El Congreso colombiano aprobó la reforma tributaria propuesta por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, después de que las mayorías del Senado y de la Cámara de Representantes votaran a favor del proyecto de ley.
Luego de una jornada de 12 horas que empezó la mañana del jueves, la Cámara de Representantes la aprobó con 120 votos a favor y 20 en contra. Previamente, en otro debate de 15 horas que terminó la madrugada de ese mismo día, lo había hecho el Senado, con 63 votos a favor y 13 en contra.
La propuesta bandera de Petro busca recaudar 20 billones de pesos (unos 3.900 millones de dólares), por debajo de los 25 billones (5.000 millones de dólares) planteados inicialmente debido a los cambios hechos sobre la marcha, que serán destinados para atender a los sectores más vulnerables del país e impulsar las áreas de educación, alimentación e industrialización del campo, entre otros.
Los principales temas que se incluyeron son los siguientes, recoge El Tiempo:
- Sobretasa de renta progresiva en el sector energético minero, en función del precio internacional en los últimos diez años.
- Sobretasa temporal para las entidades financieras y las hidroeléctricas.
- Prisión para los evasores de impuestos que reincidan por tercera vez.
- Impuesto al patrimonio.
- Tributos a personas con ingresos mayores a los 10 millones de pesos mensuales (1.900 dólares).
- Tributación de dividendos con una tasa que va del 0 al 20 %.
- Impuesto del 15 % para la ganancias ocasionales y de 35 % para las loterías, entre otros.
Como en las dos cámaras se hicieron varias modificaciones, se espera que la reforma regrese al Senado a la mesa de conciliación y que surja un texto común el próximo martes, según El Espectador.
Reacciones a la reforma
El ministro del Interior, Alfonso Prada, que participó en la sesión de la Cámara de Representantes, notificó en su cuenta de Twitter que la reforma había sido aprobada «lo que le garantiza al Gobierno contar con los recursos necesarios para financiar los proyectos del cambio».
Durante el debate, la Cámara aprobó 16 nuevos artículos que se relacionan con tributos que beneficien a los estudiantes que tienes créditos educativos reembolsables; cobro de IVA para las tarjetas de crédito y espectáculos taurinos; exención de IVA para piezas textiles hechas en penales y para hoteles en la Amazonía; beneficios tributarios para padres con hijos con discapacidad; exoneración de aranceles para productos agropecuarios; exención del pago de impuestos a los cabildos indígenas y comunidades negras, entre otros, recoge El Espectador.
Además, se votó a favor de establecer una renta diferencial del 30% para las micro, pequeñas y medianas empresas. Esta propuesta no tenía el respaldo del Ejecutivo, por lo que será discutida en la conciliación. Según El Heraldo, de aprobarse, tendría un impacto fiscal de casi un billón de pesos (200 millones de dólares), por lo que la proyección de recaudación del Gobierno quedaría en 19 billones de pesos (3.800 millones de dólares).
Aprobación en el Senado
En la sesión del Senado, el titular de Hacienda, José Antonio Ocampo, había dicho que la votación a favor de la propuesta ocurrió tras un debate «arduo» y «bajo el marco de una gran conciliación».
En las redes, los senadores de la bancada del gobernante Pacto Histórico, que conforma la mayoría parlamentaria, celebraron la decisión.
El presidente del Senado, Roy Barreras, escribió que se aprobó «una reforma para la equidad que cierra la brecha social».
En la misma línea, el senador Iván Cepeda publicó que la votación a favor de «la primera reforma tributaria progresiva en la historia del país» era un «triunfo del Gobierno del cambio histórico y sus bancadas mayoritarias en el Congreso».
Wilson Arias, del Polo Democrático, recordó que, «como la derecha bien explicó», se grava a las personas que ganan entre 10 y 60 millones de pesos al mes (entre 1.900 y 11.000 dólares).
«Que no digan que fue pupitreada [aprobaba rápidamente], porque tres meses duró la discusión«.
Como era de esperar, los senadores del uribista Centro Democrático, que ahora conforman parte de la minoría opositora, no le dieron el visto bueno al proyecto. En sus curules se veían carteles donde se leía: «PetroReforma del hambre«.
La diputada derechista María Fernanda Cabal, acérrima opositora a Petro, aseveró que la reforma «está disfrazada de falsa empatía, mientras amenaza la comida de los colombianos«.
Su compañero de partido, el senador Miguel Uribe Turbay publicó que la reforma «aumentará el desempleo, la pobreza y la inflación».
Los temas más álgidos de la reforma
Los puntos más álgidos, donde hubo mayor controversia tanto en el debate como en los medios de comunicación, fueron los denominados impuestos saludables sobre los alimentos ultraprocesados, la prohibición de deducir regalías del pago del impuesto de la renta para las empresas mineras y energéticas y el «impuesto a las iglesias».
Con respecto a los ultraprocesados, quienes impulsaron la propuesta creen que gravar ese tipo de productos causa la reducción de su consumo, que está relacionado con enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad.
Del otro lado, quienes votaron en contra sostienen que subir los precios de esos alimentos y de las bebidas azucaradas impactará directamente en el bolsillo de los más pobres, en un momento en que el país suramericano tiene una inflación acumulada de 10,2 %, que casi duplica a la de 2021, que fue de 5,62 %.
Sin embargo, algunos apuntan a que las fuerte críticas opositoras solapan la protección de los intereses de los conglomerados industriales que fabrican esos productos y que tienen nexos con los políticos del país.
Al respecto, el ministro de Hacienda aseguró que no se impondrán impuestos sobre el pan (a pesar de que estaba en el texto original), la leche, la miel, las obleas y el bocadillo, una conserva de guayaba de consumo tradicional en Colombia. Del mismo modo, el gravamen sobre las bebidas azucaradas y los ultraprocesados comenzará en el transcurso de 2023.
Las regalías
El senador Gustavo Bolívar catalogó al artículo sobre la no deducibilidad de las regalías como «el más importante» de la reforma tributaria.
El congresista sostiene que si las regalías son descontadas de la renta, son anticipos. En su opinión, las compañías explotadoras de carbón y petróleo no las pagan y «se llevan la riqueza nacional y dejan enormes pasivos ambientales sin dejar un dólar a los municipios».
Para la senadora del Centro Democrático, Paola Holguín, esta decisión hará que Colombia deje de ser un país competitivo porque las regalías no se entienden como un costo de operación «como sucede en los demás países».
Por su parte, las empresas extractivistas argumentan que esta determinación legal va a afectarlas de manera tal que incluso podrían dejar de operar en el país.
Impuestos para las iglesias
Aunque en la propuesta de reforma fiscal se había incluido un artículo sobre gravar ciertas actividades de las iglesias, la iniciativa no prosperó y fue eliminada.
Barreras había manifestado que no se buscaba «ponerle impuestos a las iglesias, sino a los negocios colaterales de muchos pastores que se enriquecen».
El senador conservador Mauricio Giraldo, que rechazó la reforma tributaria porque la considera «injusta e indolente» porque «provocaría una catástrofe en la economía», sostuvo que esos recursos que recaudan las iglesias podrían reinvertirse en el cumplimiento de la misionalidad y no en tributos.
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