diversas comunidades y pueblos que en Chile se ven afectados por un sistema de concentración de riquezas basado en la inequidad y la explotación, que nos despoja de lo más esencial: nuestra cultura, nuestros derechos de educación, salud, trabajo y vivienda, y que además hipoteca los recursos soberanos de nuestro país: el agua, los metales y el maravilloso fruto de los mares y de la tierra.
Para hacer frente a esta explotación y al avance de este modelo depredador, es de suma importancia convertirnos en fuerza transformadora. Para que esto ocurra el primer ingrediente que necesitamos es la UNIDAD. Es por eso que convocamos a todos los amigos y amigas que tengan interés y ganas de construir en conjunto una nueva realidad al ENCUENTRO POR LA UNIÓN DE LOS PUEBLOS, que apuesta por la unidad y la acción coordinada con el propósito que entre TODOS y TODAS construyamos un modelo sin injusticias ni exclusiones.
Pirquineros de diversas zonas del norte de Chile, estudiantes universitarios y secundarios, redes ambientales, trabajadores culturales, Comités de Defensa de Valparaíso y del Cobre, campesinos, pescadores, defensores de los ríos y las montañas, de los bosques y los hielos eternos, Todos y Todas esta confirmados al Encuentro de los Pueblos, por eso es tan importante que se sumen los que faltan para que señalemos todos juntos nuestro propio destino.
Porque los pueblos somos el poder verdadero
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El Orígen y en qué consiste el Encuento por la Unión de los Pueblos de Chile
Este encuentro nació en torno a la lucha contra el proyecto Pascua Lama. Hubo un círculo de conversación que se hizo junto a las nacientes del Río Huasco, en las tierras de Víctor Pacha. Ahí estábamos gente de Valparaíso y del Valle… Nos propusimos llamar a la unidad de todos los sectores sociales del país, para revertir el sistema de injusticia, que está por todas partes. Expresamos compartidamente que aunque detener Pascua Lama era importante, eran muchos otros los proyectos que destrozaban el país. Hay que construir un nuevo orden un nuevo sistema basado en la justicia, el amor y el respeto. En un primer momento pensamos en el 23, 24 y 25 de agosto. Pero en una reunión sostenida en julio en la FECH a la que asistió Cosme Caracciolo (Conapach); Jorge Bustos (Congemar); Giorgio Bocardo, Maximiliano Proaño, Pancho Arellano (Fech); Alejandro López (Comité de Defensa del Valle del Huasco), Bruno Sommer (El Ciudadano) y quien les habla (pancho Marín), decidimos dejarla en la fecha actual (7, 8 y 9 de septiembre)
Y de ahí en adelante fuimos invitando de voz en voz a todos los sectores. Hubo algunos centros que expandieron con fuerza el llamado a través de potentes redes. Desde la FECH la cuestión llegó a Rajas, al movimiento secundario, a redes de educación popular y a otras que estamos por conocer con ocasión del encuentro.
Desde el Valle del Huasco se ha hecho un trabajo grande que incluyó invitar y comprometer la participación del Consejo Nacional Aymará, los sindicatos pirquineros, mineros, y de toda la zona del Valle del Huasco que está muy comprometida con este encuentro.
Los pescadores artesanales han sido otro motor. Las caletas de Portales y el Membrillo, se harán presentes en la cita. Vendrán también delegaciones de otras regiones, posiblemente de Queule-Mehuin y otras partes. La Conapach también ha participado en la definición de los propósitos, en la gestación de las comisiones y en la logística del encuentro. Ha estado en todas.
Los medios independientes ya han iniciado una coordinación que esperamos se creciente con ocasión del encuentro. Destacada es la participación de El Polémico, que desde Tocopilla ha motivado ha mucha gente con las posibilidades de esta cita. El Ciudadano ha hecho otro tanto, lo mismo que Mala Clase y otros más.
La unión de los pueblos
La idea principal que motiva este Encuentro, el resultado que esperan todos quienes han participado de su gestación es obtener la Unidad desde la base de todos los sectores sociales, de todos los pueblos de Chile. De ahí el nombre del Encuentro. Y es que no existe un referente, una instancia de coordinación que en este momento pueda unir y coordinar al conjunto del país en pos de alcanzar un nuevo orden, que rompa con la depredación y explotación neoliberal, y que también construya una alternativa a este.
Algunos han señalado en el camino que es ambiciosa y de muy difícil concreción la iniciativa. Y este escepticismo es comprensible. Pero otros muchos, que viajan de alejados rincones del país, o que representan a sectores olvidados de las plataformas políticas más conocidas, como los pirquineros o el pueblo aymara, vienen con mucha fe. Entienden el sentido íntimo de esta convocatoria. Captan que es necesaria una revolución en Chile que trannsforme desde las raíces el actual orden generador de injusticia.
El tiempo está maduro para realizar los cambios que Chile y el mundo necesitan. Nadie lo hará por nosotros. Si no lo hacemos pronto, en pocos años más nuestros territorios serán un desierto. Pero esto no ocurrirá, por que con unión, ayún y newen, venceremos!!
Este sueño no es difícil de alcanzar. Basta que nos unamos, en base a una plataforma que nos motive e identifique a todos y que dejemos nuestras eventuales diferencias de lado. Es tan grande el problema y tanta la claridad que surge respecto de sus causales, que ponerse a pelear o mantenernos divididos por cosas pequeñas, resulta del todo banal. Y a esta altura, imperdonable.
A lo largo de estos meses de preparación del encuentro ha habido diversos diálogos en torno a esta materia. Lo que ha primado es la unidad de propósitos, el sentir que todos tenemos que remar para el mismo lado. Todas las conversaciones han sido fraternales y amenas. No hay grupos de poder que quieran llevarse este esfuerzo para su casa. Y a esta altura, esto ya resultaría imposible.
En gran parte, se debe a que este es un esfuerzo autoconvocado de los pueblos que participan. Nadie lo organiza, sino que todos los que se la creen son sus organizadores. En Valparaíso, en el Parque Cultural ex Cárcel, se congrega una pequeña pero anewenada organización que cree mucho que la revolución es posible y necesaria. Hacemos arte y cultura popular y autogestionada. Y hemos construido en el espacio de la ex Cárcel de Valparaíso, un nido para que lo utilice el pueblo y todos aquellos que quieran aportar a la construcción de un mundo mejor.
Estamos conscientes que hay que hacer cautos, pero no debemos temer, porque el miedo paraliza. Tenemos que hacer las cosas bien. Tenemos que sembrar ahora para cosechar mañana. Y sembrar ahora, significa apostar por la unidad de los pueblos construida desde la base.
En este contexto, se hace plausible la idea de crear un consejo de los pueblos de Chile, que coordine el accionar colectivo. Esta unidad debe darse en torno a la gestación de programas económicos y de manejo del territorio y los recursos naturales; De las políticas culturales y educacionales para la nueva república; De construcción y desarrollo de medios independientes; y por cierto de propuestas de defensa de los derechos de los pueblos y de una constitución.
Esta unidad debe reproducirse por todo el territorio. Consejos regionales y comunales de los pueblos. Encuentros regionales y comunales. Podría también crecer la coordinación por áreas de interés: medios, educación y cultura, ecología y economía, derechos de los pueblos.
¿Alguien cree que esto es difícil sabiendo la conciencia transveral del problema que tenemos y que mantenernos divididos eternizará nuestras aflicciones? Conversando con los pescadores, con los estudiantes, con los pueblos originarios, con los pirquneros, con los campesinos, con los mapuches, con los trabajadores urbanos, con todos aquellos que tienen dificultad para alimentar a sus familias o que han sido despojados de sus territorios, de su agua, es posible darse cuenta que ya no se aguanta más esta situación. Se ha estirado mucho la cuerda y ahora los pueblos queremos un cambio de fondo, no un maquillaje del orden de injusticia. Y todos saben que para conseguir vencer a un enemigo grande y poderoso es necesario que todos los que le detestan se unan.
Pero a pesar de todo, no nos mueve la violencia, sino el deseo de construir un mundo mejor y más vivible.
Ahora, otra duda que podría existir tiene que ver con el hecho de por qué ahora y en este encuentro tendría que afiatarse la unidad. Ahí uno se tiene que preguntar ¿Por qué no? ¿Y si no es ahora cuándo es?
La gracia que tiene este encuentro es que tiene un propósito de construir unidad y que es por todos construido. Podemos confiar. Ya no alcanza con los foros sociales, que sin duda han aportado al tejido pero que resultan insuficientes. Ocurre algo similar con las manifestaciones callejeras. Son importantes, pero en si mismas son insuficientes. Ahora se impone la unidad de los pueblos. Y esta unidad debe sostenerse sobre la base de una estrategia multidimensional:
Propuestas comunicacionales. Por ejemplo: cartas de gran circulación que sean repartidas por todos y que vayan exponiendo las diversas problemáticas -y posiles soluciones- que afectan a cada pueblo o territorio. Por cierto el desarrollo de medios de comunicación. De centros de información. De un libro de la revolución chilena, que congregue las cartas que cada pueblo construya y que sirva de guía al proceso de transformación. U otras cosas que den carne al trabajo colectivo.
Los grupos de educación y cultura, deben hacer propuestas de la educación que se quiere, de cómo tiene que construirse y ser la nueva pedagogía. Pero no deben ser sólo un reclamo al Estado para que reformulen las leyes. La nueva educación debe irse construyendo, como demuestran experiencias valiosas por la autodeterminación , como la que lleva adelante el territorio lafquenche.
El trabajo de economía y ecología debe proponer y construir la política económica de la nueva república, basada en propuestas hechas en cada territorio por las comunidades que allí habitan. Ya no más el centralismo de los expertos profesionales del barrio alto de Santiago.
En este encuentro también se busca que se generen los grupos que den vida a una red nacional de intercambios de productos basados en el la idea de la reciprocidad, el trafquintu de los mapuches, el ayni de los andinos. Esto ya esta funcionando en diversas partes, como en el Valle del Huasco y ahora hay que darle un fuerte respaldo. Los recursos económicos del pueblo deben dejar de fluir hacia las transnacionales y la oligarquía.
Lo mismo debe ocurrir con los votos, con las preferencias políticas. Debería iniciarse el camino de construcción de una propuesta política que saque a la oligarquía y a las transnacionales del poder político nacional y local. En su lugar debieran estar los pueblos de Chile.
En este momento no existe ningún referente que esté en condiciones de construir la unidad de los pueblos. Pero si hay organizaciones muy grandes e importantes que pueden contribuir mucho a ella, como la CUT, la CONAPACH; la Fech, la Confederación de Trabajadores del Cobre, la Identidad Territorial Lafquenche o el Consejo Nacional Aymará. Estas organizaciones tienen que mantenerse fuerte, y si se puede fortalecerse. Mientras más fuertes estén cada uno de los pueblos más fructífera será la unidad y los resultados de esta.
Entre quienes han confirmado su participación se cuentan, entre otros: La Confederación de Trabajadores del Cobre -con su pddte. Cristián Cuevas, la Fech (con su pdte. Giorgio Bocardo); la Conapach (con su pdte. Cosme Caracciolo y otros destacados irigentes y equipos de profesionales); los más importantes dirigentes secundarios de Santiago, como es Maria Jesús Sanhueza; la Federación de Trabajadores de Minera Escondida -con su líder Pedro Marín-; el Consejo Nacional Aymara -con su presidenta Cecilia Flores-; la Identidad lafquenche -con sus máximos entre los que destaca el alcalde Adolfo Millabur. El Valle del Huasco se hará presente con una nutrida y valiosa comitiva, en las que destacan Víctor Pacha, Luis Faura, Jorge Pino y el presidente de los pirquineros Ibar Espinoza. También estarán la red ambiental Rajas Santiago, el Olca, amigos del Observatorio de Pueblos indígenas, redes de educación popular. También se hará presente el Comité de Ética contra la Tortura y el Comité de Defensa de Valparaíso, los economistas Orlando Caputo y Graciela Galarce, y la presidenta de los trabajadores del Ministerio de Cultura, Carolina Negrete.
Este Encuentro es un primer paso. Pero si todos lo apoyamos y le damos ayún (amor) y newen (empuje, fuerza) podrá ser un hito en la construcción del nuevo orden que los pueblos de Chile reclaman.
Valparaíso, 29 de agosto de 2007
[email protected]
Francisco Marín: 09-3285914
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