Los testimonios que implican al nuevo director de Carabineros en espionaje y redes de prostitución

Según declaró el exsuboficial Esteban Infante al persecutor Raúl Guzmán en el "caso escuchas", que involucró al general Bruno Villalobos Krumm, el Alto Mando de Carabineros interceptó su teléfono luego de poner fin a la impunidad de proxenetas que gozaban de la protección de funcionarios policiales en el sector oriente de la capital.

Los testimonios que implican al nuevo director de Carabineros en espionaje y redes de prostitución

Autor: Matías Rojas

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El ministro del Interior, Jorge Burgos, confirmó este martes que la presidenta Michelle Bachelet designó al general Bruno Villalobos Krumm para asumir la conducción de Carabineros de Chile a partir de septiembre.

El alto oficial investigado en la causa de interceptaciones telefónicas ilegales contra excarabineros, políticos y un funcionario diplomático, recibió en julio de 2011 duros cuestionamientos desde el Congreso. Fue en dicha instancia que el exsuboficial Esteban Infante Alcaino denunció a Villalobos, entonces jefe nacional de la Dirección de Inteligencia (Dipolcar), por escuchar ilegalmente sus conversaciones privadas y las del cabo Luis Parra Castro, involucrado injustamente en una supuesta indagatoria por cohecho y facilitación del microtráfico en el Barrio Suecia.

En un oficio dirigido al Ministerio Público, el Departamento II de Contrainteligencia de Dipolcar, encabezado por el exteniente coronel Gonzalo Alveal Antonucci, había “pasado colado” el número del cabo Parra en un listado de teléfonos pertenecientes a un sujeto detenido en Colina 2. Esto con la finalidad de conseguir una autorización judicial que permitiera intervenir sus llamadas a través del procedimiento establecido en la Ley de Drogas.

En esa fecha, Parra trabajaba en la Sección de Investigación Policial (SIP) de la 19 Comisaría de Providencia y junto a su superior, el suboficial Infante, había participado en espectaculares procedimientos que atestaron golpes a bandas organizadas en el sector oriente de la capital vinculadas al oscuro mundo de la trata de blancas.

Colegas de Infante no tardaron en decirle que su teléfono también estaba siendo intervenido.

Según declaró Infante al persecutor Raúl Guzmán, sustanciador de la primera causa de escuchas ilegales abierta en Santiago, la interceptación de su teléfono y el de Parra había sido realizada, a todas luces, por su involucramiento en la investigación de los mencionados casos de trata de blancas en Providencia.

Y es que a raíz del trabajo policial realizado por Infante y su equipo, la institución tuvo que dar de baja al cabo Robinson Medina Vidal, quien “entregaba información al proxeneta Alejandro González para evitar que lo tomaran detenido”, señaló el suboficial.

De acuerdo a algunas pistas de su investigación – prosiguió Infante en su relato al Ministerio Público – “el cabo Medina trasladaba mujeres y se las llevaba a los Generales de Carabineros a Providencia. Esto se lo informé al Comandante Ocares (Sergio) y a Dipolcar”.

El denunciante agregó que el hermano del expulsado cabo Medina Vidal había trabajado como chofer del general Bruno Villalobos.

«VILLALOBOS LO ORDENÓ»

Una mañana de marzo de 2011, el fiscal Guzmán preguntó al exoficial de inteligencia, Gonzalo Alveal Antonucci, por qué omitió el nombre del cabo Luis Parra en el oficio de solicitud de interceptación telefónica enviado por Carabineros al fiscal de Colina, Patricio Macaya.

“No participé en la redacción de ese documento, pero sí en su revisión. A la fecha de ese oficio, el Fiscal Macaya y yo sabíamos que el tercer teléfono era el del Cabo Parra y no se colocaron los nombres de los propietarios de los números en el documento para no imputar cargos anticipadamente y por la existencia de teléfonos de prepago”, declaró.

Alveal dijo que “no recibí ninguna instrucción del Fiscal acerca de cómo redactar el Oficio Nº 89 de Dipolcar, especialmente sobre omitir en su redacción el nombre del Cabo Parra. Tampoco hubo una instrucción específica de parte de la institución al respecto”.

Una versión diferente aportaría tres años más tarde el exsuboficial mayor de Dipolcar, Jorge Toledo Gallardo, involucrado en la confección del cuestionado documento. Alveal – según declaró Toledo en el expediente que pasó a manos de la Justicia Militar – le había hecho una curiosa visita en la que admitía la presunta participación que le competía al general Bruno Villalobos en el caso de espionaje.

La discusión quedó registrada, precisó, en las cámaras del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde había conseguido trabajo.

Alveal le manifestó, según Toledo, que el general Villalobos “había ordenado al Jefe del Departamento que en esa época era el Teniente Coronel Insulza (Hugo), que en el Oficio Nº 89 se debía omitir la individualización del dueño o usuario del teléfono celular 98432834, que correspondía al Cabo 1º Parra”.

Toledo recordó además que cuando había confeccionado el documento, “yo individualicé en éste al Cabo 1º Parra y cuando regresó de revisión que era efectuada por el Teniente Coronel Alveal, éste me manifestó que debía borrar los datos del Cabo 1º, que tan sólo debía colocar su número telefónico, lo cual hice”.

En septiembre de 2014, El Ciudadano consultó al Departamento de Comunicaciones Sociales de Carabineros acerca de las acusaciones vertidas en el expediente judicial del «caso escuchas» contra el general Bruno Villalobos, pero no hubo manera de obtener una declaración oficial.


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