Una lamentable y terrorífica pesadilla es la que están sufriendo los ecuatorianos bajo el régimen de Lenín Moreno en medio de la pandemia desatada por el COVID-19; pues por la inacción a la hora de tomar medias preventivas para resguardar a la población de la virulenta enfermedad, ahora ven como el país se convierte literalmente en una fosa común con cadáveres que muestran a plena luz del día y en medio de la calle lo inhumano de su gestión.
Hasta este miércoles primero de abril ―según cifras del régimen gobernante― Ecuador presenta 2.748 casos de contagios, con 93 personas fallecidas y apenas 58 pacientes recuperados. Pero, de acuerdo con las denuncias ciudadanas y registros policiales solamente de la ciudad de Guayaquil, la cifra de fallecidos supera fácilmente las 400 víctimas.
Un indicador a tomar en cuenta es que el país ―que dirige el ultraconservador de derecha Lenín Moreno― tiene una tasa de contagio promedio de 139,05 personas por cada millón de habitantes, cifra que supera incluso al indicador de infecciones del mundo, que se ubica en 125,18.
En videos difundidos a través de Twitter se puede observar como los ecuatorianos son víctimas de la desatención del Estado y de la acción policial que, en vez de mantener estrictos manejos preventivos con la población vulnerable, deja cuerpos de fallecidos por COVID-19 tirados en la calle y dentro de las casas.
En uno de los videos se observa a una persona que trasladaba un féretro y un grupo de policías bajór el cadáver de la camioneta y lo dejó en medio de la calle.
Otra grabación muestra a una señora que tiene en el suelo de la entrada de su casa los cuerpos de sus padres recientemente fallecidos envueltos en sábanas y que ninguna autoridad sanitaria del Gobierno de Moreno le ha querido dar auxilio,
La señora, quien pide auxilio desesperada, confiesa, además, que tiene de tos seca, fiebre y malestar, al igual que los integrantes de su familia que viven en la misma casa donde yacen los cadáveres de sus progenitores.
Descontrolado crecimiento exponencial en los contagios
Las cifras de contagio en Ecuador mantienen una curva exponencial desde que fue detectado el primer caso el pasado 29 de febrero.
A pesar de los llamados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a que los países dictaran medidas preventivas de cuarentena colectiva y distanciamiento social, el régimen de Moreno se negó a aplicarlas hasta que ya la pandemia se había descontrolado en el país.
El pasado 21 de marzo, la entonces ministra de Salud de Ecuador, Catalina Andramuño, presentó su renuncia al cargo, en medio de la pandemia de coronavirus, alegando que le resultaba inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimientos de salud pública.
Otro motivo para su renuncia fue lo difícil de encarar la realidad frente a la situación de crisis generada en el país por el COVID-19, pues denunció que enfrentar una emergencia sanitaria sin recursos es “complicado”, pues casi un mes después de detectarse el primer contagio, la cartera de salud no había recibido «ninguna asignación presupuestaria por parte de la autoridad competente, para el manejo de la emergencia”.
De hecho, tras la renuncia de Andramuño, el propio Lenín Moreno dio declaraciones para informar sobre la dotación de equipos de prevención para el cuerpo de enfermería y médicos que se enfrenta a la pandemia y que, desde el primer contagio, no contaba con los insumos suficientes para atender la emergencia sanitaria.
Más de 400 cadáveres se descomponen en Guayaquil
Los dos videos anteriormente citados son de casos ocurridos en la ciudad de Guayaquil, urbe que, de acuerdo con denuncias de los ciudadanos, tendría más de 400 muertos por COVID-19 que se encuentran en estado de descomposición tirados en las calles y dentro de las casas.
Un reportaje del diario ecuatoriano El Universo denuncia que los guayaquileños ya no saben qué hacer con los cuerpos que se descomponen en las viviendas, pues algunas personas llevan hasta cuatro días encerrados con los cadáveres de sus familiares sin ser retirados por medicina legal.
«No hay cifras oficiales sobre cuántas personas han fallecido y sus cuerpos no han sido retirados, tampoco sobre los levantamientos ejecutados. No obstante, según un listado que tiene la Policía para acudir a los levantamientos y al que pudo acceder este diario, este martes estaban registrados casi 450 cuerpos en lista de espera para ser retirados de las viviendas», alerta el rotativo
Una cifra similar citó, la noche del lunes, el concejal de Guayaquil Andrés Guschmer, quien denunció que esa lista era de 400.
El medio también resalta que «el temor de los deudos y vecinos es de contagiarse. Por eso la reacción de un grupo de personas que la noche del lunes quemaron cauchos y un mueble en la 19 y la Q, suburbio de Guayaquil. Ahí la familia de un hombre que había fallecido tres días atrás exigía a las autoridades que retiraran el cuerpo. En ese sector se han registrado algunos decesos».
De acuerdo con el diario, desde el jueves de la semana pasada, la Policía ha reportado más de 550 fallecidos en hogares. Al respecto, Jorge Wated, presidente del directorio de BanEcuador y actual encargado del levantamiento de los cuerpos, explicó que se recogen unos 150 cuerpos al día.
“Ya hemos inhumado a casi 50 fallecidos de forma digna, no es ninguna fosa común. Los otros cadáveres van a las morgues provisionales en distintos puntos como el hospital del Guasmo, en el Teodoro Maldonado, hospital de Los Ceibos y Monte Sinaí”, explicó Wated, quien admitió que hay algunas morgues que ya están colapsadas.
Alcaldesa compra contenedores para los cadáveres
La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, ofreció unas impactantes y reveladoras declaraciones sobre la terrible realidad que sufren los habitantes de esa ciudad de Ecuador, donde extraoficialmente podría haber más de 450 fallecidos a causa del descontrol de la pandemia originada por el coronavirus COVID-19.
En declaraciones a Telesur, Viteri detalló que las autoridades sanitarias del régimen de Lenín Moreno no están retirando a las personas que fallecen en sus casas producto de la infección. «Los dejan en las veredas, caen frente a los hospitales, nadie los quiere recoger».
Sobre las personas que padecen la enfermedad indicó que muchas familias «deambulan por toda la ciudad tocando puertas para que los atiendan o los reciba un hospital público donde ya no hay camas, les cierran las puertas, los dejan afuera».
«En camionetas salen enfermeros a ponerle oxígeno a los pacientes pero mantienen sus puertas cerradas, las clínicas particulares están saturadas, pero aquí la solución no es dejar que se mueran afuera de las clínicas», agregó.
Por otro lado, dijo, «la gente llama al teléfono que les dieron y nadie contesta, y si contestan le cierran y si no, los dejan esperando, y ―por último― no les llegan nunca a hacer las pruebas. ¿Hay o no hay pruebas suficientes para hacerle a los pacientes que tienen síntomas graves de coronavirus?».
Ante la inacción del Gobierno de Lenín Moreno, la alcaldesa, quien fue la misma que decidió colocar camionetas en medio de la pista de aterrizaje del aeropuerto de la ciudad para impedir que llegara un avión de la aerolínea española Iberia por temer que entraran nuevos infectados, tomó una serie de medidas propias para atender a la población de Guayaquil en medio de la pandemia, entre ellas la compra de contenedores gigantes para apilar los cadáveres de los hospitales.
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