En Italia se han detectado más 70.000 personas contagiadas por coronavirus, pero la cifras puede ser mucho más alta. El jefe de la Protección Civil de la nación europea, Angelo Borrelli, admitió que el número de infectados que no están contabilizados puede ser 10 veces mayor que los registros actuales.
“Por cada contagiado certificado hay diez no censados”, afirmó Borrelli en una entrevista concedida a diario La Repubblica, que encendió las alarmas, ya que 750 mil de los 60 millones habitantes del país pueden tener el virus, lo que supone más del 1,2 % de la población.
Borrelli, quien reconoce que las cifras que se barajan son «imperfectas», se encarga de ofrecer diariamente el parte del mapa de contagios en Italia y se encuentra actualmente en aislamiento tras presentar algunos síntomas compatibles con el COVID-19.
Italia supera las 7.500 víctimas fatales, justo cuando experimenta un leve descenso en el número de nuevos contagios. Sin embargo, continúa siendo el país con mayor cantidad de muertos por la pandemia.
De hecho, está por encima de China, país en donde se detectó por primera vez el COVID-19 y que reporta alrededor de 3.200 muertes entre los más de 81.100 casos de contagio confirmados.
Según las proyecciones matemáticas, de seguir la curva como hasta ahora, en el lapso de una semana Italia habrá superado a China en número de contagiados, una realidad que Borrelli «nunca se habría esperado».
La gran mayoría de las muertes en la nación europea se han reportado en la región de Lombardía, al norte del país, a pesar de que la enfermedad ha contagiado a personas en las 20 regiones.
Con el propósito de detener la propagación del coronavirus, el primer ministro, Giuseppe Conte, decidió imponer medidas de aislamiento en Italia, que incluye el cierre de los comercios, a excepción de supermercados y farmacias, y que estarán vigentes hasta el 3 de abril, inicialmente.
Además, el Gobierno insiste en que nadie salga de sus casas, salvo situaciones de extrema necesidad. La policía, de hecho, patrulla las ciudades con el fin de prohibir que las personas deambulen sin una debida justificación.
Estas disposiciones vinieron luego del fuerte incremento en el número de muertes que se registró durante el fin de semana del 7 de marzo, cuando entre sábado y domingo aumentó en 57 % la cifra de víctimas fatales, con 133 fallecimientos en un solo día, estadísticas que hasta ese momento no se habían registrado.
¿Por qué hay tantas muertes de coronavirus?
En Italia, la tasa de mortalidad a causa de la pandemia se convirtió en la más alta del mundo, con más de 8 % de los casos confirmados, según datos oficiales del Gobierno.
Por ejemplo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en China el rango de víctimas fatales se ubica entre 2 % y 4 %, mientras que fuera del país asiático la tasa se reduce a 0,7 %.
Para explicar el alto número de muertes, las autoridades sanitarias insisten en que la mayoría de los casos corresponde a personas mayores -entre 80 y 90 años– que ya sufrían problemas graves de salud.
“Según el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), en la nación existen casi 14 millones de personas mayores de 65 años, lo que representa alrededor del 22 % de la población. La edad media, en tanto, es de 45,7 años”, reseñó BBC Mundo.
Sin embargo, algunos científicos no consideran que la edad de la población sea un factor clave en el alto número de muertes en ese país, como es el caso del profesor de Epidemiología de la Universidad de Hong Kong, Benjamin Cowling.
«El número de casos no necesariamente nos dice qué país tiene más infecciones. Solo nos dice qué país está haciendo más pruebas. Cuantas más pruebas se realicen, más casos se encontrarán. Por lo mismo, no creo que la razón principal de las muertes en Italia sea su población de adultos mayores», afirmó a BBC Mundo.
En ese sentido, señaló que hay muchos jóvenes infectados «que no han sido diagnosticados» por las autoridades.
Indicó además que el país europeo se ha enfocado en aplicar pruebas de despistaje cuando los síntomas son muy graves y, por lo tanto, se decide la hospitalización.
«Italia enfoca sus tests en las personas que ya están bastante enfermas en el hospital, por lo tanto la mayoría de estos casos son graves y el riesgo de muerte es bastante alto. Pero, si estuvieran controlando a la comunidad en general, incluso a aquellos con síntomas leves, encontrarían muchos más casos y la gravedad sería muchísimo más baja«, aseguró.
Además, planteó que uno de los mayores problemas en Italia ha sido que no se contabilizaron ni controlaron a tiempo los casos.
Sistema de salud colapsado
De acuerdo con reportes oficiales, el sistema médico italiano se encuentra colapsado debido a la alta afluencia de contagiados con el COVID-19.
El presidente de Lombardía, Attilio Fontana, señaló que en esta región, la más afectada, se está pidiendo a los médicos y enfermeras retirados que regresen a trabajar.
Además, la Protección Civil Nacional Italiana ha instalado carpas frente a los hospitales para dar cabida a posibles pacientes con coronavirus.
“No hay médicos suficientes ni espacio en las unidades de cuidados intensivos. En muchos casos, tampoco quedan respiradores disponibles ni el equipamiento necesario para combatir el brote. En consecuencia, muchos enfermos graves no han recibido la atención necesaria”, reportó BBC Mundo.
Por tal motivo, los gobiernos de China y Rusia han brindado ayuda humanitaria, así como equipos de médicos y expertos a Italia para afrontar la pandemia del coronavirus.
División política
Frente a la urgencia sanitaria que atraviesa Italia, la clase política del país europeo está más que desunida. El Gobierno por un lado, las autoridades locales por otro y el Parlamento por el suyo.
“La coalición de derecha, capitaneada por el líder soberanista de la Liga, Matteo Salvini, está cada vez más distante del Ejecutivo del primer ministro, Giuseppe Conte”, señaló el portal Público.
La situación de Conte es complicada, porque si la cuarentena es mucho más dura afectará a la economía, y si es menos restrictiva incidirá directamente en la propagación del coronavirus.
De hecho, ha sido criticado por los propios medios por la falta de coordinación entre el Gobierno central y las regiones italianas más afectadas por el coronavirus.
Por ejemplo, en el caso de Lombardía, desde empezó la crisis sanitaria -hace más de un mes- no ha hecho otra cosa que pedir un cierre aun mayor al presidente del Consejo de Ministros transalpino.
“El sábado -21 de marzo- Giuseppe Conte anunció el penúltimo decreto ley, lo aprobó el domingo y fue aplicado el lunes. Y mientras, tanto las regiones como los ayuntamientos de toda Italia fueron aprobando, en el mismo fin de semana, más medidas añadidas sin coordinarse con el Gobierno central”, reseñó Público.
La distancia entre el Gobierno y la oposición es tan grande que tuvo que intervenir el jefe del Estado italiano, el presidente de la República, Sergio Mattarella, quien concertó un encuentro entre Salvini y Conte, que no llegó a un acuerdo de unidad ante la crisis.
Lo peor del caso es que los decretos leyes propuestos por Conte para tratar la pandemia, deberán ser aprobados y confirmados en las Cámaras del Parlamento, en las que la oposición, liderada por Matteo Salvini.
«Los vetos de la oposición se están transformando en un chantaje sanitario«, aseguran desde las filas de la coalición de Gobierno.
Italianos se saltan la cuarentena
El punto más importante es que pese a la cuarentena, el cierre de establecimientos y las medidas de distanciamiento social aplicadas para contrarrestar el brote, existe un número importante de italianos que aún no cumple con las restricciones y se exponen ante los demás al contagio.
Por tal motivo, Giuseppe Conte anunció que se aplicarán multas de 400 a 3.000 euros para los ciudadanos que incumplan las restricciones de movilidad.
El pasado fin de semana, las fuerzas del orden pusieron alrededor de 10.000 multas, según datos del Ministerio del Interior, lo que significa que 10.000 personas se saltaron la cuarentena y salieron de sus casas sin motivo y sin considerar lo grave de la pandemia.
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