Catar sería el mayor beneficiario de la actual crisis energética agudizada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, según las estimaciones publicadas este viernes por la agencia Bloomberg.
«La subida de los precios del petróleo a causa de la guerra de Ucrania ha impulsado a los productores de petróleo de Oriente Medio, como Arabia Saudita y Kuwait, pero las recompensas financieras y geopolíticas que se ofrecen a Catar lo convierten en el principal ganador«, señala el artículo.
El escenario está relacionado con los planes de los países de la Unión Europea (UE) —que vacilan en aplicar el embargo de combustible a Rusia— de sustituir las entregas del gas ruso por las del gas natural licuado (GNL) catarí.
A mediados de marzo, el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, viajó a Catar para reunirse con el emir Sheikh Tamim bin Hamad al Thani. Como resultado, se acordó una «asociación energética a largo plazo» que prevé la expansión de la infraestructura para importar el GNL, incluida la construcción de terminales. Los mismos planes fueron anunciados por otros países, como Estonia, detalla el medio.
Además, la conferencia de política exterior de Catar Doha Forum, celebrada a finales del mes pasado, aglutinó este año a casi 4.000 personas, incluyendo al jefe de la diplomacia europea Josep Borrell. El presidente ucraniano Vladímir Zelenski también se dirigió a los participantes por videoconferencia e indicó que Catar podría podría evitar que Rusia utilice la energía como «un arma para chantajear al mundo«.
En paralelo, al emir de Catar le dan la bienvenida en la Casa Blanca, donde se reunió con el presidente Joe Biden a finales de enero. Entre otros asuntos de la agenda figuraban los esfuerzos para «garantizar la estabilidad de los suministros de energía globales».
Los planes de la UE de apostar más por el gas natural licuado y no por el de Rusia, llegaron después de que Doha arrancara en 2021 un proyecto de 30.000 millones de dólares para construir seis plantas de licuefacción del gas y aumentar así sus exportaciones en 60 % para 2027. «La demanda adicional supone una mayor competencia entre los compradores para los contratos de suministro a largo plazo y, muy probablemente, mejores condiciones para Catar», evalúa Bloomberg. Además, el país árabe sondea entre los compradores del GNL la probabilidad, incluso, de ampliar el proyecto anunciado.
Proyecciones favorables por el conflicto entre Rusia y Ucrania
Otro factor importante de un posible «superciclo» de gas para Catar radica en que la nación acaba de experimentar el auge económico relacionado con la construcción de la infraestructura para la Copa Mundial de Fútbol 2022. «El momento es afortunado para Catar, que podría ver un nuevo motor de crecimiento para esta década», subrayó Ziad Daoud, economista jefe de mercados emergentes de Bloomberg Economics.
«Catar será uno de los exportadores más importantes de gas, cuyo mercado será probablemente muy fuerte durante los próximos años», acentuó Karen Young, investigadora principal del Instituto de Oriente Medio en Washington D.C., EE.UU.
Los pronósticos de Morgan Stanley apuntan a que el consumo global del GNL se disparará en un 60 % para 2030 si Europa diversifica las entregas de gas y depender menos de Rusia. Por su parte, Goldman Sachs vaticina que los precios del gas al contado en Asia y Europa también experimentarán subidas el año que viene. Los bancos estadounidenses predicen la misma tendencia para el petróleo con el que está vinculada la mayoría de los contratos de suministro actuales de Doha.
Al mismo tiempo, la nación árabe ya cosecha los frutos de la situación actual. Según las proyecciones de Citigroup, la economía del país crecerá el 4,4 %, el mayor ritmo desde 2015. Mientras, el PIB per capita de Catar con una población de menos de tres millones alcanzará 77.000 dólares, llegando así a niveles de Suiza. En paralelo, las exportaciones de energía podrían llegar a 100.000 millones de dólares este año por primera vez desde 2014, según los cálculos de Bloomberg.
¿Cómo Catar planea usar los fondos?
Catar podría usar los ingresos adicionales de la exportación del GNL tanto para reforzar la sostenibilidad de su economía, como para seguir con sus objetivos en cuanto a la política exterior.
En particular, Bloomberg, citando a una fuente familiarizada con el asunto, indica que la mayor parte del dinero se destinará a fortalecer el fondo soberano del país. Esto permitiría a Doha acelerar su apuesta por invertir en acciones tecnológicas.
Por otra parte, la nación seguirá con su apoyo a Egipto. En marzo, el Gobierno catarí se comprometió a invertir 5.000 millones de dólares en el país africano, golpeado por el alza de precios alimentarios a la luz del conflicto en Ucrania. Además, Doha apoya al movimiento Hamas en la Franja de Gaza, al tiempo que ofrece soporte a las fuerzas opositoras al presidente sirio Bashar al Assad.
«Catar puede desempeñar un papel regional interesante, pero conlleva muchos riesgos. Ser amigos e interlocutores de los casos problemáticos de la región conlleva un bagaje imprevisible», enfatizó Young.
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